♡ LA PRINCESA Y EL GUARDAESPALDAS ♡ (LIBRO EN ACTUALIZACIÒN)

Capìtulo 25

Kendall

Llegamos al hospital. Bajaron a mi novia de la ambulancia y la llevaron a la sala de urgencias. La llevaron a una sala privada. No pude acompañarla a esa sala ya que el doctor no me lo permitio.

Pasaron minutos, y màs minutos, hasta que se cumplio una hora. Nada que salia el doctor a decir noticias sobre ella.

Hasta que al fin salio y corri a preguntarle por la salud de mi novia.

Kendall: ¿Como esta la princesa? ¿Ella esta bien?
Doctor: No se preocupe, ella esta fuera de peligro. El desmayo que tuvo fue debido a que no se esta alimentando bien. Ademàs, estaba deshidratada, parece que no ha estado tomando mucha agua. Por eso decidimos colocarle una venoclis en la mano para hidratarla. Por eso tiene poca energìa y esas fueron la causa del desmayo. Lo importante es que esta viva. Ella se pondrà bien. Gracias a Dios ya desperto, pero esta con mucha somnolencia, no puede estar de pie por mucho tiempo. Asi que la vamos a hospitalizar, cuando este mejor de salud le daremos de alta. La vamos a enviar a una excelente habitaciòn con todo lo que ella necesita.
Kendall: Gracias doctor, todo lo que me ha dicho me ha aliviado. ¿Puedo pasar a verla?
Doctor: Por supuesto.

Sin pensarlo dos veces entre a donde estaba mi novia y la vi. 
Tenia los ojos cerrados. Me sente en el borde de la cama donde ella estaba acostada. Ella abrio los ojos y me vio. Empezaron a salir lagrimas de sus ojos. Y me dijo lo siguiente:

Perdoname, lo siento mucho. No soy la chica de tus sueños que te mereces. Soy muy dèbil. Perdoname. Enserio perdoname. No se que fue lo que me sucedio. Me siento sin energìa. La inyecciòn que me pusieron me esta dando mas sueño.

Kendall: Mi amor, no hables asi. No es tu culpa que te enfermaras. Todos nos enfermamos. Todos somos seres humanos. No hables y mucho menos pienses asi. Repito, tù no tienes la culpa de nada. Solo necesitas descansar.

Gabrielle: Gracias por entenderme. Gracias, enserio. Eres el mejor novio del mundo.

Kendall: Y tù lo eres para mì. Te mantendrè a salvo. Estas a salvo conmigo. Yo te voy a cuidar en el hospital. Tu padre me encargo eso y lo cumplirè. Ademàs, èl ya aprobo nuestro noviasgo. La prensa no lo sabe aùn. Todo va a estar bien. Eres mi chica.

Gabrielle: ¿Mi padre aprobo nuestro noviasgo? No puedo creerlo. Pense que se opondria y que me prohibiria verte.

Kendall: No, es todo lo contrario. Todo va a estar bien. Ya puedes estar tranquila.

Y la abraze profundamente, ella empezo a llorar. Me dolìa y me partìa el alma verla asi. Pero si ella necesitaba llorar para sentirse mejor. Lo mejor era que se desahogara.

Y de repente se quedo dormida entre mis brasos. La acoste en la cama, la observe y me quede admirando su belleza al dormir. La describo como La bella durmiente y como La rosa de Monaco.

Cuando la miro me enamoro mas de ella de lo que ya lo estoy. Ella lo es todo para mi.

Derrepente el doctor entro y me dijo que iba a trasladar a la princesa a una habitaciòn privada del hospital.

Como se habia dormido a causa de la venoclis, decidi cargarla en mis brasos y llevarla a esa habitaciòn.

El doctor y yo salimos de la sala de urgencias y nos dirigimos al ascensor. Entramos al ascensor y el doctor pulso el piso nùmero 8.

Llegamos al piso 8 y nos dirigimos a la habitaciòn donde iba a estar mi novia.

Entramos al cuarto y estaba todo lo que ella necesitaba. Estaban 2 camas, un baño privado, un sofà, un televisor, una mesa de cama para comer, entre otras cosas.

Acoste a Gabrielle sobre la cama con mucho cuidado ya que aun tenia la venoclis en su mano.

El doctor me dijo lo siguiente: Tienes que quedarte a cuidarla. Puedes dormir en aquella cama o en el sofà. Ella no puede quedarse sola. Ella estaba muy nerviosa, ella estaba temblando por dentro y esa fue la otra causa de su desmayo y por eso le puse esa inyecciòn. Esa inyecciòn la harà dormir, la relajara y la calmarà. Cuando ella despierte se sentira muchisimo mejor. 

Kendall: El rey me pidio que me quedara con ella. Me pidio que la cuidarà.

Doctor: Entonces no hay nada que discutir. Todo esta claro. Tengo que retirarme. Tengo mucho trabajo por hacer y atender a mis otros pacientes. Con permiso.

Kendall: No se preocupe doctor. Yo entiendo.

El doctor salio de la habitaciòn y le hable a mi novia al oido: Mi amor, te vas a recuperar. Yo se que eres fuerte. Falta poco para que recuperes tu salud. Eres mi princesa. Te amo mi dulce rosa violeta.

Despues de decirle eso, me sente en el sofà y me quede despierto cuidando el sueño de mi hermosa rosa violeta. Mi amada novia.
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Buenas noches mis queridos lectores, espero que se encuentren bien. Les traigo un nuevo capitùlo de mi bello libro LA PRINCESA Y EL GUARDAESPALDAS. Espero que les guste. Gracias por su gran apoyo. No se como agradecerles. Sin ustedes este proyecto no seria posible. Les mando un enorme abrazo desde Panamà🇵🇦 Saludos y bendiciones. Los quiero muchisimo. Son los mejores lectores del mundo.

Con amor y cariño,
Argelis Yisel