G. E. W. W.: D. E. M. |2|

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Qing Yan se paró frente a Mu Wushung con intención de burla. 

-Mu Wushuang, ¿recuerdas cómo intimidaste a mi señorita ese año? ¡Ahora es el momento de recuperar lo que diste!

¡Bang!

Justo cuando Mu Wushuang quería abrir la boca para hablar, otro golpe con la palma aterrizó, causando instantáneamente que su cuerpo saliera disparado con sangre fresca brotando continuamente de su boca.

¡Silencio!

¡Todo el Estado del Primer Ministro estaba en un silencio sepulcral!

Como sirvienta personal de Yun Luofeng, ¡nadie ignoraba qué tipo de capacidad tenía! Sin embargo, en este momento, ¿esta pequeña sirvienta oscura y desconocida de repente tuvo un cultivo de alto nivel y rango bajo? ¿Qué sería aún más impactante que esto?

En este mismo momento, a Mu Wushuang ya no le quedaban pensamientos para notar la fuerza de Qing Yan. Miró con desesperación la dirección en la que se había ido la gente de la familia Tian, mientras su corazón de repente se hundía hasta el punto más bajo.

Un pánico sin precedentes invadió su corazón y rápidamente se levantó del suelo mientras corría hacia Mu Xingchou.

-Abuelo, conozco mis errores. Tu nieta conoce sus errores. Por favor, te ruego que me salves, por favor ve al Palacio Imperial a suplicarle a la Noble Consorte. Mientras la Noble Consorte hable, el Emperador definitivamente me salvará.

Mu Xingchou cerró los ojos y los abrió después de recuperar los sentidos, pero estaban llenos de decepción. 

-Wushuang, ya que ahora te arrepientes, ¿por qué lo hiciste desde el principio? Anteriormente abandonaste a la familia Mu por primera vez, y ahora que la familia Tian se rindió contigo, ¿me estás rogando que te salve? Sólo quiero saber, ¿cómo debería salvarte?

Al escuchar las palabras de Mu Xingchou, Mu Wushuang pensó que la otra parte todavía recordaba sus lazos familiares y sus ojos se iluminaron instantáneamente. 

-Está la Secta Espiritual apoyando al Reino Longyuan detrás de escena. Puedes dirigirte al Palacio Imperial y rogarle a la Noble Consorte. ¡El Emperador es el que más mima a la Noble Consorte y definitivamente me salvará gracias a la Noble Consorte! Si el Emperador está dispuesto a salvarme, puede invitar al cultivador fuerte de la Secta Espiritual. De esa manera, Yun Luofeng, esa zorra, no puede matarme.

Mu Xingchou era la última esperanza de Mu Wushuang para salvar su vida, por lo que lo había agarrado firmemente mientras le apelaba.

-Wushuang, no puedo salvarte.

Mu Xingchou negó con la cabeza. 

-Sin mencionarme a mí, ni siquiera el Emperador puede salvarte a ti ni a la familia Mu.

-¡Abuelo! —Mu Wushuang gritó involuntariamente mientras hablaba enojada—: Soy tu nieta, ¿cómo no puedes salvarme? ¡Sé que definitivamente tienes los medios para salvarme! ¡No puedes verme morir sin salvarme! ¡De lo contrario, el alma y el espíritu de mis padres fallecidos nunca te dejarían ir!

¡Plaf!

Mu Wuchen levantó las manos y abofeteó a Mu Wushuang mientras su expresión era grave y severa mientras hablaba. 

-Mu Wushuang, fuiste tú quien traicionó a la familia primero. ¿Qué derecho tienes ahora a culpar a otros por no salvarte?

Esta bofetada no solo no hizo que Mu Wushuang se calmara, sino que la hizo estar cada vez más frenética. Toda su persona se había vuelto antiestética.

-¡Toda la familia Mu no vale nada! Tarde o temprano, dejaré que todos paguen el precio, ¡jajaja! —ella se rió frenéticamente tres veces y gradualmente se volvió hacia Yun Luofeng con odio en sus ojos.— ¡Yun Luofeng, no puedes matarme! ¡De lo contrario, el Emperador Fantasma nunca te dejaría ir!

¿Emperador fantasma?

Cuando Mu Wushuang dijo esto, no se dio cuenta por completo de que la expresión de Yun Xiao se volvió abruptamente fría. Olas de intención asesina surgían de sus fríos ojos.

-Yun Luofeng, probablemente no lo sabías, ¿verdad? La razón por la que enviaron a Gao Ling a la Casa de Bambú fue que al Emperador Fantasma yo le había gustado. Mientras que Gao Ling quería pelear con él por mí, ¡el Emperador Fantasma envió gente para arrojarlo a la Casa de Bambú! ¡Como tal, si te atreves a tocar incluso un mechón de mi cabello, el Emperador Fantasma definitivamente no te perdonará si se entera!

Mu Wushuang se rió fríamente y su rostro ya no tenía miedo, sino que había sido reemplazado por una expresión de estar orgullosa de sí misma.