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Tu juicio es perjudicado día tras día



Maggie me llevo hacia su comunidad y a mi lado Daryl con su ballesta, apresurado por llegar a una de las prisiones de Hilltop ubicadas hasta el fondo. Capturaron a una adolecente con mascara de piel de caminante, en el interrogatorio dieron que los camuflados no eran solitarios que se esconden entre la muerte para no ser mordidos, que aquella estrategia era de una comunidad entera.

Pedí que los mayores me dejaran solo para poder sacar más información de la chica, me encamino en el pasillo de las celdas y busque la celda número once que según Maggie era donde la adolecente se encuentra bajo cuidado. Gracias a la luz tenue de la noche el fondo de cada celda era imposible de ver haciendo más difícil su paradero, viendo de celda en celda hasta caer en una en donde uno de los guardias dormía de boca abierta en una silla. Con mi mano tape su boca y nariz, en un par de lentos segundos el reaccionó y patalea por liberarse de mi agarre, lo suelto y veo venir un puñetazo que pude esquivar.

—Vete, llama a otro compañero que pueda aguantar una noche ¡Ya! —asustado se va corriendo hacia la salida para hacer lo que le ordené —, guardia de mierda —escupo airado.

El chasquido de las rejas resonó en mis oídos y volteo a ver en la celda que distinguí el ruido, unas manos sucias se aferraban a ellas y poco a poco apareció un rostro, es ella.

—Tu nombre —ordeno de primeras, chasquea la lengua y rodea los ojos.

—No te importa ¿A qué vienes tuerto?

—Tu grupo atacó a uno de los míos ¿Dónde están ubicados?

—Con tu madre ¿No te jode? Mira... —deja las palabras en el aire dejándome confundido —, mira, acércate y te lo diré, prométeme que no se lo dirás a nadie —asiento.

Me acerco despacio a las rejas e inclino mi espalda hacia al frente para estar a su altura, dejando mi cabeza cerca de la suya para que pueda decírmelo; escuchaba atentamente la ubicación y como era su sistema. Sentí un agarre bruto en mis pantalones cerca de la llave que le quité al dormido guardia, antes que pudiera tomarlas agarré su muñeca y la jale fuera de las rejas para ver como su pómulo y nariz chocan en las vigas de hierro provocando un gemido por parte de ella, hice lo mismo tres veces y luego la dejo que se cayera de rodillas al suelo.

—Eres lista, lo admito —alardeo, sintiendo como se empuja hacia atrás para poder zafarse de mi agarre —, ¿acaso son...?

—¡Suéltame idiota! —exige en un gruñido, jalo su muñeca fuera de la celda y la hago callar con el golpe que recibe su cara —, ¡Vas a morir! Todos mueren, somos animales, carnada de la muerte.

Aparto mi cara ante el inesperado corte en mi mandíbula que va hacia el cuello, suelto su muñeca y me voy hacia atrás al ver que sigue tirando golpes con aquel pedazo de vidrio que tiene en manos, con mis dedos paso por la herida y luego los veo de nuevo pero llenos de mi sangre.

Escuché hasta el fondo como la puerta fue abierta y cerrada, viendo como en el pasillo se muestra un chico rubio de aspecto delgado vestido con una playera negra con mangas azules; lo vi confundido con el ceño fruncido y él asustado retrocedía lentamente hasta tal punto de ir corriendo, me levanté del suelo y fui hacia él, tomándolo del brazo con fuerza y llevándolo de nuevo hacia la salida de la prisión.

—Ahora me vas a decir por qué carajos andas a estas horas de la noche yendo para la prisión —Henry abre los labios, pero no encuentra palabras —, niño, regresa con tu madre, o yo personalmente le hare saber que estas viniendo aquí.

ASESINO SERIAL 2 || C.G +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora