59

111 3 6
                                        

Un final nada parecido a lo planeado





7 años después

Carl Grimes 31 años

La Nueva Alexandria,



Fuimos hacia aquella montaña, tu lapida quedó hermosa como tú en vida lo fuiste, preciosa como la flor morada que tanto te gustaban, el morado con una luz tan brillante como lo fueron tus ojos, llenos de vida y luz, tus ojos verdes que aún sigo viendo en mis sueños y que cuando despierto solo maldigo al darme cuenta que solo fue mi imaginación y que no podía verlos en mi realidad. Te sueño, te veo en todas partes, te deseo cada vez que duermo entre tus sabanas favoritas con estampado de estrellas moradas, te anhelo a mi lado y no sabes cuánto me duele que no lo estés y que no pude hacer nada para poder evitar tu muerte, duele tanto tu partida... cuando dije que no podía ver un futuro sin ti, no miento, pero ya lo siento, puedo ver un futuro, mi futuro al lado de una niña.

Recuerdo aquella discusión con Maggie cuando me dijo que no entendería su situación y que comprendiera que su arrebato le dolía tanto, en ese momento decía que era egoísta. Ahora solo puedo decir que la entiendo y que perdí la cabeza cuando también me arrebataron tu compañía de la manera más injusta, pero lamento decirte que ahora es tarde para decir que la entiendo, porque ella murió junto a Herschel siendo perseguidos por una horda.

Extraño tu mirada cada mañana, tu sonrisa, tus mejillas, tu piel, tu delicadeza, tus labios en los míos, tu confianza, extraño tu ser, anhelo volver a tocarte de la manera más delicada hasta la más sucia, deseo poder verte de nuevo y que deje de atormentarme en tan solo un recuerdo tuyo, solo presentir que te tengo a mi lado porque aún me niego a soltarte, desde que Sabrina insiste que seamos algo pude saber que no puedo amar a otra mujer que no seas tú, Enid.

Mi amada, mi vida, mi amiga, novia y esposa, te extraño, no sabes cuánto, aun siento tu aroma en mi cama y tu esencia en tu ropa que aun guardo en una pequeña parte de mi armario. Enid, te amé, te amo y te amare hasta que mi vida sea arrebatada, para amarte una segunda vez en la vida eterna.

—¡Papá! Oye papi, quería... ¿Por qué lloras? Los héroes no lloran —reprocha en un puchero.

—Créeme Scarlett, ellos también lloran —informé mientras me limpio las lágrimas con prisa.

—¿Lloras por ella verdad?

—Si corazón, pero hay que ser fuerte por ellos ¿Okay? —ella asiente sonriente, viendo su reflejo en ella —, hasta cierto punto, te pareces a ella.

—¿Ella tenía mis ojitos verdes? —pregunta señalando sus ojos con su dedo, asiento y mi hija sonríe —, Papi, me duele el estómago.

—¿Por qué? ¿Qué comiste? —preguntó alterado mientras toco su barriga.

—La tía Rosita y Coco hicimos galletas, creo que voy a morir, si muero es culpa de Coco —avisa haciendo una mueca en sus labios, una sonrisa nasal escapó de mi al escuchar la sentencia que hace en contra de los Espinosa.

Así son los niños, bipolares. Me pidió que la bajara y eso hice, tan solo tocó el suelo ysalió corriendo feliz al ver una mariposa morada volando por el campo, Scarlett corría queriendo atraparla, me quedé parado expectante como ella corría detrás del insecto llamativo, alzando sus manos por querer atraparla y fallar en cada uno de sus intentos, sonriendo al ver que solo hace un puchero al no poder agarrarla.

ASESINO SERIAL 2 || C.G +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora