Capitulo 55: Un Ejército Improbable

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Buenas noches a todos.

Voy a publicar la continuación antes de tiempo, ya que este capítulo, más bien corto, me permite dar protagonismo a ciertos personajes.

Espero que lo disfrutéis, así que no dudéis en contarme qué os parece.

¡Feliz lectura a todos!

Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. Touhou Project pertenece a ZUN.

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Capitulo 55: Un Ejército Improbable

Cuando se trataba de movilizar un ejército, Yakumo Yukari no era ninguna novata.

Hace más de mil años, en una época en la que Gensokyo no estaba separado del resto del mundo, había conseguido convencer a un gran número de Yôkais para que se unieran y formaran un ejército invasor, con vistas a conquistar la Luna.

La invasión fue un fracaso. Los yôkais nunca pudieron mantener durante mucho tiempo las posiciones conquistadas y se vieron obligados a retirarse, aunque lucharon ferozmente, cobrándose un precio especialmente alto entre los selenitas. Al final, los invasores sufrieron grandes pérdidas y la moral de los atacantes cayó en picado. La primera derrota de los Yôkais se convirtió en una derrota, y luego en una derrota completa, lo que obligó a Yukari a abandonar su invasión.

A pesar de este fracaso, Yukari había conseguido repatriar a la mayoría de sus tropas, satisfecha.

Aunque su objetivo principal había fracasado, el objetivo secreto que se había marcado había sido todo un éxito. No había descubierto el origen de la existencia de los Lunarios, pero había conseguido eliminar a varios Yôkais peligrosos, al tiempo que repugnaba a los supervivientes de querer participar en otra guerra. Gracias a esta carnicería, había conseguido una paz de más de mil años, sentando las bases de una relativa cooperación, que había permitido pacificar Gensokyo, manteniendo este territorio alejado de las incesantes guerras que asolaban el archipiélago japonés.

Salvo que esa paz estaba ahora en peligro. Una nueva guerra amenazaba el mundo celestial que ella tanto amaba.

A pesar de su poder, no era omnisciente. No podía jugar a la amante manipuladora, controlando a ambos bandos para servir a sus propios intereses. Si quería proteger todo lo que apreciaba, tendría que enfrentarse a Uchiha Madara y a Mima.

Sin embargo, contra tales enemigos, habría que movilizar fuerzas inmensas, y el ejército de fuerzas shinobi combinadas no sería suficiente. Contra una entidad como Mima, los simples mortales no tenían ninguna posibilidad. Sus raras derrotas sólo habían sido posibles gracias a la acción de intrépidos mikos, ayudados por magos y yôkais.

Yukari había decidido pasar a la acción. Necesitaba reclutar una fuerza armada capaz de acabar con el encantador de demonios, uno de los pocos seres sobre los que no tenía control.

Hakurei Reimu no tenía el aura eterna de Yukari, pero su poder y su papel como guardiana de la ley en Gensokyo significaban que su palabra era casi la autoridad absoluta. Había pedido a los numerosos líderes de las facciones que reclutaran voluntarios para el conflicto que tendría lugar en el exterior y que amenazaba Gensokyo.

Las negociaciones habían sido largas. Algunas personas, como Toyosatomimi no Miko y Moriya Suwako, habían dicho que no, pero otras se habían mostrado más receptivas. Una multitud heterogénea se había reunido frente al santuario de Hakurei. Algunos actuaban por patriotismo, otros tenían curiosidad por saber qué ocurría al otro lado de la valla. Por último, algunos Yôkais esperaban aprovechar la oportunidad para saciar su sed de sangre. Sin las restricciones sobre el uso del danmaku para resolver sus disputas, estaban deseando dar rienda suelta por fin.

La historia del impredecible shinobi Yakumo NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora