¡Hola a todos!
Como siempre, aquí tenéis la siguiente parte de mi crossover. Espero que disfrutéis de este capítulo más relajado.
Me gustaría dar las gracias a todos los que me leéis y me apoyáis. Vuestra ayuda me ha animado a continuar con este fic, aunque mi motivación sigue intacta.
¡Feliz lectura a todos!
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Capítulo 10: Onsen y Exámenes
Konoha era conocida por sus temperaturas suaves. Aunque el clima no era tan abrasador como el que reinaba en el interminable erg que cubría la mayor parte del País del Viento, el calor podía llegar a ser realmente agobiante en verano.
En general, en cuanto el aire empezaba a ser sofocante, era costumbre que los habitantes terminaran sus asuntos, antes de refrescarse descansando en los numerosos baños públicos, para aquellos que no tenían la suerte de contar con tan costosas instalaciones en sus pisos.
Sin embargo, aunque siempre existía la posibilidad de reservar un espacio privado, estos lugares eran ideales para socializar. Incluso los Yakumo, famosos por su culto al secretismo, habían visitado ocasionalmente estas piscinas, aprovechando la oportunidad para socializar con la gente de Konoha y, por supuesto, para escuchar la formidable fábrica de rumores. El agua estaba idealmente templada, permitiendo que los músculos se relajaran sin agredir la piel, y el vapor escapaba con facilidad, evitando esa desagradable sensación de humedad que hacía que a algunos se les rizara el pelo.
En uno de los salientes rocosos de la piscina, Ran descansaba, con los ojos cerrados y la cabeza acunada por una toalla enrollada en forma de ovillo bajo el cuello. Somnolienta, estaba decidida a relajarse sin ser molestada y había estirado sus largas colas en un gesto que indicaba que reclamaba este rincón para ella sola. Los civiles no se atrevían a decir nada, aterrorizados por las amenazas que la Yakumo podía suponerles, sin olvidar que su última experiencia con un zorro de nueve colas había sido doce años atrás y había ido muy mal. Sin embargo, nada indicaba que Ran fuera a lanzarse sobre ellos sin motivo, de momento estaba siendo cordial y era mejor para todos que siguiera siendo así.
La kitsune miraba distraída a Chen, su protegida resoplaba y se divertía en el agua fresca. Por lo general, a los gatos no les gustaba el agua, pero este espécimen era la excepción que confirmaba la regla. Ran matizó su pensamiento, sin embargo, recordando el hecho de que, aunque su hija no era reacia a bañarse, se le erizaba el pelo cuando le pillaba la lluvia o las salpicaduras improvisadas.
Sin embargo, aunque Ran era una criatura inhumana de otro mundo, había algo que compartía con todas las demás mujeres que se bañaban aquí. La zorra, al igual que la hermosa kunoichi de ojos rojos y la elegante dama de uñas pulidas, no apreciaba a los pervertidos.
- Ran-sama -llamó Chen al cabo de un momento-, hay un anciano en el árbol de ahí arriba. ¿Qué trama?
Ingenuo y cándido, el nekomata aún no lo había captado todo sobre la perversidad de ciertos seres. El entorno protector del clan la había salvado de esas experiencias malsanas. Por otra parte, Ran era una adulta, muy consciente de todas las vicisitudes de este mundo, y no era la única que sentía un santo horror ante el comportamiento libertino de ciertos hombres, como aquel viejo libidinoso de larga cabellera blanca.
En la piscina vecina, ocupada por hombres, Shikamaru suspiró cuando sonó el sonido de varios ataques violentos y una cortina de balas pasó por encima de la barrera de madera que separaba las piscinas.
- Qué fastidio -respiró mientras observaba a Kiba tomar el sol, mostrando sus músculos pectorales, antes de concentrarse en las nubes que pasaban sin cesar, con sus formas únicas y oníricas.
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La historia del impredecible shinobi Yakumo Naruto
AdventureComo cada año, Naruto huía de los aldeanos que sólo lo veían como Kyûbi y querían vengarse. Sin embargo, lo que no esperaba era conocer a la legendaria familia Yakumo. Criado rodeado de magia y de los Yôkais, Naruto está decidido a cumplir su sueño...