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El comienzo del liderazgo y de la destrucción

4 días después

Me desperté poco a poco y sabia que era madrugada al no escuchara nadie hablando ni caminando por la zona; un dolor monótono en mi cabeza fue aumentando cuando mi cuerpo se fue despertando, un dolor soportable que con el tiempo se vuelve lo contrario: insoportable, me incorpore de la cama y miro como ella sigue durmiendo en la cama.

Pasaron las horas y ya era de día, un nuevo día para empezar con ver que podía hacer para apoyar la comunidad, como normalmente hago con eso de ir en búsqueda de nuevas plantas o semillas para cultivar, para recordar que los enlatados era mortal digerirlos. En el desayunador tomando una taza de café mientras veo como se alista para ir a enfermería y trabajar, viendo como Enid, doctora de Alexandria es una de las personas más importantes para las personas que día a día se enferman, siento que si el mundo fuera como antes ella podría ganar millones por curar gripes de niños que no hacen caso al decirles que se abriguen.

Nos despedimos y me quedo bebiendo mi café esperando que una misión se dé, pensante y viendo imágenes de mis familiares siendo otras personas, mis amigos en un futuro como Manson y su hija junto a Sabrina, Ulises con un hijo siendo padre soltero y yo, cosa que ni siquiera mi mente es capaz de ver por lo atormentando que estoy de todo, por todo. Escucho un grito desgarrador de Enid y me levanto de la silla solo para escuchar detrás mía como la taza de café cae al suelo en miles de pedazos.

Salí de la casa y lo primero en ver fue a una muchacha pelear contra un caminante, asustado de no verlo, si no de verlo dentro de los muros ya que nadie lo había detectado; me acerqué al muerto y con mi cuchillo partí a la mitad la cabeza de blandos huesos, dejando a la muchacha en paz, le extendí mi mano y ella negó con los ojos llorosos, luego jalo del cuello de su blusa y me enseño una mordedura sin retorno, sin cura, ambos sabiendo que su vida iba a terminar en este momento. La chica me pide que le dispare, sostengo su cabeza y le pido lo siento por compromiso y por respeto para luego clavar mi cuchillo detrás de su nuca.

Una cantidad muy anormal de gente vino a ver el escenario.

—¡Alertar a lo Alexandrianos que nadie salga de su casa! —grité y los que estaban se iban y se entraban a sus casas como pedido, otro grupo de guardias se quedó junto a mí —, Ustedes, ver si ni otro ha quedado suelto, verificar cada rincón ¡Ahora! —ellos asienten y se van corriendo a diferentes direcciones —. Los demás ir de casa en casa para verificar si nadie fue mordido, dado el caso avisar de alguna manera, ir en binomios.

Salí corriendo hacia la entrada para verificar si las puertas no están abiertas, pero no fue el caso y le pregunté a Eugene y Gabriel si vieron algo extraño, ellos ya saben lo sucedido pero que bajo su guardia nada entró ni salió.

Los que revisan casas van saliendo de las mismas y no dan aviso de alguien infectado, al igual que los guardias que van corriendo de un lado a otro para ver si uno de los caminantes se ha ido de nuestras manos, pero no recibo señales, mi padre no está por ninguna parte y recuerdo su misión con los de Oceanside por obtener algo de pescado por fruta y verdura que se cultiva por aquí.

Un caminante sale saltando de la maya y cae quebrándose las piernas, me acerco rápido y lo remato con mi cuchillo.



—Necesitamos más guardias —recomiendo ante la magnitud de gente que me mira desde la entrada de Alexandria —, logré ver como el caminante que maté a tiempo saltó el muro —los murmuros y cuchicheos comienzan a resonar alrededor y eso no me deja par...

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—Necesitamos más guardias —recomiendo ante la magnitud de gente que me mira desde la entrada de Alexandria —, logré ver como el caminante que maté a tiempo saltó el muro —los murmuros y cuchicheos comienzan a resonar alrededor y eso no me deja parar de hablar —. No entiendo si alguien los está lanzando, y suena absurdo, pero esperemos que no sea así... pero si comienzan a escalar los muros tendremos que prepararnos.

—¡Eso es ridículo! —grita una voz varonil desconocida.

—Acabo de decirlo —repito ante su respetuosa opinión —sea lo que sea es peligroso, requerimos de más guardias.

La gente comienza a preocuparse y otros a ofrecerse para tener más vigilancia, sin rechistar acepto su propuesta y les indico que es lo que deben hacer ante tal situación. Al final se juntaron doce más para hacer guardia y los divide para proteger de punta a punta la comunidad.

Luego de unas horas platicando con Eugene y escuchando como ambos alagan mi plan sobre cubrir cada espacio de Alexandria, los tres miramos como mi padre regresa junto a Michonne y Judith en carro, les dieron permiso al igual que el otro carro desconocido que iba detrás de ellos. Saludamos y los hombres bajaron del carro para reconocer que eran de Hilltop mandados por Maggie; una cordial bienvenida llena de caras intensas de preocupación e intriga, que por mi parte la mía también empieza a tornarse con el mismo sentimiento.

Por obligación le conté todo a mi padre y cómo fue que unos caminantes nos invadieron y que perdimos a una de nosotros, al contar esto las miradas de los hombres de Hilltop se veían entre sí como si fueran a conectar hilos con lo sucedido. Mi padre con todo el respeto los invito a su oficina, y los habitantes invitados junto a mi nos fuimos a dicho lugar para hablar a mas privado tal como solicito uno de ellos antes de recitar la información.

Nadie tomo asiento, solo mi padre en la silla sobresaliente de toda la sala, yo tampoco me indigne a tomar asiento por respeto.

—Bienvenidos, seguro Maggie los ha mandado para alguna información —supuso mi padre, los invitados se vieron entre si y luego asintieron —, bueno, y díganme...

Ninguno de los de Hilltop dirigía la palabra, sus gestos nerviosos era de saberse que la información no era nada bueno, ni nada nuevo, sentía que las miradas perdidas incluso caían sobre mí.

—Maggie nos mandó para hacerle saber algo —admitieron con tono serio, luego se dirigió a mí con la cabeza —, más que todo a Carl Grimes —mi padre y yo nos miramos con confusión, sin saber porque yo era el protagonista sobre todo esto —. Hace justo un día a estas horas, un grupo terrorista nos atacó, varios heridos y por suerte ningún muerto.

—Bueno, supongo que eso es bueno ¿no? —comento ansioso, nervioso, y me gano la mirada de todos los que están en la sala —, pero... ¿por qué a mí?

—Joven Carl, su amigo Manson García fue secuestrado por uno de los terroristas, su esposa se libró de ellos, pero ahora está en estado delicado ya que podría perder él bebe.

Suavemente tome asiento a la silla más cercana, aturdido por lo que acaba de procesar, sin entender cómo fue que paso eso y ni siquiera quiero pensar en lo que le pueden estar haciendo ahora, ni cómo reaccionar y sin saber si puedo tomar la cordura restante que me queda aún en pie izquierdo.

—¿Joven Carl? —pregunto preocupado una de las voces, solo levanté la cabeza y me encontré con la realidad —¿Se encuentra bien?

—Definitivamente no —respondí sin pelos en la lengua —, iré con ustedes ¿Ya han hecho algo por su búsqueda?

—Ulises McGraw ha sido el primero en ir por su paradero.

—Bien, iré con ustedes y apoyare con su búsqueda

ASESINO SERIAL 2 || C.G +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora