Capítulo 20

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— ¿A qué hora vendrá Gigi?

—Hoy en la tarde. Yo no estaré en casa, así que la tratas bien ¿de acuerdo? —río.

— ¡Zayn! ¿Por quién me tomas? Lo dices como si fuera una niña de cinco años capaz de jalarle el pelo o pintárselo con pintura, y no de cabello —Zayn me mira y entrecierra los ojos.

—Oh. Tú no harías eso.

—Ella no, pero yo sí —la voz del chismoso de mi primo resuena a nuestras espaldas. Zayn se levanta ignorándolo como suele hacer todo el tiempo.

—Entonces la esperas ¿ya? Luego me enseñas lo de tu dieta.

—Si, si. Chau —recuesto mi espalda en la silla y suspiro.

(*)

—Woah, Victoria según tus medidas que me ha dado tu hermano, sí, has bajado de peso. Sabemos que no queremos preocuparlo ¿no? Así que vas a tener que seguir esta dieta al pie de la letra si quieres recuperar tu peso.

— ¿Es muy obligatoria? —ella asiente— Bien.

Pasaron alrededor de ocho minutos mientras ella tipea algo en el ordenador, lo imprime y me lo entrega. Pone la hoja frente a mí encerrando con un lapicero lo que sí o sí debería comer durante el desayuno, almuerzo y cena. Más algunas vitaminas que por ser novia de mi hermano tratará de conseguirlas y encargarse ella misma de los gastos.

Estoy empezando a amar a mi nueva cuñadita.

— ¿Avena? ¿Pasas? ¿Frutas a la media mañana? ¿No lo puedes cambiar? —ella sonríe.

—Si no quieres o aborreces las pasas, te recomiendo almendras o maníes. Son frutos secos. Supongo que te gustarán ¿A quién no le gusta el maní?

—A los locos.

—Y lo de la fruta si es importante, Vic. Procura llevarte una al instituto, yo no confiaría mucho en la comida que sirven ahí. Es un consejo.

Que les digo. La amo.

—También toma agua. Mucha, mucha agua, ocho veces al día. Eso te limpiará las impurezas. Ah, y con respecto a la avena, si no te gusta como postre cómelo pero en galletas, son ricas.

— Mucho mejor —digo aliviada— Pero al tomar mucha agua... ¿Y si quiero ir al baño en plena noche? —ríe y niega con la cabeza.

Que chica tan risueña.

—No olvides las presas en todas tus comidas. Toma jugos de fruta natural, preferible que sea de papaya o melón, nada de colorantes y eso. También las menestras, son muy importantes.

— ¿Eso sería todo?

—Sí. Eso sería todo. Le muestras esto a tu hermano.

— ¿Por qué? Yo sola puedo seguir mi dieta.

—Zayn, no confía mucho en ti que digamos —se disculpa con la mirada.

Maldito.

—En dos o tres meses, —prosigue— Quiero ver como has ido avanzando ¿está bien? No te preocupes, yo vendré.

Un pitido de mi celular me distrae, lo tomo y veo que tengo un nuevo mensaje de Whatsapp. Harry. Mi corazón no evita dar un vuelco.

Harry: ¿Cómo va todo?

Sí. Harry está más que enterado que Gigi vendría a la casa a aconsejarme lo de mi alimentación. Esto ya se está volviendo una carga.

—Cuñada, ¿me permites? —digo señalándole la hoja.

Hidden Feelings [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora