Capítulo 5. Lubricación

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Lance notó su ano mojado, él había estado excitado antes, no era un omega puro y casto. Balan y él habían estado años entrando y saliendo de su relación y sus reconciliaciones eran épicas. Pero nunca había sentido una humedad de ese tipo, una en la que le costaba hasta respirar.

Entendía el peligro de un alfa, si solo con su presencia era capar de provocar eso en un omega. Sabía por las instrucciones que había llegado con el sujeto que estaba inhibido, ¿qué podría ocurrir con él estado en sus plenas capacidades?

Notó como se estremecía de placer, era tan incorrecto, esa pobre criatura que permanecía sentada en el suelo de su habitación no estaba allí para ser su objeto sexual.

Abrió el grifo de la cocina y el agua le supo demasiado caliente, no conseguía enfriarle.

Pero lo que sí lo hizo fue la holollamada de Balan.

—Hola, cariño, ¿cómo estás? —le dijo una réplica de su prometido que llevaba más de un mes fuera.

Era lo que ahora se denominaba explorador de mercado, pero en realidad no era más que un comercial que iba de colonia en colonia creando necesidades y se le daba francamente bien.

El pelo rubio largo rapado en uno de sus lados y su aspecto algo más andrógino que el suyo, lo hacía completamente apetecible. Lance le sonrió, pero se sentía un traidor habiendo sentido en un segundo con ese alfa más excitación que la que había tenido nunca con Balan.

—Aburrido sin ti —mintió.

—No es eso lo que me han contado, ayer saliste con Kay. —La ceja rubia de Balan se alzó ladina, pero después le sonrió— Espero que lo pasaras bien, aunque tu amigo no es lo que se dice "divertido".

Balan era partidario de vivir el momento de dejarse llevar por sus deseos y si esos le llevaban a otra cama una noche, estaba bien. Esa había sido la primera piedra en su relación, pero la habían superado. Lance rara vez se había dejado llevar hasta otra cama, pero había aceptado que podía asumirlo. Balan como él siempre decía era suyo, y eso era lo único que importaba.

Lance sabía que estaba bien, incluso si la noche anterior se hubiera acostado con cualquier omega, pero lo de ese alfa estaba mal.

Lo mirara por donde lo mirara.

Y le volvió a mentir, porque no contarle a su prometido que había comprado a un alfa ilegalmente era todo menos confianza entre pareja.

—Ya sabes, lo normal —contestó tímidamente.

Vio como Balan se lamía los labios, pero Lance cambió de tema.

—¿Cuándo vuelves? —preguntó.

—Está yendo muy bien, intentaré llegar un par de semanas antes de la boda, siento dejarte con todo.

Pero lo que hasta el momento había sido un tema de fricción entre ellos, ahora Lance casi lo veía como una ventaja, tenía al menos dos meses hasta que Balan volviera y podría pensar qué hacer con el alfa.

—Tengo que dejarte, tenemos una cena con los colonos de Roca.

—¡Suerte! —se despidió con un beso a los labios del holo como hacían siempre.

La pequeña descarga eléctrica era lo más parecido al contacto que tendrían en meses.

Suspiró cuando se quedó solo.

Se había pasado toda su excitación y ahora solo sentía una presión en el pecho, le había mentido a Balan y eso decía algo que Kay siempre estaba señalando.

¿Qué tipo de relación era esa?

Odiaba darle la razón.

αλφα

Kay asentía al holo delante de él.

—El alfa está a buen recaudo —confirmó.

—No podemos arriesgarnos, es muy importante, lo sabes. —La imagen estaba codificada para la seguridad de ambos.

—Lo sé, pero está con alguien de mi plena confianza.

—Hazlo bien y serás bien recompensado.

Kay frunció el ceño, él sabía cuál era la recompensa, pero no le importaba. Llevaba yendo a esos combates un par de meses, meses donde volvía a su casa vomitando, meses donde casi no dormía.

Pero él no podía hacerse cargo de ese alfa, ni tenía el lugar ni los recursos, Lance sí.

Quizás podría haberle contado algo más a su amigo, pero en realidad, que tuviera menos información era más seguro para él. Para todos.

Conocía a Lance desde hacía años, habían estudiado juntos, pero ni por asomo sus familias eran iguales. Kay jamás hubiera podido ofrecer tal suma de criptos como había hecho Lance sin pestañear.

Y sabía que aquel era uno de los motivos de la premura de Balan por casarse. No le gustaba, no le había gustado nunca, pero su amigo estaba ciego por ese omega embaucador. Era atractivo, muchísimo, no podía engañarse, pero él creía que el amor era algo más que una cara bonita y unos buenos planes de futuro.

Tenías que sentir algo, algo muy dentro de ti que hiciera que tu mundo temblara.

Y Kay sabía a qué se refería porque llevaba meses sintiéndolo.


Un día y ya está chorreando, venga, me encanta hacer apuestas con vosotras

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Un día y ya está chorreando, venga, me encanta hacer apuestas con vosotras.

¿En qué capítulo creéis que estos dos caerán juntos?

Sigo pensando en la guía, tampoco es que la vea crucial, pero ¿tenéis alguna duda de este universo? Dudas que no sean spoilers, claro :P

Hasta el miércoles que viene.

Besos

Sara

AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora