G. E. W. W.: D. E. M. |2|

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¡PA!

El hombre brutal abofeteó despiadadamente la cara de Gao Ling, y esa bofetada le hizo ver estrellas en sus ojos mientras sus oídos zumbaban. Su garganta parecía contener una bocanada de flema sanguinolenta, con un olor a sangre extremadamente concentrado.

-Perra, ya que gasté mi dinero, puedo jugar contigo como quiera. ¿Aún crees que eres el Príncipe Heredero? ¡Dentro de la Casa de Bambú, no hay diferencia entre tú y esos gigolós! ¡No me mires con orgullo, no te dejaré ir incluso si eres el Príncipe Heredero! Sin embargo, si me sirves bien, ¡tal vez pueda redimirte por capricho!

Gigolós...

La palabra fue como una aguja que atravesó despiadadamente el corazón de Gao Ling.

Comparado con el dolor de su cuerpo, ¡el dolor en su corazón era aún más profundo! Ahora mismo, cuando recordaba la humillación que había sufrido estos días, ¡deseaba poder matar a alguien! ¡Él, Gao Ling, todavía era el Príncipe Heredero hace un mes! ¡No solo tenía que interpretar a la mujer, sino que también tenía que adular a un grupo de hombres para poder sobrevivir! ¡Estaba cubierto de cortes y moretones, e incluso había abandonado toda su arrogancia y orgullo! ¿Por qué estas personas no estaban dispuestas a dejarlo ir?

¡PA!

El látigo del hombre brutal cayó y Gao Ling sintió tanto dolor que todo su cuerpo tembló. Sus dedos apretaron con fuerza las sábanas mientras su hermoso pero pálido rostro mostraba una expresión malévola.

¡Tarde o temprano, haría que estas personas que una vez lo humillaron desearan estar muertas!

-Yo~, no esperaba que el pasatiempo de Qin Ye fuera tan inusual, que te gustara jugar de esta manera.

En ese momento, la puerta de la habitación se abrió y una voz seductora se fue aclarando gradualmente, haciendo que el cuerpo se suavizara.

Para Gao Ling, esta voz era similar a una pesadilla...

Su cuerpo tembló aún más severamente mientras se mordía con fuerza sus pálidos labios. El miedo era evidente dentro de él y ni siquiera tuvo el coraje de levantar la cabeza.

-Chun Niang, me estaba poniendo de humor. ¿Por qué estás aquí para molestarme? —el hombre grosero frunció el ceño cuando su insatisfacción era evidente en su voz.

Chun Niang se rió mientras hablaba mientras se cubría los labios. 

-Qin Ye, es porque mucha gente sabe que el Príncipe Heredero del Reino Longyuan está recibiendo patrocinadores aquí en la Casa de Bambú. Han venido aquí especialmente para mirarlo. Obviamente, no puedo permitir que se sientan decepcionados, así que sólo pude venir y molestarte. Si quieres, puedo regalártelo por unas noches para que puedas divertirte más con él.

Al escuchar las palabras de Chun Niang, el cuerpo de Gao Ling tembló mientras su expresión se volvía cada vez más consternada.

¡No!

Esas personas no podían verlo. De lo contrario, si se extendiera al Reino de Longyuan, no solo perdería la cara, ¡sino que incluso perdería el título de Príncipe Heredero!

Qin Ye se rió de buena gana. 

-¡Entonces tendré que agradecerte! Chun Niang, puedes llevártelo ahora mismo, pero no olvides el asunto que me prometiste.

Chun Niang le lanzó a Qin Ye una mirada seductora. 

-Tenga la seguridad de eso ¿cuándo he incumplido mis promesas? Lo lavaré y lo enviaré esta noche.

Después de hablar, la mirada de Chun Niang se volvió hacia Gao Ling mientras ella reía seductoramente. 

-Gao Ling, ¿quieres caminar tú mismo o te arrastraré hasta allí?

El cuerpo de Gao Ling tembló mientras se mordía los labios. Reprimió su vergüenza interna y suplicó: 

-¿Puedo usar mi ropa?

-Tsk, para una mercancía como tú, solo parecerás un perro incluso si usas tu ropa, así que no hay necesidad de eso. Ah, claro, me gustaría recordarles que las personas que vinieron aquí a mirar esta vez pueden considerarse sus vecinos. Por lo tanto, quiero que reveles tu cuerpo frente a ellos y dejes que miren tus cicatrices.