La historia del impredecible shinobi Yakumo Naruto

Capítulo 18: Interrogatorios

¡Buenas noches a todos!

Después del capítulo de la última vez, ¡vamos a volver al canon con el arco del examen chûnin! Tengo que admitir que pienso cambiar algunas cosas y que no he elegido los duelos en absoluto. De hecho, he decidido dejar las cosas al azar y las batallas que tendrán lugar han sido elegidas al azar, por sorteo. He tenido que improvisar y modificar mis ideas en consecuencia.

Pero antes de llegar a eso, aún tenemos que enfrentarnos a las pruebas, en las que pronto aparecerá uno de los enemigos más carismáticos de la serie. De hecho, me pregunto qué habrá sido de él al final de la historia original.

Feliz lectura a todos, ¡y no dudéis en dejarme vuestras críticas!

Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. Touhou Project pertenece a ZUN.

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Capítulo 18: Interrogatorios

En Konoha, la suavidad de la primavera había dado paso al calor del verano. Los verdes árboles habían permitido que las flores florecieran y produjeran sus frutos, saturando el aire de polen y mil fragancias que encantaban a los afortunados que podían presenciar el espectáculo de la floración de los cerezos.

Sin embargo, a pesar del festival que Konoha estaba organizando para celebrar la primera floración de los cerezos, durante el cual el menor de los Yakumo brillaba por su presencia en compañía de una joven de cabellos castaños y un largo kimono azul celeste, el acontecimiento que centraba toda la atención era, obviamente, la organización de los exámenes de selección para los chûnin.

El Equipo Siete, junto con el resto de nuevos reclutas de la aldea, estaba deseando competir contra sus homólogos de otros países. Aunque la guerra era cosa del pasado, seguían existiendo tensiones entre los pueblos. Estos exámenes eran una oportunidad para que los organizadores demostraran su compromiso con la paz y la hospitalidad, mientras que los reclutas de las distintas naciones tenían la onerosa tarea de representar a su aldea. Ostensiblemente, mostrar su poder servía como recordatorio de que cada nación tenía sus propios talentos y no debía ser subestimada. Para los shinobi de Konoha, se trataba de demostrar la supremacía de la aldea de la hoja. Para los forasteros, se trataba de intentar destruir esa reputación, pues había pocas cosas más satisfactorias que triunfar sobre la aldea organizadora, dentro de sus propias murallas.

Gente exótica caminaba por las calles de Konoha. El equipo de Ino, Chôji y Shikamaru no pudo evitar hacerse amigo del trío de Kumo, cuya piel bronceada provocaba los celos de la única chica del equipo. Los tres equipos de Amegakure eran especiales en el sentido de que respetaban profundamente a su miembro más veterano, venerándola como si fuera una heroína. Esto se debía sin duda a su edad, probablemente era una veterana de la guerra civil entre Hanzô y el nuevo líder, el misterioso Pain, y la mujer de pelo corto y negro debía de haber estado muy ocupada durante aquellos oscuros años, lo que sin duda le había impedido participar en las pruebas.

Kakashi no había dudado mucho antes de inscribir a sus alumnos. Había visto progresar a sus alumnos y su ritmo era lo suficientemente rápido como para pensar que estaban preparados para triunfar en estas pruebas. Aunque las pruebas eran duras, sabía que aquellos tres podían triunfar sin duda, siempre que movilizaran todos sus recursos y sacaran partido de sus puntos fuertes, porque lo que les esperaba les llevaría al límite.

Cuando les entregó los formularios, los tres luchadores no saltaron de emoción. Simplemente cogieron las hojas, observando cada línea, leyendo el documento con atención para utilizar cada palabra en su beneficio.

Los tres compañeros firmaron, listos para pasar al siguiente rango. Para ser sincero, a Naruto no le importaba el título. Para él, no eran las palabras, sino los hechos los que realmente demostraban su valía. Los títulos eran reconocimientos comunes, pero un shinobi era ante todo un hombre de las sombras y, a menudo, los mayores logros permanecían en secreto, sin ser reconocidos. La primera preocupación de Naruto era su familia, y preferiría seguir siendo un simple genin el resto de su vida, si eso los preservaba.