ASESINO SERIAL 2 || C.G +16

21

Aguas calmadas

Desperté y lo primero fue abrazar a Enid esperando que su calor me calentara un poco, pero sentir que solo mi mano se fue de largo me asustó por unos segundos, luego caí en cuenta que no estaba. Mierda, maldigo este sentimiento de soledad desagradable, siento que vuelvo a tener quince años.

—¡Carl, ya vine!

Tan solo escuchar su voz me hizo levantar de la cama de golpe y salir de la habitación para llegar hacia ella, mientras bajaba las escaleras la veía parada en la entrada de la casa con un montón de bolsas con hojas que sobresalen de las mismas; ignoré su contenido y le di un beso a mi amada como bienvenida.

—Tan guapo hoy, esos calzoncillos te quedan bien —alaga viendo por debajo de mi cadera, notando que solo tengo una polera grande y un calzoncillo azul —, hace unos minutos me encontré a tu padre, quiere verte.

—¿Ahora?

—Si Carl, ahora.

Bufé en un berrinche al saber que no iba a poder seguir durmiendo, subí las escaleras a regañadientes y veo como ella me mira con una sonrisa burlona. Me coloqué mi franela azul océano y uno polo gris junto a unos vaqueros azules que vi de primeras, cinturón junto a todas mis armas y coloque mi pistola atrás de mi espalda, baje las escaleras y me despedí de Enid que de pronto empezó a cocinar a plenas once de la mañana. No le di importancia y salí corriendo hasta la casa de mi padre que él también iba de salida y nos topamos en el porche de la vivienda.

—Buenos días.

—Hola hijo, buenos días, entra si gustas —ofreció mientras alza su mano hacia la puerta, me adentro y me quito el sombrero por educación.

La primera en verme es Michonne que se acerca a mí a darme un abrazo y un beso en la mejilla, con la mirada buscaba a Judith, pero mi hermana no aparecía; Michonne se dio cuenta de eso y me aviso que ella no estaba y que se encuentra con su amiga en la casa de Aarón.

—Es bueno verte de nuevo muchacho —Cantarina con voz falsamente elegante, delicada.

—Es un placer verla de nuevo señorita —contesto con el mismo tono para luego reírnos a carcajadas.

—Carl, te tengo que decir algo, pero no te alteres —exige con seriedad, tensándome en el momento ante el cambio tan repentino de ambiente.

—Prometo no decir nada —respondí en un susurro, luego veo como alza su mano con el meñique el cual lo acerca a mi persona —, lo prometo —entrelazamos meñiques.

...

...

—Michonne por favor.

—Estoy embarazada —abrí los ojos como platos y retrocedí un paso por lo perplejo que me encontraba —, y si, es de tu padre.

—Dios santo... —fue lo único que logre decir entre mi asombro —, felicidades Mich, vas a ser madre —rodeo la mesa para llegar a ella y abrazarla.

Detrás de nosotros apareció mi padre con un café en manos, sin entender porque nos encontró abrazados: una llorando y otro feliz, luego la morena le informa que me ha contado y él se une a nuestro abrazo familiar, felices del nuevo integrante de la familia. Nos quedamos en la mesa por un buen tiempo hablando sobre el bebé y que nombre le iban a poner sea cual sea el sexo que sea, unos nombres más bonitos de otros, pero no era nadie para decidir el nombre del nuevo familiar.

Me despedí de ellos y abracé a mi padre dándole las felicidades por ser padre por tercera vez, con una sonrisa de oreja a oreja me fui de su casa para ir a la mía, esperando con ansias poder contárselo a mi esposa, a la única que le puedo contar todo.