La historia del impredecible shinobi Yakumo Naruto

Capítulo 36: Sombras y Llamas

¡Hola a todos!

¡Aquí está el siguiente capítulo, protagonizado por uno de mis personajes favoritos de toda la serie Touhou! Espero que lo disfrutéis.

Gracias a todos los que me leen y me apoyan, realmente ayuda.

¡Feliz lectura a todos!

Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. Touhou Project pertenece a ZUN.

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Capítulo 36: Sombras y Llamas

Sarutobi Asuma vació su vaso de sake de un trago. Unos instantes después de que la bebida alcohólica terminara de quemarle la garganta, se sirvió otro vaso con mano temblorosa. Llevaba horas de pie en su cocina, descargando el contenido de las botellas que su padre había reunido y acumulado cuidadosamente, y que había estado guardando para una ocasión especial.

El jônin cogió el portarretratos que había cerca, y su mano tembló aún más mientras miraba a la mujer sonriente de largos cabellos de obsidiana y ojos ardientes.

Ésta debería haber sido la última misión de Kurenai, antes de retirarse del servicio activo para no exponer a su hijo nonato a más daños, con el fin de garantizar la seguridad de la nueva generación de niños de la Aldea de la Hoja.

Irónicamente, había sido la última.

Asuma sirvió la bebida embriagadora y de sabor amargo, suspirando ante la cosecha.

Qué ocasión tan maravillosa, en efecto. Beber esta botella que debería haber celebrado el nacimiento de su hijo, para ahuyentar el sentimiento de pérdida tras esta doble muerte.

Asuma sabía que aquel pequeño ser apenas tenía un mes, pero durante la última semana había descubierto el peso aplastante de la noticia cayendo sobre él.

¿Sería un buen padre? ¿Cómo cuidaría de él? ¿Cómo organizar el dormitorio? ¿Cómo cambiar a un bebé?

Tantas preguntas, tantas preocupaciones, que teñían su felicidad sin límites. Tantas dudas sobre su capacidad para criar bien a un bebé.

Y ahora todo se había derrumbado.

El barbudo se desplomó en su sofá, ocultando su tez escarlata y húmeda, derramando el fondo de su vaso en el suelo.

Cuando despertó unas horas más tarde, el dolor de cabeza no le impidió levantarse. Distraídamente, miró el Libro de Bingo volcado bajo varios pergaminos. Asuma hojeó las páginas, aburrido. Cuando vio al dúo asesino de Akatsuki, aferró el libro rojo con la mano húmeda, manchando las páginas de sudor.

Al día siguiente, Asuma y dos divisiones ANBU se movilizaron para eliminar a los dos nukenin de Akatsuki que se habían infiltrado en el país.

Sin embargo, mientras Konoha trataba de neutralizar a dos desertores, la organización criminal avanzaba en su diabólico plan.

Mientras Uchiha Itachi y Hoshigaki Kisame cruzaban las fronteras de Kumo y capturaban a Nibi, Tobi y los Akatsuki acampaban cerca de Kiri, para prepararse cuando llegara el momento de lanzar la misión de recuperar a Sanbi, que no tenía anfitrión.

Con los miembros de Akatsuki dispersos por distintos países, a su líder le resultó imposible alterar sutilmente sus planes. En su prisa por reunir rápidamente a dos bijûs de fácil acceso, el dictador había separado demasiado a sus miembros, dejándole sin combatientes a los que recurrir.

Al menos, ya no tenía sirvientes que cumplieran sus órdenes, pues no quería exponer a Zetsu. No quería poner a Konan en peligro, pero tampoco quería exponerse a sí mismo. No era tarde para eso.