La historia del impredecible shinobi Yakumo Naruto

Capítulo 29: Ejecución

Hola a todos.

Gracias a todos los que estáis leyendo y siguiendo este fic.

Nos acercamos al final de los tres años que Naruto ha estado viajando con Jiraiya. Si creíais que no había hecho suficiente hincapié en lo que ocurre en Gensokyo, os interesarán los próximos acontecimientos.

En fin, aquí está la continuación y espero que la disfrutéis.

Disfrutad de la lectura y no dudéis en hacerme llegar vuestras opiniones.

Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. Touhou Project pertenece a ZUN.

------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo 29: Ejecución

Cuando los dos jonin Hatake Kakashi y Sarutobi Asuma se presentaron ante el Godaime Hokage, éste no pudo evitar suspirar. Mientras le informaban de las acciones de los dos fugitivos, se masajeó las sienes en un intento desesperado por ahuyentar el dolor de cabeza que le iba apareciendo lenta pero inexorablemente.

No sólo tenía que lidiar con dos desertores, uno de los cuales había sido gravemente herido por su ahora intocable cómplice, sino que otra mala noticia acababa de aterrizar en su mesa. El daimyô acababa de ponerse en contacto con él por correo urgente, informándole de su profundo disgusto ante la idea de haber hecho masacrar a toda una compañía. En un principio, el señor feudal había pensado que se había equivocado de elección a la hora de nombrar al sucesor de Sarutobi, pero tras un poco de tiempo para dejar reposar las cosas, el soberano de la tierra del fuego había optado por otra opción. Reaccionar sobre la marcha, de improviso y sin retrospectiva, solía ser una mala idea y conducía a elecciones de las que uno se arrepentía después de analizarlas.

Tras considerarlo detenidamente, el daimyô había decidido confiar el asunto al Hokage. Al fin y al cabo, se trataba de crímenes cometidos por un shinobi, por lo que correspondía a la kage dictar sentencia, aunque el señor del país del fuego había dejado claro que ordenaba tomar medidas ejemplares contra el asesino.

Shikaku volvió a colocar el pergamino en una esquina de su escritorio, dejando a la vista el sello de cera, antes de mirar a los dos jônins. Los ojos afilados como el acero del Hokage fulminaron con la mirada al líder de la misión, que también era el maestro de los dos fugitivos. Kakashi tenía muchas respuestas que darle y comenzó a interrogarle.

- ¿Sabías que Sasuke planeaba desertar? -preguntó Shikaku innecesariamente, pues estaba firmemente convencido de que Kakashi no era un traidor y que jamás habría permitido que su pupilo actuara así.

- No -murmuró el hombre, soltando su flema habitual-. Todos los informes psiquiátricos realizados sobre el caso de Uchiha Sasuke son perfectamente claros y concordantes. Es un adolescente sediento de poder, como la mitad de los shinobi de esta aldea, aunque obsesionado por la venganza. Esta obsesión podría llevarle a tal comportamiento, pero dado que Orochimaru está muerto, pensamos que no tendría alternativa en la aldea. Obviamente, alguien de Gensokyo consiguió contactar con él sin que nuestras defensas se enteraran. Me gustaría destacar el caso de la marca maldita de Orochimaru. Aunque amplifica el deseo de poder del portador, sus efectos se neutralizan cuando se sella. Yo practiqué personalmente el sellado del sello maldito, que jugaba con sus instintos más primitivos.

El Nara frunció el ceño mientras analizaba estas palabras. Había llevado a cabo una investigación por su cuenta y había obtenido toda la información necesaria sobre el sellado. Era el famoso ermitaño Jiraiya quien había supervisado el trabajo de Kakashi y difícilmente podía desestimarse la pericia de este maestro en el campo del fuinjutsu.