Las adicciones así empiezan
Tres días después
Alexandria
Fui a la casa de mi padre para ir a verlas, suspirando pesado para que aquel aire diera una relajación en mis emociones y cuerpo. Las puertas se abrieron y la primera en aparecer fue Michonne con una cara aun deprimida pero que de ella cuelga una linda sonrisa, nos abrazamos de manera sentimental al pasar por ambas luchas; pregunto por mi hermana y quedé sorprendido al saber que ella se encuentra en su habitación, porque la mayoría de veces estaba con su amiga.
Subí las escaleras hasta toparme con la puerta que ahora está decorada de flores más detalladas y que la pintura blanca no pudo tapar al cien los tachones de crayón que ella una vez hizo a sus cortos tres años. Toque la puerta y con tardanza recibí el permiso por parte de su voz gruesa, giro de la manija y asomo la cabeza para ver su interior: mi hermana estaba en su tocador peinando su cabello ahora castaño y liso, ella me voltea a ver y luego se dedica a su pelo.
—Hola hermanita —saludo mientras me acomodo en su cama, viendo de lejos como se peina el cabello con detenimiento y cuidado, sintiendo su mirada a través del espejo.
—Hola —responde seca, mierda
No sabía cómo iba a empezar ahora, quizás se ha enterado por otra boca y ya no me correspondía nada, no ahora.
—¿Qué tal tu día? —pregunto con curiosidad sin perder el semblante de tranquilidad intentando no caer de nuevo en el sufrimiento.
—Desde que no está papá son pura mierda —contesta.
—Judith esa boca —corrijo subiendo el tono de mi voz hasta sentir que era un regaño, ella se voltea dejando lo que estaba haciendo para dedicar a verme.
—Es verdad.
—Lo sé pero no es razón para decir esas palabras ¿queda claro? —no responde y solo rodea los ojos provocando en mi molestia ante su actitud tan rebelde —, Judith, dije: ¿Queda claro? —regaño nuevamente y ahora solo asiente con la cabeza —... Te entiendo... solo, quería ver cómo estás-
—Mal Carl, mal, extraño a papá y solo han pasado días, lo extraño tanto —exclama llorando mares, su estado cambio tan rápido que me llega a impactar y a doler a su vez.
Se me acerca a mí y me abraza necesitada, no rechiste y solo como pude la enredo en mis brazos tratando de cubrirla, acariciando su espalda agitada por su llanto
—Quiero que papá regrese, extra-tras-a
—Tranquila Judy, tranquila corazón —pido apaciguado y ella deja de hablar, sus espasmos son tan fuertes que ni siquiera puede formular algo sin ahogarse en el intento —, tienes a Michonne, a Gracie, a mí.
—¡Pero yo quiero a mi papá!
—Yo también lo quiero, hay que ser fuertes por él, papá no quiere vernos a ambos así —siento como comienza a relajarse —, lo siento por no estar para ti, perdóname.
Se separa de mí y con sus mangas comienza a limpiarse las lágrimas, por mi parte solo tenía aquel nudo en la garganta por querer verme fuerte ante sus ojos y poder transmitir esa misma fuerza por ella; Judith me mira con una sonrisa temblorosa y se fija en mi sombrero.
—Yo también tengo algo de papá —se acuesta en el suelo para sacar una caja de zapatos y de ella saca su revólver, me lo extiende y lo tomo con delicadeza —. Tío Daryl se lo dio a mamá y mamá me la dio a mí.
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ASESINO SERIAL 2 || C.G +16
Ficção CientíficaAquella noche entre el fuego y destruccion Carl había sobrevivido ante el ataque de Negan y sus hombres tanto a él como a la comunidad de Alexandria la cual su padre hizo de todo para mantenerla de pie. Él dia tras dia agradecia por estar con vida...