ASESINO SERIAL 2 || C.G +16

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Ya no eres hijo de nadie

Discutimos sobre que comida nos gusta más con Michonne, demostrando que la pizza era mejor que cualquier comida existente de la que ahora vivimos, extrañando lo dañina que era la comida cuando no existía el apocalipsis y presumiendo que días atrás mi esposa me preparo una deliciosa pizza.

—Bueno ya basta —suplica entre risas —¿Qué le vas a dar a tu padre por ser el mejor padre?

—Oh Michonne, es hoy verdad —ella asiente —. Judith le hizo una pulsera de caracolas que Emma le dio de Oceanside, y yo... supongo que haremos una cena y tal.

—¿No le harás un dibujo de todos nosotros para pegarlo en el jeroglífico? —pregunta sarcástica y los dos reinos a carcajadas.

—Sería una buena idea para Judith.

—Lo sé Carl, pero ahora tengo que ir a verla porque no me gusta dejarla sola tanto tiempo. Nos vemos vaquero, cuida aquí mientras no estoy, en unos minutos van a venir dos guardias.

Nos despedimos y ella se fue hacia la casa. Tomé una silla que está ahí y me senté en ella, frente a las rejas en donde Negan es encerrado por sus asesinatos y actos ya que los guardias fueron a ver las cosas junto a mi padre, viendo a lo lejos como todos se mueven de un lado a otro en algún tipo de trabajo, al igual mirar como niños jugaban a las atrapadas, y un perro que solo les seguía la corriente al ver cómo tanto niño corre de un lado para otro, viendo la increíble idea que tuvo Elías al querer traerlo a la comunidad, pensando cual era la razón de ver siempre a los niños y reírme al veces como unos se ríen de otros y como otros lloran por dudosas razones.

Maggie apareció en mi cara, sobresaltándome por su repentina presencia con una cara de querer matar. Me incorporé de la banca para cubrir aquella reja, sabiendo a lo que venían; ella carga una palanca de hierro entre sus manos, con sed de venganza en sus ojos.

—¿Qué haces aquí? —inquiero con alteración.

—No te incumbe —trata de quitarme de su camino, pero la empujó levemente con mi hombro, aprovechando que soy más alto que ella —, Carl, quítate de mí maldito camino —exige grosera

—¡No Maggie!

—Voy a matarlo.

—Eres idiota —espeté seguro, ella se detiene y me voltea a ver con cara de mala uva —. Yo también lo intenté matar, pero al parecer para él la muerte es la salida —traté de convencerla, pero sabía que no lo logré al ver que solo rodeo los ojos.

—Maldito mentiroso —sentencia furiosa, yo trato de calmarme y no reclamar respeto por el hecho que hice lo mismo —, no lo entenderías, nunca lo vas a entender porque gracias a tu padre tienes el privilegio de hacer vida.

—¿Qué? —indignado y ofendido me acervo más a ella con mirada retadora —, ¿Crees que porque yo no perdí mi esposo no estoy entendiendo? —me escuché y siento el arrepentimiento correr por mi sangre, Maggie me mira con una expresión melancólica —. Tú solo lo haces por Glenn, no por lo que nos hizo, lo que nos quitó a todas las comunidades, por las muertes de mí y tu comunidad, lo que le quito a todos, lo que me quitó ¡Solo es por Glenn!

—Carl quítate —ordeno nuevamente esquivando mis palabras antes dichas, expresando angustia en sus facciones.

—Eres demasiado egoísta para ver las cosas con claridad, solo piensas en Glenn y con ello haces que pases por encima de mi padre, y encima haces que Daryl esté de tu lado.

—Tu padre no tiene idea de lo que hace.

—Por mi padre conociste a Glenn, por mí, de no ser por él todos ustedes hubieran muerto esperando que los caminantes se curaran y fueran personas de nuevo —tiré furioso, y una bofetada impacto en mi mejilla.