Verte de nuevo es lo que mas amo y odio
Seguimos caminando en medio del bosque el cual nos indica la ubicación, apenas saliendo del mismo podíamos ver una ciudad abandonada por el pie humano y que los caminantes aun no nos podían oler por lo tanto ni se nos acercan; sentí el toque de Daryl y fue tras el a paso rápido sin llamar la atención de la muerte.
Pasamos un edificio y nos adentramos al mismo cerrando la puerta de metal tras de nosotros. Deje mis cosas y me senté en el suelo con la respiración a mil, todo aquel recorrido me tenia agotado.
—¿Todo bien? —interroga Daryl quien se coloca a mi lado y me toma del hombro —, hemos llegado.
Asiento a puras penas y me dejo llevar de la tranquilidad, de salir de la devastadora carrera que tuvimos para escapar de una horda controlada por los susurradores. Dos personas se asomaron en mi vista borrosa y por reflejos desenfundo mi arma y apunto hacia ellos: Daryl con su mano baja el cañón y me indica que están de nuestro lado, menos mal.
Aun tirado en el suelo veía a mi amigo y a la chica de tez morena hablar con señas, la sordomuda que tanto me hablaba y que al verlo junto a ella se nota la felicidad en su sonriente rostro, pensar que al fin lo veo feliz a lado de alguien que no fuera de nuestra familia era raro, increíble. Ella nos guio hasta arriba de el edificio, entrando y topándonos con el inmenso vacío que el lugar ofrece, solo vigas de metal y grandes pliegos de plástico blanco cuelgan del techo.
Nos acercamos a una caja subterránea que cuando la chica levantó la tapa enseño varias provisiones, contando que estás las usaba como otra opción por si llega a perder su mochila o en situación de peligro pues se ubica en el sitio.
—Ire al baño —aviso y los dos se me quedaron viendo, Daryl entiende y luego le explica con señas a su amiga.
Bajo los pisos que subimos del edificio hasta ver la entrada de la construcción, abrí con cuidado y salí hacia alguna zona segura que pudiera estar tranquilo, no podía seguir así, pensando y recordando a todos los que perdí, que a pesar de todo aun no puedo dejar de pensarlos por un dia o dos, aun cuesta y duele.
Ni siquiera eran ganas de ir al baño, solo quería respirar para calmar mi desconsolada mente. Tomé asiento en una de las bancas abandonadas que rechinan por mi peso y me quedo en el lugar; escucho pasos atrás mía y se que no son de caminante y tampoco de alguien que quiera atacarme, solo viene hacia acá.
—Daryl esto no es buena idea, es un suicidio quedarse ahí —comento dándole la espalda.
—¿Daryl? No veo a nadie más que tú y yo.
Volteó en un rápido movimiento pero me noquea sintiendo un infierno en el lado derecho de mi cara, dolor que me deja aturdido y desconcertado, viendo como se acerca a mi y me toma de los pies para arrastrarme hacia el callejón en el que antes estaba. Mi cuerpo desfallece a cada segundo y aunque quisiera no puedo actuar, solo sentir y ver que me llevan lejos.
Desperté y me tope con la oscuridad infinita, aun confundido por el golpe y mareado traté de salir del lugar, regresando al sentir mis muñecas amarradas hacia la espalda del mueble y mis tobillos igual de atados. Aun no podía recordar mayor cosa, solo se que iba al baño y que me noquearon, pero jamás vi un rostro.
Una luz blanca se prendió sobre mi y pude ver mas allá de mi alrededor, seguramente es una bodega en la que me tenían atado. Solo pude escuchar pasos que vienen hacia mi y luego entre la oscuridad veo a alguien acercarse, viendo como se enseña y lo reconozco cuando la luz golpea su cuerpo.
—Tú otra vez...
—El mismo, soy Negan —se coloca de cuclillas frente a mi y me agarra una pierna —, un placer verte de nuevo.
No iba hablar con él, cerré mi ojo esperando con deseo que hiciera algo con mi cuerpo: torturar, mutilar, matarme, sea lo que sea solo lo espero. Abrí mi ojo cuando sentí que quitó su tacto de mi pierna y veo como tiene otra silla la cual coloca a unos metros de mi.
—Entiendo que no quieres hablar conmigo, lo siento por lo de tu hermana, no pude lamentarlo porque alfa me iba a matar —asiento con la cabeza y me dedico a ver a otro lado menos a él —. No sé que pasó después de que me fui...
—Es mejor que no lo sepas —contesto hostil.
—¿Y tu esposa...? —pregunta apenado, aprieto los puños al igual que los labios, sintiendo picor en mi garganta —. Carl, realmente lo siento...
Lloré en silencio con la cabeza baja, ahogando mis sollozos y sin poder evitar los espasmos: perderla aun me afecta demasiado y solo recordarla es doloroso. Sentí sus dos manos en mis piernas y lo mire enojado con lagrimas en mi único ojo, algo que pudo notar Negan que acto seguido se aleja de mi lentamente.
—La mataron, mataron a mi esposa e hija —informo con la voz quebrada —, si me ataste para matarme déjame decirte que te estas tardando.
—Lo siento chico por lo de tu esposa. Dios... ibas a ser padre...
—¡¿Puedes dejar de hablar!? —imploro desesperado, pidiendo que deje de hablar del tema —, no quiero tus lamentos, solo hazlo, mátame.
Negan se levanta de su silla y se aleja de mi yendo hacia la oscuridad desapareciendo de mi vista. Trato de acercar mi bolsillo trasero hacia mis manos atadas para poder sacar la hoja de cuchillo para poder cortar las sogas de mis extremidades, sintiendo como solo las yemas de mis dedos logran rozar con la hoja suelta y a veces cortándome en el intento.
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ASESINO SERIAL 2 || C.G +16
Science FictionAquella noche entre el fuego y destruccion Carl había sobrevivido ante el ataque de Negan y sus hombres tanto a él como a la comunidad de Alexandria la cual su padre hizo de todo para mantenerla de pie. Él dia tras dia agradecia por estar con vida...