An Impossible Choice. (Parte 1)

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Los casi tres meses posteriores a la muerte de la madre de Alicent, irónicamente fueron los más felices que jamás había vivido la joven Hightower. La relación de ella con Rhaenyra cada día fue más sólida. La confianza entre ellas fue absoluta y la complicidad entre ambas dos fue algo palpable en muchos momentos. Alicent sentía que conocía a Rhaenyra como muy poca gente era capaz. Entre ellas solo hacía falta una mirada para anticipar el siguiente movimiento, haciendo de su conexión algo único.

Durante ese tiempo las dos jóvenes tuvieron que idear un plan para poder dormir juntas en la misma habitación, sin levantar demasiadas sospechas, sobre todo cuando una nueva doncella comenzó a trabajar para la princesa. Annora había sufrido un pequeño accidente con la mala suerte de haberse hecho mucho daño en una pierna, que le impidió a la doncella por un tiempo subir escaleras o caminar con soltura. Así que la reina decidió contratar a Talya para reemplazar a Annora como doncella de la princesa durante el tiempo que Annora estuviera convaleciente de su herida en la pierna.

Mientras ellas idearon dicho plan, Rhaenyra estuvo tentada a confesarle a Alicent sobre la existencia de los túneles secretos de la Fortaleza Roja que comunicaban a casi todas las habitaciones unas con otras, pero ella supo que si le hablaba sobre los pasadizos ella también terminaría confesándole sobre sus escapadas nocturnas con Daemon y la princesa no quiso enfadar a la joven Hightower con la verdad. Así que a ellas no les quedó más remedio que contar con la ayuda de Sir Criston Cole para que no las descubrieran durmiendo juntas.

El joven guardia real jamás llegó a imaginar o a cuestionar lo que hacían las dos jóvenes por las noches. Para él simplemente era algo entre mejores amigas, que se hacían compañía y Criston jamás aceptó que se rumorease nada entre los demás guardias reales sobre lo que ocurrían en los aposentos de la princesa. Aunque tanto Rhaenyra como Alicent deseaban dormir juntas todas las noches, ellas únicamente podían hacerlo cuando Sir Criston tenía la guardia de la noche.

Aquella mañana Alicent se despertó en sus aposentos y se apresuró para cumplir con sus labores de dama de compañía. Habían pasado unas pocas semanas desde el accidente de Annora y aún ella se estaba acostumbrando a trabajar con Talya. Aunque ella no era igual de eficiente como Annora, la joven doncella se esforzaba y hacían bien su trabajo. Con el pasar de los días, la joven Hightower comenzó a conocer a Talya y a tenerle un poco más de confianza.

Tanto Alicent como la nueva doncella se encontraron en los pasillos del Torreón de Maegor y fueron juntas a despertar a la princesa. En la entrada a los aposentos, esa mañana estaba haciendo guardia Arryk Cargyll, aunque ambas lo confundieron con el hermano gemelo del guardia real, Sir Erryk. Él cuando las reconoció no tardó en dejarlas pasar a la recámara de Rhaenyra. Una vez dentro, Alicent se encontró a Rhaenyra revolviendo todo su escritorio intentando buscar algo.

-Princesa, ¿estáis bien? -preguntó Alicent dándose cuenta de que Rhaenyra no se había percatado de su presencia dentro de la habitación.

-He perdido mi diario -contestó la princesa bastante agobiada-. No encuentro el diario por ningún sitio.

-Os ayudaré a buscar -repuso Alicent uniéndose a la princesa en la búsqueda del diario, pero antes le pidió a Talya que le preparara un baño a Rhaenyra-. ¿Cuándo fue la última vez que visteis el diario?

-Hace unas semanas escribí por última vez, pero no logro recordar si fue antes o después del accidente de Annora -respondió la princesa mirando nuevamente en los cajones de su escritorio y pensando que quizás su tío podría estar detrás de la desaparición de su diario personal.

-¿Pensáis que Talya pudo tomar vuestro diario? -inquirió nuevamente Alicent algo confundida, continuando con la búsqueda del diario.

-Sería lo más lógico, pero tampoco estoy segura si lo perdí antes o después de que Annora fuese reemplazada por ella y yo no me atrevo a acusar a una pobre chica que quizás es inocente. Además, lo único que falta es el diario. Las cartas de Visenya, mis joyas y demás pertenencias están intactas.

Fate Of The Kingdoms.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora