Capítulo 34: La Oscuridad Definitiva

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¡Hola a todos!

Aquí está la siguiente parte de la historia, todavía en Gensokyo. Espero que disfruten este capítulo.

Gracias a todos los que lo han leído, aprecio mucho sus comentarios. No duden en dejarme saber sus opiniones.

Feliz lectura a todos.

Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. Touhou Project pertenece a ZUN.

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Capítulo 34: La Oscuridad Definitiva

Yukari y Marisa se enfrentaron en el cielo crepuscular. Tras horas de lucha, la fatiga era claramente visible en sus cansados rostros, pero las dos luchadoras estaban tan decididas como siempre y realmente querían pelear.

Yukari mantenía la calma, pero su pequeño gesto regular con el abanico indicaba que no estaba haciendo ese gesto exagerado para expresar su desdén. Se abanicaba para refrescarse del intenso esfuerzo que había realizado. Frente a ella, a unos treinta metros, la bruja sudaba profusamente. Aunque jadeaba, el rostro de Marisa permanecía sonriente, como si todo aquello no fuera más que un juego, diseñado para liberar toda su energía.

Aunque las dos duelistas estaban al borde del agotamiento a cada segundo, no tenían intención de rendirse ahora. Por encima de todo, albergaban la esperanza de que la resistencia que les quedaba les permitiera triunfar sobre su oponente, que estaba mostrando claramente signos de fatiga.

Marisa y Yukari volvieron a disparar, cubriendo la atmósfera de auras llameantes y arabescos iridiscentes. Sus proyectiles chocaban, deslizándose insidiosamente entre los espacios dejados por las defensas contrarias, obligando a la otra a mantenerse en constante movimiento. El primero en cometer un error, en ser sorprendido por un golpe traicionero, sería alcanzado e inevitablemente perdería.

Este duelo estaba entrando en su fase final, reflexionó Reimu. Marisa ya había agotado todas sus reservas de bombas mágicas y gastado todos sus hechizos desechables. Por otro lado, Yukari ya había gastado mucha energía y Reimu ya podía ver cómo las yemas de los dedos de la yôkai perdían su camuflaje humano, revelando sus oscuras garras.

En poco tiempo, la lucha habría terminado.

Sin embargo, su duelo terminó antes de lo esperado. El enfrentamiento se vio interrumpido por una extraña niebla oscura que cayó sobre la región.

En el bosque bajo sus botas, el epicentro del aura asfixiante proyectaba una nube de miasma aceitosa que se aglutinaba, flotando al azar y vagando sin rumbo. Con cada segundo que pasaba, el aura agonizante se hacía más fuerte.

Alrededor del santuario Hakurei, la oscuridad se espesó mientras una pequeña risa se elevaba.

Naruto y Reimu volaron hacia la fuente de la misteriosa oscuridad, y rápidamente se les unieron los dos exhaustos luchadores.

La sombra, que se intensificaba, adoptó una forma humanoide, avanzando ante los ojos de los cuatro habitantes de Gensokyo. La figura temblaba, su capa superior se agitaba como un cuerpo repleto de gusanos.

La oscuridad tomó forma, revelando un rostro femenino, atravesado por una sonrisa. La criatura se arremolinó en su vestido negro como el hollín, deslizando un muñón aún informe en su cabello rubio, que le llegaba a los hombros.

- Por fin -murmuró con un gemido gutural de alivio-, mi poder ha despertado por fin. Ahora es el momento de que regrese la diosa de las tinieblas.

La mujer de ojos escarlata sonrió, mostrando sus curvados colmillos, y Naruto no podía creer lo que veían sus ojos. Aunque había crecido y tenía un aspecto aterrador, reconocía perfectamente a su amiga. Era imposible no ver a la joven jugando con él y sus amigas hadas.

La historia del impredecible shinobi Yakumo NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora