Capítulo 30. Padres

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Balan había salido del apartamento de Lance completamente en shock, llevaba días notándolo raro, pero él mismo podría decirse que también se estaba sintiendo distinto.

No había calculado el movimiento, Lance le había dejado y encima le había dejado por otro.

Su cara apenada aún se le aparecía cuando cerraba los ojos, "Lo siento, no he sentido por ti lo que siento por él". Podría haberle dicho que nunca le había querido y hubiera dolido lo mismo.

Lance siempre había sido el centro de su vida, desde que lo conoció lo supo. Lo quería, lo quería más que a nadie. Fue la única persona con la que de verdad quería pasar su vida. Hubo un momento donde pensó que todo se había estropeado, cuando Lance no comprendió su manera de entender el amor, las parejas, el sexo. No tenía nada que ver con lo que ellos dos tenían.

Y estuvo incluso tentado a negarse a sí mismo lo que le parecía natural, por Lance, solo por Lance.

Lance siempre era el primero, lo demás solo era sexo, y ahora su omega le había cambiado por otro.
Iban a casarse, iban a tener hijos, iban a pasar toda su vida juntos.

—Tienes que volver a Roca. —La imagen holográfica del que hasta ese momento iba a ser su suegro, tembló por una leve interferencia— Los clientes están encantados contigo, hijo.

Siempre le había gustado como el padre de Lance lo había tratado, como si fuera su propio hijo. Le dio valor, le dio un trabajo que se le daba realmente bien y le dio la confianza de tomar sus propias decisiones y a su propio hijo.

Tenía mucho que agradecerle.

—¿Hace cuánto tiempo no habláis con Lance? —preguntó Balan.

Lance había heredado los rasgos de su otro padre. De hecho, Mord con su pelo rubio y ojos azules era totalmente distinto a Lance. Balan, tímidamente, siempre lo había considerado más parecido a sí mismo que a su propio hijo.

—Ya sabes cómo es a veces Lance —se quejó Mord, le costaba entender la mala relación que tenían, Balan podía ver las virtudes de cada uno de ellos.

—Ha estado un tiempo raro, ha conocido a alguien. —Y decir aquello le había costado porque decirlo en voz alta, lo convertía en realidad.

—¿Cómo? —El rostro de Mord cambió del hastío a la preocupación.

—Ha conocido a otro, me ha dejado.

El rostro de Mord se quedó como tallado en piedra, tal y como Balan se sentía.

—Estaremos allí mañana, no te preocupes, hijo. —Aquel apelativo saliendo de su boca aún fue casi como un abrazo, uno que estaba necesitado sin haberlo sabido— Seguro que son solo las dudas antes de la boda, todos las hemos tenido.

Balan asintió, pero el gesto de Lance era uno que no podía quitarse de la mente, parecía decidido, parecía sincero, parecía realmente enamorado de otro. Y eso le destrozaba por dentro. Haber recurrido a sus padres podría considerarse un gesto infantil, pero sabía que podían ayudarle a entrar en razón y no tirar su relación por la borda por un tipo que no podía haber conocido durante mucho tiempo.

Él no lo había hecho por ninguno, no lo había hecho por Ali, había recogido sus cosas, lo había enterrado y había seguido con su vida con Lance.

αλφαq

Hacía días desde que envió el clip con Kay, no podía dormir bien, ¿lo habría visto? ¿Le mandaría una contestación?

El estado de excitación en el que se encontraba lo hacía parecer como si estuviera subido a una montaña rusa. Emocionado por comunicarse con Art, triste por la distancia, por lo imposible de su relación, esperanzado por una respuesta.

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