Fate Of The Kingdoms.

Aegon's Landing Day. (Parte 3)

Cuando Rhaenyra entró en los aposentos de Laena, se dio cuenta de que los rumores dentro de la Fortaleza Roja viajaban más rápido que sus propios pasos. Dentro de la habitación de Laena se encontraba la princesa Rhaenys en compañía de Alysanne Blackwood y Sabitha Vypren que ambas parecían aún asombradas después de presenciar la buena sintonía que había entre Alicent y Rhaenyra esa misma mañana. También la breve confrontación de la reina con Rhaenyra en el patio llegó a los oídos de las presentes en aquella habitación.

—¿Qué os ha ocurrido con la reina? —preguntó Laena cuando Rhaenyra se sentó a su lado.

—¿A qué os referís? —repuso la princesa dejando un beso en la frente de la joven Velaryon, tratando de no pensar más en Alicent.

—Vos y la reina habéis discutido enfrente de varios nobles en el patio interior —contestó Rhaenys observando fijamente a la princesa.

—No fue nada, una desavenencia entre ella y yo, nada más.

—¿Acerca de qué? —preguntó Laena mostrándose inquieta y no solo por el dolor en su vientre.

—El príncipe Aegon... —mintió Rhaenyra huyendo de la mirada de Laena.

—Es su hijo y Alicent lo criará como ella desee —comentó Rhaenys creyendo la mentira de la princesa.

—Es una pena, esta mañana parecía que estabais muy bien juntas —comentó Lady Sabitha de forma inocente, pero su comentario despertó la sospecha en Laena.

—En todo el tiempo que llevo en la corte, yo jamás había visto a la reina tan amable y agradable con vos —añadió Alysanne Blackwood mostrando su asombro y su duda.

Laena miró a Rhaenyra y se dio cuenta de que la princesa estaba nerviosa. La manera que tenía Rhaenyra de rehuir de su mirada o de juguetear con sus anillos eran síntomas claros de que algo ocultaba, pero la joven Velaryon no quiso abordar el tema enfrente de todas.

—Alicent es una experta en protocolo y durante años nosotras trabajamos juntas en las celebraciones, festines y torneos —replicó la princesa en un tono calmado y despreocupado, pero por dentro seguía igual de nerviosa.

La mirada de la princesa buscó la de su amiga Alysanne. La joven Blackwood y Rhaenyra habían hecho una buena amistad. Ambas disfrutaban de practicar con el arco, las dos eran más afines a cabalgar y sobre todo Rhaenyra confiaba en lealtad de Aly. La princesa todo aquello que no se atrevía a contarle a Laena sobre Alicent consiguió desahogarse con la joven de las Tierras de los Ríos, por eso Alysanne sospechó de ese acercamiento de la reina a Rhaenyra.

—Tal vez Alicent fue tan agradable porque es consciente de que mañana vosotras os vais de la capital y no volveréis hasta dentro de un año —comentó Rhaenys tratando de suavizar la tensión entre su hija y Rhaenyra.

—Princesa Rhaenyra y princesa Rhaenys, dentro de poco se os espera en el Gran Comedor del Torreón de Maegor para la comida con el rey —avisó Annora tratando de no interrumpir.

—Otro año que seremos muy pocos alrededor de la mesa durante esa comida —dijo la princesa refieriendose a la ausencia de Laenor, Corlys y Daemon por estar en la guerra.

—Los Hightower al completo están invitados para así ocupar ellos los sitios vacíos —repuso Laena con cierto desprecio y tratando de controlar su dolor.

En ese instante el Gran Maestre Orwyle entró en la habitación de Laena llevando en sus manos el vino del sueño. Alysanne y Sabitha aprovecharon la interrupción del Gran Maestre para despedirse de la joven Velaryon y así dejarla descansar en compañía de Rhaenys y Rhaenyra. Mientras el Gran Maestre Orwyle le explicó a la princesa Rhaenys los efectos del vino del sueño, Rhaenyra se acercó a Laena con un nuevo camisón y vendajes limpios. La preocupación se dibujó en el rostro de la princesa, y también un brillo extraño en sus ojos violetas. En ese momento Rhaenyra no quiso pensar en Alicent porque sabía que Laena necesitaba ayuda para aliviar su dolor.