ASESINO SERIAL 2 || C.G +16

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En medio de la oscuridad puedes ver morir aquello que te dio luz

Abro mi ojo y lo primero que veo es a un hombre con cara de caminante. Me sobresalté y retrocedí, pero algo me detuvo, amarrado a una viga de madera con las manos a la espalda, viendo a mi alrededor que me encuentro en un establo de caballos. Recuerdo todo y comienzo a buscar algo para cortar las cuerdas, viendo esperanzado a unos centímetros de mi pie un machete.

—Buenos días princesa —me congelé al escuchar una voz ronca, luego de ver como el dueño de la misma se planta de cuclillas frente a mí con piel de caminante.

—¡Enid! —grité, pero no hay respuesta —. Llévame con ella —ordeno desesperado, él solo se ríe

—Tranquilo Grimes, tu novia está bien... De momento —una silueta negra aparece entre la oscuridad y mientras camina su cuerpo se ilumina con la tenue luz de la luna, alfa, la reconozco —. Hola.

—¡¿Como que de momento?! —pregunto alterado entre gritos mientras trato de zafarme de las cuerdas —¡suéltame! ¿Qué quieres de mí? —sigo gritando y ella solo sonríe cínicamente.

Una tercera persona logro ver detrás de alfa, silueta que poco a poco se acerca a mí con un machete en manos, entrecerré mi ojo para poder ver más con claridad y maldije a los dioses al saber quién era, grité airado expulsando mi rabia y gruñendo mostrando los dientes sin saber cómo fue que logró escaparse y quien lo permitió.

—Hola Carl Grimes, un gusto verte de nuevo —saluda Negan quien se saca la máscara —, me enteré que ibas a ser padre, lastimosamente mi pajarito murió y no supe más de ti... agradezco que ella me haya dejado salir, solo esperaba el momento perfecto para poder escapar y cobrar cada vida.

Negué con la cabeza al dar quien era el pajarito que tanto decía Negan, mi hermana le pasaba información a él y que también lo había liberado antes de haber muerto, aun no podía creer como paso todo esto sin darme cuenta. Mirando fijamente a Negan que sonríe de oreja a oreja con el machete en manos mismo que lo columpia de un lado a otro, prometiéndome que lo iba a matar.

—Dieron batalla, mataron a cuatro de los míos, eran buenos muchachos —informa alfa mientras mira a beta, el mencionado asiente a cada palabra que su perra dice —, tendremos que hacer un... Empate.

—Empezando con ¿Cómo se llama? ¿Enid? 

—¡A ella no por favor! —exijo entre el desesperado llanto, pataleando por querer salir de aquí —¡Enid! ¡cariño! ¿me escuchas? —no recibí respuesta, solo escuché como los tres hijos de puta reían a carcajadas.

—Beta... Llévalo, ya sabes como —el mencionado se acerca a mí y corta las sogas de mis manos, siento una mano en mi cabello y lo jala hacia arriba, el dolor me obliga a levantarme, pero con los pies amarrados es complicado —. Y tu Negan, retírate, te necesito cuando todo termine —, sin saber a que se referían, Negan asiente y se despide de todos e incluso de mi.

—¡Duele, basta! —demuestro mi dolor con mi voz afinada, pero esa cosa no me hace caso y sigue jalando hacia arriba —¡Aahhh mierda! —siento una mano que recorre mi cuello y presiona con fuerza haciendo que baje al suelo, pero tengo el pelo que lo jala hacia arriba y no puedo hacer nada.

Grito agonizante por el dolor que me están causando, siento mi ojo arder como fuego y mi corazón que va a mil por la desesperación de la situación, la traición, la adrenalina y la rabia que se mezclan para joderme; siento que me dejan caer al suelo y caigo de cara contra la tierra haciendo que mi nariz sea la primera en tocar, sintiendo en segundos como toda mi cara comienza a doler y algo caliente baja por mi nariz hasta caer a mis labios, saboreando lo metálico de la sangre.