G. E. W. W.: D. E. M. |2|

|335|

Xiao Jing frunció ligeramente el ceño y ordenó en tono serio: 

-Ling Yao, además de buscar esa basura, tienes que romper tu compromiso con él.

Al escuchar esto, Ling Yao no pudo evitar enojarse. 

-¡Realmente no sé qué estaba pensando mi abuelo al establecer un matrimonio arreglado entre esa basura y yo! Además, ¡no me di cuenta de esto durante tantos años! Si no fuera por el regreso de Xiao Yuqing esta vez y el abuelo quería que me casara con él, nunca me habría contado sobre esto.

Para familias como los Ling y los Xiao, ¡tomaban en serio los arreglos! Si quería casarse con Xiao Yuqing, era imprescindible romper este matrimonio concertado previamente. Después de escuchar que la familia Xiao quería buscar esta basura, ella se ofreció como voluntaria para realizar esta tarea y los siguió.

-Esa basura también debería desconocer este asunto. —las cejas fruncidas de Xiao Jing se arrugaron cada vez más—: Independientemente de si él está de acuerdo o no, su compromiso debe romperse.

Ese año, como los padres de Yun Xiao eran genios de uno entre diez mil, el jefe de la familia Ling había propuesto concertar un matrimonio entre ellos a una edad temprana. En pocas palabras, este asunto sólo lo conocía la generación mayor de las dos familias.

¡No se les ocurrió que Yun Xiao en realidad sería una basura! Por lo tanto, este asunto se retrasó a partir de ese momento. Si no fuera porque la familia Ling quería que Ling Yao y Xiao Yuqing estuvieran conectados a través del matrimonio, nunca habrían revelado este asunto.

-Es mejor si él no lo sabe —resopló Ling Yao—, ¡Si supiera que desde muy joven teníamos un matrimonio arreglado entre nosotros, entonces definitivamente me molestaría implacablemente! De lo contrario, para una basura como él, ¿qué mujer estaría dispuesta a casarse con él?

-No necesariamente, tenía una apariencia sobresaliente desde que era joven y no sería un problema para él convertirse en yerno. —la mente de Xiao Jing recordó su rostro y la comisura de sus labios se curvó ligeramente pero sus ojos estaban llenos de desdén.

Ling Yao levantó burlonamente la comisura de sus labios. 

-Creo que una mujer a la que le gustara esa basura no sería mucho mejor. Si ella no fuera una basura como él, entonces debe ser una persona lasciva, y ¿qué tan bueno puede ser alguien así?

Sus palabras implicaban que a Yun Xiao le era imposible encontrar una buena mujer. Desafortunadamente, esa basura no era alguien que le gustara.

-Muy bien, no hablemos de esa basura ahora. El trabajo prioritario es arreglar nuestro alojamiento para el día. ¡Una vez que nos hayamos asentado adecuadamente, podremos buscar el paradero de esa basura!

Xiao Jing miró a Ling Yao parado frente a él mientras ella gradualmente abría la boca para hablar: 

-Sin embargo, todas las posadas están completamente reservadas, ¿dónde podemos buscar un lugar para pasar la noche? —Ling Yao hizo un puchero con los labios y su rostro estaba lleno de desgana.

Xiao Jing reflexionó profundamente durante mucho tiempo antes de que un rastro de brillo pasara por sus ojos. Caminó hasta una casa con pasos rápidos y llamó tres veces.

¡Creaaaak!

Se abrió la puerta y un hombre de mediana edad salió de mal humor y preguntó enojado: 

-¿Quién eres? ¿Qué estás haciendo aquí?

-Quiero comprar tu casa. —Xiao Jing sonrió levemente.

-Lárgate —el hombre de mediana edad agitó la mano con impaciencia—, no voy a vender esta casa y será mejor que no hayas venido aquí a causar problemas.

-Diez millones. —una sonrisa tranquila y calmada pero confiada estaba en los labios de Xiao Jing.

Efectivamente, después de escuchar sus palabras, los ojos del hombre de mediana edad se iluminaron mientras tragaba saliva con fiereza.

-¿Estás realmente dispuesto a comprar mi casa por diez millones?

Claramente, no creía que hubiera alguien tan tonto como para usar diez millones de taels para comprar una casa antigua.

Xiao Jing ya no dijo nada mientras sacaba un billete de la manga de su túnica y se lo entregaba al hombre de mediana edad.

-Aquí hay diez millones. Todo lo que hay en tu casa me pertenece y puedes irte ahora.