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Ella fue el detonante para tu vicio



Narrador omnisciente

Botellas de alcohol por todo el alrededor de la mesa, otras que solo cayeron al suelo sin quebrarse por el descuido del torpe Carl bajo las sustancias del toxico licor. El único que queda de los Grimes es consumido por la depresión creada por la pérdida consecutiva de todos sus seres queridos, sumiéndose al alcohol como una manera de escaparse de todo aquello que lo rodea y que lo seguirá rodeando si no hace algo para detenerlo.

Varias veces intento acabar con su vida, el cañón de la pistola siempre reposa en su cien y su dedo en el gatillo listo para jalar y acabar con la "mierda de vida" que lo hace llamar, pero, a pesar de todo, hay algo que lo detiene, hay algo que lo hace retroceder cada vez que quiere acabar con su vida: cobardía. Intentó muchas veces que perdió la cuenta, y de todas el aún sigue vivo, odiando ese sentimiento de que puede seguir respirando, cada día era ahogado por el licor y por sus lágrimas.

Sentado en el sofá que se convirtió en cama y sitio para caer borracho todo el día, de reojo pudo ver como una hoja de papel se arrastra por debajo de su puerta hasta caer adentro de la vivienda, viendo sin ganas como la silueta de una persona saliendo corriendo de su porche; chasqueo la lengua y se levantó con torpeza del sofá para dirigirse hacia aquella carta, la cogió y se fue de nuevo a su cama para dejarla encima de la mesa y seguir meneando la botella de vodka mientras su imaginación hace lo tortuoso y lo posible por imaginarlo siendo padre junto a su esposa, persiguiendo en medio de un gran campo a una niña castaña de pelo ondulado con ojos esmeralda, porque ese es su deseo, su arrebatado deseo.

Tomo la hoja para dejar ese pensamiento y la abrió sin interés, viendo que hay algo escrito:


Hilltop ha sido destruida gracias a un incendio provocado por los susurradores, no tenemos un hogar a donde ir y realmente quisiera saber si mi gente puede hospedarse en Alexandria, espero de todo corazón que entienda la situación y se lo agradeceríamos.

Atentamente: Jesús


Carl le sorprendió aquella noticia, saber que Hilltop ha sido quemada era algo que no era fácil de digerir. Desde que se encerró en su casa y por razones que su comunidad de momento no ha sufrido ningún ataque, se ha dado el lujo de quedarse en su casa y morirse ahí adentro, que desde que paso lo de Enid lo único que le llegan son cartas de avisos de otras comunidades y a veces por problemas entre vecinos, cosas sin importancia desde su vista ya que era algo que ellos por si solos pueden.

Se fue hacia una de las gavetas del mueble de la entrada y saco una pluma para dar órdenes y que tales guardias den la información al respectivo líder, dobló la hoja y la arrastro por debajo de la puerta tal y como lo hicieron desde un principio. Arrastrando los pies se fue hacia el sofá y dejó que su cuerpo se relajara y pensara en lo que estaba haciendo mientras mira las dos cajas de malboro llenas de cigarros que el amigo de Dixon le arrebató para entregárselos a él, su servidor que le lleva botellas de alcohol.

—Debería parar esto —¿Por qué? —No lo sé, pero se ve mal... —Si morir quieres, quédate donde estas —Debería hacer algo para morir en paz

Cerró los ojos para formular aquella conversación interna que acaba de tener, ver a alfa y a Negan siendo torturados por sus manos le parecía excitante, maravilloso, pagar por lo que le quitaron sería una idea para morir en paz.




La noche cayó en todo el mundo y Carl solo veía el cielo oscuro por lo mismo, sintiendo como su cuerpo le dice que tenga al menos un descanso, mas no su mente le dice que quede de pie o sufriría las consecuencias de dormir

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La noche cayó en todo el mundo y Carl solo veía el cielo oscuro por lo mismo, sintiendo como su cuerpo le dice que tenga al menos un descanso, mas no su mente le dice que quede de pie o sufriría las consecuencias de dormir. Grimes se levanto de su ahora cama al sentir que su cuerpo comienza a temblar y a pedir algo a gritos, algo que con el tiempo él fue entendiendo perfectamente y si no lo hacia posiblemente iba a ser peor.

Colocó su chaqueta de piel para el frio y toma su cinturón para colocárselo en la cadera, cuyo cinturón iba lleno de cuchillos de diferentes clases, estilos de hoja y tipos de mangos, algo que a su ahora nulo juicio le parecía fascinante.

Ya nadie encaminaba en las calles de Alexandria al saber las altas horas de la noche, hora que posiblemente todos deberían de estar dormidos y que solo los guardias deberían de estar vigilando cada rincón de la comunidad que al menos Carl hace el intento de mantenerla en pie. Su cuerpo se relajo al estar parado frente la torre de vigilancia en donde uno de los guardias está de espaldas vigilando el perímetro, la chica rubia que una vez hizo que creyera que su matrimonio iba a caer; subió las escaleras con cautela sin hacer tanto ruido hasta llegar a la base, la mujer de cabellos dorados voltea a ver asustada pero solo se relaja al ver al hombre que hasta la fecha ella sigue amando.

—Hola Carl ¿Qué te trae por aquí? —saluda coqueta la chica, haciendo sonreír a Carl —, me encanta cuando sonríes.

—A mi me gusta la tuya, ¿lo sabias? —aquellas palabras hicieron que su corazón palpitara con fuerza, por fin Grimes le daba señales de querer algo con ella —¿Qué haces hermosa?

—Oh oh- na-nada hehe 

—Te veo nerviosa ¿Acaso te hago temblar? —Carl se acerca a ella y la toma del mentón —, sonrojada eh, me gusta.

La rubia por inercia su cuerpo se iba inclinando hacia adelante con intenciones de besar al hombre que tiene en su cara, él no quedó atrás e hizo el afán de ir a por sus labios. Carl desenfundo su cuchillo y lo clavó en el abdomen de ella y con su otra mano la colocó con fuerza contra la boca de la mujer, la misma que veía aterrorizada al líder de Alexandria; él la acuesta en las tablas de la base hasta que quedé sobre ella, sonriendo al ver como ahora su mano en la boca de su victima comienza a llenarse de sangre, de nuevo inserta el cuchillo en los costados de su abdomen, fascinado de escuchar los gemidos de dolor ahogados por su extremidad.

La mujer murió en sus manos y tan rápido como se fue ahora reanima lentamente, algo que no dejo pasar y clava la navaja en el cráneo de la chica, pasó la hoja de metal en su ropa con tal de limpiar sus armas y luego solo bajó de la base de vigilancia, viendo a sus alrededores por si nadie lo había visto y esperar hasta mañana que tipo de escandalo iba a hacer su gente.










Carl esta perdiendo la corduraaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

ASESINO SERIAL 2 || C.G +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora