La historia del impredecible shinobi Yakumo Naruto

Capitulo 51: Nagato contra el Mundo

¡Hola a todos!

Me gustaría agradeceros vuestra fidelidad y apoyo a esta historia, y tengo que deciros que por fin he decidido el número de capítulos que me quedan. El argumento ya está completo, y sólo me queda escribirlo todo.

Así que aquí tenéis el nuevo capítulo, que cierra el arco dedicado a Pain, pero que está lejos de poner fin a las acciones de los Akatsuki, o incluso de los enemigos de Konoha y Gensokyo.

Espero que disfrutéis de este capítulo. No dudéis en enviarme vuestros comentarios.

Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. Touhou Project pertenece a ZUN.

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Capitulo 51: Nagato contra el Mundo

Las calles de Konoha ya no parecían las calles despejadas en las que los ciudadanos hacían sus compras, rodeados de ninjas paseando en este buen día. Las calles habían sido arrasadas por múltiples explosiones, con kunais y cadáveres esparcidos por los adoquines llenos de escombros. Los muertos eran los únicos que permanecían inmóviles, testigos mudos de la carnicería, mientras los civiles huían aterrorizados, tratando de escapar de la feroz lucha.

El aplastamiento era indescriptible, con cientos de civiles que huían gritando y se dispersaban en una masa desordenada que corría en todas direcciones. Innumerables personas huían del epicentro de los combates, empujándose y pisándose los unos a los otros. Esta manada no tenía nada de gregaria; era una reunión de seres individualistas movidos por el mismo objetivo: salvar sus propias vidas. Cada uno sólo pensaba en salvar su propia existencia, sin dudar en apartar a los demás y aplastar a alguien que fuera demasiado lento, si eso significaba que podían encontrar refugio.

Los shinobi saltaron a los tejados, dirigiéndose hacia el otro lado para contener a los dos invasores, mientras los de menor rango trataban de guiar a la multitud hacia los refugios, con el fin de limitar las bajas y evacuar a los habitantes de forma ordenada y disciplinada.

A pesar de la fuerza de los shinobi de Konoha, el enemigo estaba mostrando una obstinación y un peligro pocas veces vistos. En una calle lateral, los cadáveres de un grupo de Aburame yacían en el suelo, derramando su sangre alrededor de numerosos guerreros que habían quedado atrapados por las afiladas hojas del nukenin de pelo azul. Konan había hecho muchos prisioneros, rodeándolos a todos con sus pergaminos para inmovilizarlos y facilitar el interrogatorio.

La nukenin de pelo azul se acercó a uno de sus cautivos, antes de quitarle la hoja que le obstruía la boca.

El hombre comenzó a jadear, aspirando con avidez el oxígeno vital del que había estado privado durante tanto tiempo.

- ¿Dónde está Uzumaki Naruto? -preguntó Konan, sin preocuparse por los detalles, ya que su única preocupación era alcanzar su objetivo lo antes posible.

- Yo no delato a mis compañeros -respondió el shinobi, cuya complexión indicaba que era una persona muy fuerte. Así que vete a la mierda.

Konan dio un paso atrás y sus ojos dorados se arrugaron ligeramente, indicando que no le había gustado la respuesta.

La nukenin volvió a amordazar al hombre, asegurándose de que su muerte sería larga. Se dirigió hacia el siguiente prisionero, esperando que se mostrara un poco más cooperativo, cuando fue interrumpida por otro shinobi.

- Gamayudan -exclamó alguien con una voz familiar, de pie en un tejado detrás de ella.

Konan se giró y vio horrorizada cómo un chorro de materia oscura y viscosa la salpicaba. El aceite pegajoso se extendió por su ropa y se filtró en las hojas que formaban su cuerpo.