Art se había colocado delante de Lance, aunque nunca había visto a aquellos alfas sabía que eran de los suyos y que estaban a salvo, solo que nunca se fiaría de Gareth.
El desprecio era mutuo.
Llegados a ese punto, no podía sorprenderle ver a uno de sus compañeros fuera de la cárcel, pero que uno de ellos fuera Gareth era una mala jugada del destino.
—Vamos a base 1, todos en marcha —dijo el alfa que estaba al mando de aquel escuadrón. El mismo que había echado a un lado a Gareth con un solo gesto.
Aún así notaba los ojos de su antiguo rival sobre él, especialmente sobre Lance.
Habían subido a un vehículo que corría en mitad de la noche, en ningún momento había soltado la mano de Lance, y todos sus instintos le hacían querer subirlo a su regazo y protegerlo con su brazos. Pero el único que no parecía temer nada allí, era su omega.
La sonrisa aún estaba en sus labios, como si la adrenalina de la fuga aún siguiera en sus venas.
Art pasó uno de sus brazos por su hombro y lo apretó contra él, solo se escuchó el gruñido de Gareth en el furgón. Pero rápidamente fue silenciado por su comandante.
Al final, alguien había conseguido adiestrar a ese animal.
—¿Nos encontrarán? —preguntó Lance.
No habían podido hablar desde que decidieron comenzar a correr juntos, Art no había ido a aquella cita esperando ese final. Quería verlo, quería besarlo, quería estar con él. ¿Pero fugarse juntos? No había sido la idea.
Ahora iban a su base, la principal de aquel territorio, junto al omega que sus superiores le habían recomendado olvidar.
Y con unos omegas que no sabía si aún estaban tras ello.
—Yo te protegeré.
Porque era lo único que Art se sentía capaz de decir y que fuera cierto. Le protegería de los omegas que les perseguían, pero también le protegería de cualquier alfa que quisiera separarlo.
Lance sonrió y la respiración de Art comenzó a agitarse, se inclinó para robarle un beso.
—Señor, creo que es mejor esperar a que estemos seguros .—Su nombre era Blamor y tenía razón, aunque Art no pudo evitar gruñirle, pero el alfa al mando ni se inmutó.
Sintió los brazos finos pero fuertes de Lance cruzar su pecho abrazándose a él, todo podría acabar mal, pero solo por sentirlo valía la pena correr el riesgo.
El viaje fue más complicado de lo que Art pudo imaginarse.
αλφα
Gareth bajó del furgón en el momento en que llegaron a la base principal al amanecer, una base que dudaba él hubiera frecuentado si no hubieran recogido a Art y a su lapa omega.
Ver a Art fue un duro golpe, no quería tener nada que ver con su pasado, era un pasado de mierda. Y este llegaba a abofetearle la cara y dejarle claro, que el rango que ocupaba Art allí era superior al suyo.
Otra vez.
A Gareth no le importaba acatar órdenes de Blamor, pero no iba a estar de nuevo bajo el aura de puta divinidad de Art y todos sus lameculos. Y encima con ese omega que se le pegaba como si quiera comerle la polla con todos ellos delante.
No, gracias.
Ahora más que nunca sabía que había comenzado su etapa de independencia, en cuanto llegaran se iría. Sabía qué había allí afuera, con no acercarse a zonas omegas quizás pudiera sobrevivir hasta estar completamente solo.
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Alfa
RomanceEn un mundo donde ser alfa es sinónimo de criminal, Art es el mejor candidato para pagar todos los males en sí mismo. En un mundo donde ser omega es la única opción adecuada, Lance conocerá que no todo es lo que parece.