Deja de prometer
Desperté de golpe y por conciencia me volteo para ver el otro extremo de la cama, dándome cuenta que a mi lado no estaba Enid y que posiblemente ya se había levantado. Me sentía mal conmigo mismo, por mi actitud de anoche y mis actos, debía remendarlo con ella de alguna manera porque sabia perfectamente que ella no merecía este tipo de cosas y mucho menos por mi parte.
Bajé las escaleras hasta llegar a la sala de estar, rodeo el ambiente para llegar a la cocina del hogar; la veo comiendo sola en la mesa, con su mejilla reposada en su mano y con la otra sostiene el tenedor el cual usa para jugar con un trozo de comida de su plato; ella me voltea a ver y por ciertas razones me sobresalto, rodea los ojos y sigue jugando con su desayuno, sintiendo como mis emociones se alborotan en mi cabeza y me hacen sentir miserable y culpable.
—Buenos días... —saludo tímido, Enid me mira de pies a cabeza y se levanta de la mesa para ir al lavabo.
Desde mi lugar la veía ir de arriba para abajo, sintiendo la tristeza en todo mi cuerpo; dejó los platos en el lavabo y toma asiento nuevamente en la mesa en la cual solíamos comer, me atreví a acercarme a ella sin sentarme en alguna silla y solo estar parado frente a ella. No fue tanto tiempo como para que Enid se levantara y se para frente a mi cara a cara, viendo sorprendido su fulminante mirada y su labio levemente fruncido.
—¿Te sientes mejor? —interroga con voz seca, sin emociones —, ¿si? —asiento —, bien, supongo que no quieres desayunar ¿Verdad?
—No tengo hambre, gracias.
—¿A que viniste entonces?
Aprieto mis labios formando una linea recta, mis emociones en estos momentos son delicados y verla en ese estado por mi era aun mas destructible, me iba consumiendo y destruyendo por dentro al saber que gracias a mi ella sufre este tipo de sentimientos. Mi esposa me rodea para poder seguir caminando, algo que no dejé que hiciera y la agarro del brazo deteniendo sus pasos.
—Quería hablar contigo —anuncio desesperado, buscando su permiso.
—Habla.
—Lo siento por lo de ayer, no mereces ser tratada de esa forma y menos cuando me prometí en protegerte... Quiero que sepas que realmente lo siento por mis actitudes del dia anterior y-
No pude terminar, una bofetada impacto en mi mejilla de manera inesperada y sintiendo el ardor que comienza a amenar en la zona afectada; giré mi cabeza para poder verla, sus ojos cristalinos demuestran tristeza y su ceño fruncido destila rabia.
—¡¿Lo siento?! ¡¿Realmente lo sientes?! —grita enojada en mi cara, solo puedo inclinarme hacia atrás por sentir su fuerte voz contra mis oídos —¿Eres tonto verdad? Idiota —me empuja con fuerza hacia atrás, sintiendo como mi pelvis impacta de nuevo en la mesa, gruñendo al sentir de nuevo aquel dolor permanente —. ¿En que pensabas cuando intentaste matarte?
—Ojalá poder darte una respuesta —contesto sin vacilar, ganándome un golpe en el hombro —, deja de pegarme —ordeno ya cansado de el abuso.
—¡Dime Carl! ¡Esperamos un hijo! ¡Un hijo! Y tu solo piensas en tí y en tu egoísmo, no pensaste en mi cuando ibas a matarte ¿Verdad? No piensas más allá de tú ser ¡¿Que hay de mi?!
—Amor, eres mi primer pensamiento día a día —admito comenzando a llorar —, mataría por ti si fuera necesario, he matado por ti y no me arrepiento.
—¡Mientes! ¿Cómo puedes decir eso cuando no pensaste en dejarnos a mi y al bebé? Ibas a dejar sin padre a mi hijo ¿Realmente crees que con eso dejas en claro que soy tu primer pensamiento? —me acerqué a ella y la abracé por la cintura y la apegué a mi pecho, sintiendo los golpes y empujones constantes de ella contra mi —¡Suéltame idiota! ¡Egoísta! ¡Ibas a ser capaz de dejarme, de dejarnos! ¡No mereces esto, no mereces ser padre con ese pensamiento de mierda! Carl... Suéltame... Me dueles, dueles demasiado.
![](https://img.wattpad.com/cover/354100507-288-k191443.jpg)
ESTÁS LEYENDO
ASESINO SERIAL 2 || C.G +16
Science FictionAquella noche entre el fuego y destruccion Carl había sobrevivido ante el ataque de Negan y sus hombres tanto a él como a la comunidad de Alexandria la cual su padre hizo de todo para mantenerla de pie. Él dia tras dia agradecia por estar con vida...