Capitulo 64: Resurrección

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Hola a todos.

Aquí está la continuación de la batalla entre el trío y la Alianza.

No dudéis en enviarme vuestras opiniones y comentarios.

¡Feliz lectura!

Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. Touhou Project pertenece a ZUN.

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Capitulo 64: Resurrección

El aullido bronco que resonó por el valle había petrificado de terror a todos los shinobi. Parecían congelados, a diferencia del demonio que había recobrado la vida.

Jûbi dejó escapar otro aullido antes de abandonar su refugio de granito. Flexionó sus imponentes músculos, sacudiéndose la ganga que lo cubría y levantando montones de piedra.

Madara, Obito y Sakura observaron la montaña elevarse tras ellos. Sus rostros mostraban distintas emociones, pero estaba claro que se sentían victoriosos, confiados en las habilidades de aquella criatura.

La abominación emergió del suelo, levantando nubes de polvo antes de estabilizarse sobre sus cuatro anchas extremidades. La roca que componía su carne se abrió, revelando unas fauces repletas de colmillos coronadas por un único ojo. Esta monstruosa pupila combinaba los dos dôjutsus más grandes que existen, capaz de emplear ninjutsus de una potencia sin igual, y en ese momento, se dirigió contra el ejército unido.

En un solo movimiento, los dos Uchiha saltaron hacia atrás, colocándose sobre el cráneo de la monstruosidad. En cuanto tocaron su objetivo, se enlazaron a él, para tomar su control.

Sakura no tardó en unirse a ellos, pero a diferencia de ellos, se mantuvo independiente. Los dos Uchiha sabían que ella no tenía el fantástico poder de los Senju y que no disponía de los medios para controlar a la bestia, pero eso no molestaba a la nukenin. Mientras el plan estuviera en marcha, no le importaba quién estuviera usando el jutsu definitivo. Simplemente se quedó mirando. Desde donde estaba, tendría una vista sin obstáculos de la inminente carnicería.

La bestia aulló una vez más, desplegando sus diez colas en todo su esplendor, dejando al descubierto su inconmensurable poder y revelando su enorme silueta en toda su extensión.

- Estoy viendo cómo lo haces -dijo Sakura mientras se agachaba sobre la cabeza de Jûbi. Diviértete -añadió con una sonrisa-, pero no metas la pata.

Madara resopló con desdén. Como si fuera posible derrotarlo.

El gran Uchiha se concentró en el vínculo que lo unía a la bestia, reforzando su control mediante el crecimiento de la raíz nacida de las células de Hashirama.

- Deberíamos aniquilarlos a todos -sugirió, ansioso por acabar de una vez-. No corramos riesgos y aplastemos a estas cucarachas.

- Madara -suspiró su cómplice-, tú sólo quieres probar su poder. Me gustaría evitar malgastar su poder hasta que adopte su verdadera forma. Te precipitas demasiado, eres como un niño.

El legendario Uchiha ni siquiera replicó. Su ardor hervía en su interior, pero tenía suficiente orgullo como para dejar en ridículo a aquel niño presuntuoso.

- Sin embargo -continuó Obito, dándose golpecitos en la barbilla-, me tienta esta solución. Ha acumulado suficientes reservas ahora que ha vuelto a la vida. Si tengo que acabar con medio mundo para salvar a la otra mitad, que así sea.

Obito tomó el mando de la criatura. Se podía ver en sus ojos que no veía la hora de aplastar todas las esperanzas de sus enemigos. Parecía disfrutar pisoteando los sueños de los demás, llevarlos a la misma desesperación que lo había ahogado a él hacía mucho tiempo, como si quisiera demostrar que no todos eran mejores que él.

La historia del impredecible shinobi Yakumo NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora