La historia del impredecible shinobi Yakumo Naruto

Capítulo 43: Caza Interrumpida

¡Hola a todos!

He tenido mucho tiempo libre, así que aprovecho para ofreceros este nuevo capítulo. Espero que lo disfrutéis.

Si tenéis algún comentario, por favor, hacédmelo saber. También podéis decirme vuestras predicciones para el final. No diré nada más, tendréis que leer el capítulo entero.

¡Feliz lectura a todos!

Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. Touhou Project pertenece a ZUN.

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Capítulo 43: Caza Interrumpida

Sasuke observaba la gran puerta que marcaba la separación entre Gensokyo y el mundo shinobi.

Llevaba ya varios minutos en la aldea, contemplando los detalles que adornaban el marco de la puerta que le llevaría de vuelta a su mundo.

El moreno respiró hondo, intentando relajarse y despejar la mente, como si tratara de darse valor y convencerse de que estaba haciendo lo correcto.

Entonces pasó por su mente la visión de su salón manchado de sangre y las vetas que manchaban sus paredes, como tantos restos asquerosos y viscosos en su alma.

Volvió a ver la carnicería, aquella noche en la que todo su mundo parecía estar hecho de rojo y negro. El mundo parecía estar bañado en un olor metálico que le atenazaba por la garganta, asfixiándole bajo el peso de los cadáveres de su familia.

El único destello que podía ver de esta oscura noche era el brillo de la hoja de la katana de Itachi, que reflejaba la gélida luz de la luna.

El moreno con el Sharingan en llamas apretó los puños antes de atravesar la puerta. No había rastro de duda en su rostro y sus piernas le llevaron sin vacilar.

Una vez de vuelta en Tanzaku Gai, Sasuke no perdió tiempo en acostumbrarse al anodino ambiente. Salió del templo, abriendo violentamente las puertas. Con una velocidad digna de un águila cazadora, el nukenin se abrió paso entre los guardias. Los lanceros del daimyo habían sido tomados por sorpresa por su salida relámpago y Sasuke se alejó a toda velocidad. El desertor superó rápidamente a los samuráis, que no eran rival para la destreza física de un shinobi.

Sasuke se alejó de la escena, sabiendo que los guardias acabarían transmitiendo su descripción y no quería estar cerca cuando los shinobi de Konoha vinieran a investigar.

El desertor se adentró en el bosque, pero sus ojos distinguieron una presencia que le acechaba. Una cantidad inusual de chakra se había acumulado en una rama cercana, lo que intrigó al desertor. Mientras Sasuke preparaba su primer jutsu, una figura emergió de entre las ramas, con dos grandes hojas enmarcando un rostro bicolor. El recién llegado parecía estar esperándole, pero fue sobre todo su uniforme lo que intrigó al moreno. Aquel ser vestía una capa oscura, adornada con nubes rojas.

- Akatsuki -entendió al instante Sasuke, que se había beneficiado de los conocimientos de ciertos agentes del Toyosatomimi no Miko que se habían involucrado en redes de espionaje-. Dime, ¿dónde está Itachi?

- Está esperando para desafiarte -declaró Zetsu alegremente, como si no temiera nada del peligroso criminal-. Está en la guarida secreta de los Uchiha.

- Sería bueno que lo eliminaras -añadió la mitad oscura-. Nos haría un gran favor. Se está convirtiendo en un incordio. Podríamos hacerlo, pero te tomarías a mal que lo hiciéramos por ti. Es todo suyo.

La impasible mirada de ónice mostró una ligera sorpresa, pero antes de que Sasuke pudiera preguntar nada más, Zetsu le dedicó una sonrisa, antes de desaparecer, fundiéndose de nuevo en la madera.