I Need You By My Side. (Parte 5)

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Aún dándole vueltas a esa decisión de la nueva reina consorte de tener tres damas de compañía, la princesa escogió sus joyas favoritas para asistir a la cena

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Aún dándole vueltas a esa decisión de la nueva reina consorte de tener tres damas de compañía, la princesa escogió sus joyas favoritas para asistir a la cena. Rhaenyra se dirigió al comedor principal del castillo en compañía de Laena, Joffrey y la princesa Rhaenys. La joven Velaryon se sentó justo al lado de la princesa y durante toda la cena Laena estuvo acariciando, excitando y poniendo nerviosa a Rhaenyra. Joffrey se dio cuenta del juego de Laena y como ella estaba torturando a la princesa, pero él simplemente se limitó a disfrutar como Rhaenyra hacía esfuerzos estoicos por seguir el hilo de las conversaciones con la princesa Rhaenys.

—Laena, parad ya —murmuró Rhaenyra sujetando la muñeca de la joven Velaryon para que dejase de acariciarle el interior de sus muslos.

—No puedo evitarlo... Sois irresistible —susurró Laena cuando la princesa Rhaenys se giró para hablar con Joffrey.

—Os cobraré por esto cuando estemos a solas —musitó Rhaenyra llevando el tenedor con una pequeña porción de comida a la boca, evitando reaccionar a la caricia de Laena entre sus piernas.

—Estoy deseando saldar mis deudas —susurró la joven Velaryon con una sonrisa traviesa.

La cena fue para la princesa más larga que nunca. Laena había decidido dar un paso más después de la conversación que ellas tuvieron en la playa y teniendo la seguridad de que ambas se deseaban con misma intensidad. Cuando la princesa Rhaenys decidió que se iría a dormir justo después de la cena, Rhaenyra no pudo estar más feliz. Las caricias de Laena bajo la mesa durante la cena, habían excitado a la princesa hasta casi la tortura. Aun así, ambas se quedaron un rato con Joffrey, hablando de lo mucho que él echaba de menos a Laenor y Rhaenyra le dio la noticia a Joffrey que Laena se había convertido en su dama de compañía. La joven Velaryon también aprovechó la conversación para pedirle a Joffrey que cuidase de su madre, aunque ella intentaría estar pendiente de Rhaenys enviándole cartas a su madre todos los días que ella pudiese.

—Estáis preciosa cuando os enfadáis —susurró Laena cuando Rhaenyra abrió la puerta de su dormitorio.

La princesa se giró lo justo para tomar la mano de la joven Velaryon y guio a Laena dentro de la habitación casi de un tirón. Rhaenyra cerró la puerta de un manotazo y empujó a Laena contra ella.

—Me habéis torturado toda la noche... —musitó la princesa de forma entrecortada y con el deseo recorriendo cada rincón de su cuerpo.

—Eso no es cierto, solo estaba jugando y a vos os encanta jugar...

Los labios de Rhaenyra se adueñaron de la boca de la joven Velaryon. El beso entre ellas se tornó necesitado con rapidez, crudo, cuando la lengua de Laena buscó la de Rhaenyra y con la mano comenzó a acariciar el ardiente sexo de la princesa por encima de la ropa interior. Los gemidos de Rhaenyra murieron en la boca de Laena, quien estaba rendida ante aquella sensación de placer que le provocaba la princesa, cuando Rhaenyra encajó su muslo contra el sexo de la joven Velaryon. La princesa sujetó a Laena por las caderas, al sentir como la joven Velaryon se estremecía de placer.

Fate Of The Kingdoms.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora