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Eres un adulto, deberías saber que hacer



Regresé cansado después de que toda la comunidad le diera los debidos créditos y honores a mi padre, ver que todas las personas le dejaban flores que llenaron el cementerio de las mismas, sentir las miradas pesadas sobre mi eran asfixiantes, los abrazos de consolación de la gente hacia mí y dando el pésame de su muerte, era cansado escuchar una y otra vez eso cuando lo único que quería era estar solo sin tener a tantas personas sobre mi dando lastima.

Deje a Enid en el velorio y me fui corriendo del lugar, estaba harto de todo, no quería ver a nadie que no fuera mi padre, quería gritar y decirle a todo el mundo que se fuera a la mierda y que me dejaran en paz, que estaba harto de su jodida presencia y sus miradas; cerré la puerta de la casa de golpe y me fui al sillón de la sala de estar, mi pierna izquierda no hacía más que temblar y sentía adrenalina en mi cuerpo, desesperación, mi mente no puede estar quieta y solo busco algo con que saciar algo que ni siquiera yo entendía.

Me levante del sillón y me fui a la cocina para tomar la botella de tequila que Rosita me la dio por mis suplicas, tomé un vaso cualquiera y serví el alcohol en el mismo, deje la botella a un lado y lo acerco a mi boca; el fuego de la sustancia me provocó mareo y un calor en los pulmones, tire el vaso de plástico al saber que no había efectos de relajación, que de nada sirvió tomar todo eso del tequila.

Me recosté en la pared y me deje caer al suelo con las piernas extendidas, ver como mi cuerpo reacciona con más lágrimas y furia a su vez, mi cuerpo no tenía control, solo quería patear cosas, mis manos tiemblan sin cesar y por impulso tomo mi sombrero y lo tiro hacia algún lado no planeado, llorando a mares y gruñendo. Los recueros vividos con mi padre, Michonne y mi hermana golpean constantemente mi cabeza provocando un dolor monótono, diciendo a gritos que dejaran de recrear esos recuerdos mas no mi mente siguió reflejando los momentos felices que me saben a melancolía y recordando sus muertes provocando gritos en mi cuerpo y sufrimiento en alma.



Narrador omnisciente

Enid salió corriendo hacia Rosita cuando la mujer apareció en su vista, se acercó a ella y sin saludar ni nada preguntó por la presencia de su esposo; la mujer de coleta la miro extrañada e incluso indignada, pero mejor solo aceptó la actitud de la mujer y negó ver a Carl, La Grimes agradeció a secas y mejor opta por ir directo a su casa, las probabilidades de que él estuviera ahí eran creíbles ya que ella sabía que ahora él no tiene donde quedar.

Corrió hacia la puerta y giro la perilla de la misma, se impactó al ver que la puerta no cedía, sabiendo que tenía llave; rebusco en sus bolsillos y no encontró más que una servilleta tiesa de hace días, recordó la maceta a unos dos metros de la entrada donde ambos decidieron dejar una llave por si alguno de los dos olvidaba las llaves. Fue hacia la maceta y renuncio a la idea, ver que la tierra de la misma maceta fue rascada, muy reciente al ver la tierra aun suelta.

Pensó unos minutos si realmente Carl iba a estar allí, las cosas no cuadran y mejor rodeó la casa y salta con facilidad la cerca de madera que ofrecía la vivienda, recordando la puerta trasera que da directo a la cocina. Escucho un golpe en la pared como si algo hubiera chocado, alertando los seis sentidos de Enid haciendo que saliera corriendo hacia la puerta y se entrara a la casa.

Encontró a Carl en el suelo con la espalda recostada en la pared, hiperventilando teniendo espasmos por el llanto mientras que sus manos tomas su propio cabello y lo estruja sabiendo que provocaba dolor, ojo hinchado y las lágrimas aun brotando.

Enid al verlo así fue rápido hacia él y se colocó de rodillas frente a él, desesperada al no saber cómo controlar el posible ataque de ansiedad que su pareja está sufriendo; toma sus mejillas y lo llama por su nombre varias veces de forma calmada y él solo mira hacia abajo, ella sujetó su mentón y obligó a que pudiera verla, pero no funcionaba, Carl seguía temblando y tragaba aire a bocanadas. Enid gimió del dolor al sentir que la tomaron de las muñecas con fuerza, sacudió sus manos al sentir demasiado dolor y su esposo no la soltaba.

—¡Carl suéltame! ¡Duele! —suplico adolorida en un grito —, ¡Carl soy yo, Enid!

—¡Mierda! Lo siento, lo siento, lo siento —soltó sus muñecas y quiso retroceder, pero la pared lo detenía —, amor lo siento, no quise lastimarte, jamás lo hubiera querido, perdón.

Rompió en llanto y negaba constantemente con la cabeza ante su actitud tan salvaje ante la mujer que quiere con alma y cuerpo; ella no reclamo y de nuevo se arriesgó por tomarlo del rostro ahora viendo como ahora deja reposar las manos de su esposo sobre las suyas; Enid pidió que la imitara e hicieron ejercicios de respiración, sonriendo al ver que el cuerpo agitado ahora se relajaba.

—Tengo miedo Enid, tengo miedo —gimoteó desesperado, confundiéndola.

—Estoy aquí, estoy aquí, calma —Enid lo atrajó a su pecho y lo abrazo dándole suaves masajes en su espalda.

—No quiero perder a más personas, no aguanto más, ya no quiero —repetía con la voz quebrada, Enid solo sentía como ahora él la abraza como si la estuviera cubriendo de algo, protegiéndola—. Tengo miedo de perderte a ti, Enid, tengo miedo, no sé qué hacer para que no suceda, no quiero perderte a ti también, no quiero que mueras, te necesito, te necesito conmigo, eres lo único que me queda.






A Maddie le gusta hacer sufrir a nuestro prota, yo solo quiero capitulo cachondo :(

- Cate

ASESINO SERIAL 2 || C.G +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora