G. E. W. W.: D. E. M. |2|

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Ling Yao, que había seguido a ese hombre para entrar al patio, no tuvo el coraje de mirar a Yun Luofeng. Rápidamente fue al lado de Lin Yue, apretando los dientes con fuerza, su hermoso rostro todavía pálido. ¡Aunque había tomado la "Píldora rompehuesos", sufriría este tipo de tortura para hacer que Yuqing renunciara a Yun Luofeng!

Por lo que sabía de Yuqing, él nunca permitiría que nadie lastimara a su madre. El rostro de Ling Yao brillaba con una sonrisa engreída y sus ojos resplandecían. Parecía tan complaciente, como si ya hubiera visto a Xiao Yuqing tratar a Yun Luofeng con odio.

Desafortunadamente, el resultado fue contrario a sus expectativas. Xiao Yuqing apoyó a Lin Yue y volvió sus ojos claros hacia Yun Luofeng. 

-Dije antes, mi madre no es el tipo de persona que describiste. Ella no le robó el marido a nadie. ¡Ese hombre le perteneció desde el principio! ¡Te lo demostraré! Pero antes de eso, espero que no lastimes más a mi madre.

-¿Lastimarla? ¿Cuándo me viste lastimándola? —preguntó Yun Luofeng con una mueca de desprecio.

Xiao Yuqing no dijo nada. Miró a la intacta Yun Luofeng, y luego miró a Ling Yao, y un chorro de sangre se desbordó de la boca de esta última. La situación era bastante clara.

-Y... —Yun Luofeng hizo una pausa— Aunque la he lastimado, ¿y qué? Casi mata a Yun Xiao arrojándolo al Bosque sin retorno. ¡Sólo por esto, debería morir cientos de veces para expiar su pecado!

-Mi madre no hizo tal cosa. —Xiao Yuqing frunció el ceño y miró fríamente a Yun Xiao— Espero que una cara bonita no te engañe. ¡Mantente racional y no saques conclusiones precipitadas antes de descubrir la verdad!

¡Descubriría lo que realmente sucedió en aquel entonces y demostraría la inocencia de su madre!

-¿La verdad? —Yun Luofeng levantó las comisuras de los labios y se burló:— ¡Lo que dije es la verdad!

¡Qué arrogante y dominante! ¡Lo que dijo era la verdad! Entonces, ¿qué tipo de verdad querías?

El rostro de Xiao Yuqing se puso hosco, con las cejas muy fruncidas. 

-No tengo ganas de discutir contigo aquí, pero te lo demostraré cuando descubra la verdad. ¡Simplemente no quiero que alguien con motivos ocultos te utilice! Ahora me voy a llevar a mi madre. En cuanto a lo que has hecho hoy, puedo dejarlo pasar.

Después de decir esto, apoyando a Lin Yue, Xiao Yuqing se dio la vuelta y estaba a punto de irse. Sin embargo, una voz malvada y dominante sonó detrás de él y detuvo sus pasos inmediatamente.

-¡Puedes irte, pero ella debe quedarse!

Yun Luofeng lo miró con una mirada dominante y arrogante, como si estuviera parada en la cima del mundo y mirando hacia la manada común. ¡Su odio por Lin Yue ya había quedado grabado en su mente! Ahora que finalmente tuvo la oportunidad de vengar a Yun Xiao, ¿cómo podría dejarla irse?

-Sé que tienes antecedentes especiales. —Xiao Yuqing se dio la vuelta y miró a Yun Luofeng— Pero esta es la familia Xiao. Eres sólo una cultivadora espiritual a nivel de la tierra. Si molestas a mi abuelo, no puedo ayudarte.

-Yuqing. —Ling Yao frunció los labios— ¿Qué tiene de especial esta mujer? Ella es simplemente una aristócrata común del Reino Longyuan. No debemos tenerle miedo a esta persona.

Xiao Yuqing guardó silencio como si no hubiera escuchado a Ling Yao, con sus ojos claros y fríos mirando a Yun Luofeng.

-¡Ella se queda, o ustedes dos permanecen juntos! —dijo Yun Luofeng, levantando ligeramente las cejas.

Como Xiao Yuqing iba a continuar persuadiendo a Yun Luofeng, una presión lo golpeó de la nada, como una roca pesada en su cuerpo, impidiéndole moverse.