La historia del impredecible shinobi Yakumo Naruto

Capítulo 19: Bosque Mortal

¡Hola a todos!

Aquí está la siguiente parte de la aventura, con la prueba en el Bosque de la Muerte. Algunos habrán criticado a Yukari por estar demasiado presente durante el desafío anterior. Es cierto, ella tiene mucha influencia, así que en este capítulo ni siquiera aparecerá.

Espero que disfrutéis de este capítulo.

Espero que todos disfruten leyéndolo y no duden en postear sus reviews o dejarme saber sus opiniones.

Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. El proyecto Touhou pertenece a ZUN.

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Capítulo 19: Bosque Mortal

El campo de entrenamiento 44, también conocido como el Bosque de la Muerte, era uno de los lugares más inhóspitos de la aldea de Konoha. Situado fuera de los muros protectores, este bosque había sido el escenario de una terrible batalla entre los dos fundadores de la aldea, y el zumo maligno del chakra de Kyûbi había impregnado la tierra. A pesar del paso del tiempo, el poder maligno seguía siendo perceptible, aumentando el tamaño y la agresividad de las criaturas locales que permanecían en contacto prolongado con este poder escarlata.

Sin embargo, era en este lugar extremadamente hostil donde iba a tener lugar la segunda parte de la prueba, y prometía ser mortal. Anko se había encargado de que todos los participantes firmaran formularios de liberación, documentos sencillos pero con un poder inmenso, ya que en ellos se estipulaba que los candidatos entraban con pleno conocimiento de causa y que nadie sería responsable si los participantes morían.

- Una vez firmados los formularios -añadió Anko, guardando el fajo de papeles en uno de los bolsillos interiores de su abrigo-, cada equipo recibirá un pergamino: el cielo o la tierra. De vosotros depende llegar a la torre del centro del bosque con dos pergaminos diferentes, con todo vuestro equipo y en menos de cinco días. ¡Todos los movimientos están permitidos!

- Pero -protestó Chôji-, ¿y la comida?

Chôji y su estómago -suspiró Naruto, mientras Sasuke escuchaba atentamente. La sonrisa de Anko se había convertido en pura maldad.

- Hay muchas plantas comestibles, así como animales que cazar. Pero ten cuidado, algunas de las bayas son venenosas y algunos de los lugareños te considerarán una presa. Si no, siempre queda el canibalismo.

¿Es posible estropear aún más el ambiente? se preguntó Sakura, estremeciéndose. Aunque pensándolo mejor, prefería no saberlo.

Sin el menor entusiasmo, el equipo de Yakushi Kabuto se rindió, mientras algunos otros hacían lo mismo. Los demás seleccionaron un pergamino al azar, escondiéndolo rápidamente, excepto el equipo de Naruto.

Sasuke mostró su pergamino a la vista de todos, revelando el sello de la tierra.

- Baka -gritó Sakura, temblorosa, antes de darse cuenta de que todos los miraban a ellos y a su pergamino sellado. ¿Por qué lo has enseñado? -preguntó ella, bajando la voz.

- Porque ahora, todos los que tengan un pergamino celeste nos buscarán con insistencia y los que tengan un pergamino terrestre no se preocuparán por nosotros -susurró el moreno con el sharingan brillante-. Nos será mucho más fácil emboscar a los que nos persiguen.

El Equipo Siete llevaba mucho tiempo trabajando en su estrategia y, en cuanto atravesaron la puerta que les había sido asignada, se dispusieron a buscar un lugar ideal para tender una trampa a quienes les buscaban insistentemente. Aunque un plan nunca era perfecto y a menudo no resistía la situación real, el tiempo dedicado a pensar nunca era tiempo perdido.