Fate Of The Kingdoms.

Gorgeous Beasts. (Parte 3)

Poco antes de la celebración del festín, Rhaenyra volvió a sus aposentos para vestirse para la ocasión. Ella una vez más optó por un vestido con los colores de la casa Targaryen. Tela de seda negra, terciopelo rojo con bordados en mangas y corpiño en negro. Annora le hizo un recogido con varias trenzas y las joyas de Rhaenyra fueron simples para no desviar la atención de la belleza de su vestido. 

Cuando llegó la hora, la princesa se encontró por los pasillos con su padre y con Alicent para entrar juntos al Salón de la Reina en el Torreón de Maegor, el mismo salón donde años atrás se celebró el festín en honor a Rhaenyra cuando ella se convirtió en la jinete de dragón más joven de la historia y fue la misma noche que ella conoció a Alicent.

Desviando su mirada hacia la reina consorte, Rhaenyra se dio cuenta que Alicent llevaba un vestido rojo con mangas negras, también representando en su vestimenta su unión con la casa Targaryen. El vientre cada vez más abultado de la reina consorte le otorgó una belleza especial que a Rhaenyra la cautivó profundamente.

—Estáis preciosa, Alteza... —dijo la princesa Targaryen con una media sonrisa, sin poder evitar el comentario.

—Gracias... —respondió Alicent con la mirada triste.

La nueva reina consorte observó a Rhaenyra de arriba abajo en un gesto disimulado. Para Alicent, la princesa estaba cada vez más hermosa. El mes que pasó Rhaenyra en Marcaderiva había sido beneficioso. Ella se veía más radiante y había recuperado ese gesto risueño que se le marcaba en el rostro, al igual que se había recuperado de las ojeras que antes se extendían bajo sus preciosos ojos violeta. La nueva reina consorte supo sin duda que Rhaenyra estaba feliz al lado de Laena y pese al dolor de saber que la princesa fue capaz de hallar la felicidad lejos de ella, en cierta manera Alicent también se alegró por saber que la persona que amaba era feliz.

Sir Harrold anunció la entrada de Rhaenyra como princesa heredera al trono y ella entró sola al Salón de la Reina. La mirada de Rhaenyra fue directa a la mesa principal donde estaba Laena al lado de la princesa Rhaenys. Todos los nobles se pusieron en pie mientras ella recorría el salón y justo cuando ella llegó a la mesa principal, fue anunciado el rey junto a la reina consorte. Cómo había ocurrido en otras ocasiones, Alicent buscó la mirada de Rhaenyra mientras cruzaba todo el salón y la princesa le aguantó la mirada en un gesto que ninguna de las dos no supo controlar.

Antes de dar comienzo al festín, Viserys dio un discurso sobre la importancia en la unión de las dos casas supervivientes de la Antigua Valyria, así como el poder que residía en el control de los dragones. El rey fue plenamente consciente de que en aquel momento Lord Corlys poseía no solo la flota más poderosa de todo Poniente, sino que por primera vez en la historia los Velaryon poseían bajo su control más dragones que los propios Targaryen. Pero pese a todo, Viserys continuó negándose a luchar al lado de Lord Corlys por los Peldaños de Piedra siguiendo el consejo de Otto Hightower.

Durante la cena, Laena y Rhaenyra compartieron sonrisa y leves caricias solamente apreciables entre ellas dos, aunque Alicent se dio cuenta en más de una ocasión y Harwin Strong también fue capaz de detectar esas muestras de afecto entre ellas dos. Aquel día fue la primera vez después de un mes que Harwin y Rhaenyra volvían a encontrarse, por eso cuando el mayor de los Strong pidió bailar con ella, la princesa no se negó. 

En el momento en que Rhaenyra camino hacia el centro del salón acompañada de Harwin, la nueva reina se giró para ver los gestos de Laena que no apartó ni un instante la mirada de la princesa. Esa mirada fija de la joven Velaryon le confirmó en cierta manera las sospechas de Alicent sobre esa supuesta relación entre Rhaenyra y Harwin Strong.

—Estáis preciosa... cómo siempre —murmuró Harwin cuando se juntaron durante los pasos de baile.

—Gracias, vos también tenéis buen aspecto.