G. E. W. W.: D. E. M. |2|

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Yun Luo, ¿crees que la familia real del Reino Liujin aceptará a la doncella a quien instigaste para seducir a Ye Ling? ¡Qué ridículo es! No dejaré que tu plan tenga éxito. ¿A una pequeña doncella le gustaría convertirse en consorte del príncipe? ¡Solo en sus sueños!

Sin embargo, Gao Tu no esperaba que Ye Ling hubiera encarcelado al emperador del Reino Liujin. Entonces, ¿quién podría detenerlo? Desafortunadamente, en el continente donde los medios de comunicación eran limitados, ¡se necesitarían meses para difundir la noticia! Además, el Reino Liujin estaba lejos del Reino Longyuan. Cuando los mensajes sobre los acontecimientos del Reino Liujin llegaron al Reino Longyuan, el emperador del Reino Liujin ya había sido cambiado.

...

En el vestíbulo, mirando a Ye Ling parada frente a él, el general Yun seguía asintiendo con una sonrisa de satisfacción: 

-Bien, este joven es muy bueno. Aunque Qing Yan es solo una sirvienta de nuestra familia, ella y mi nieta eran como verdaderas hermanas. Este general espera que no te cases con una concubina después de casarte con ella. ¿Me puedes prometer eso?

Qing Yan quedó muy conmovida por sus palabras. Ella era solo una pequeña doncella de la familia Yun. A pesar de que se había convertido en la comandante del Cuerpo de Llamas Furiosas, todavía era una subordinada de Yun Luofeng. No esperaba que el general Yun se preocupara tanto por ella.

Pensando así, Qing Yan miró a Ye Ling. En el mismo momento en que tuvo contacto visual con él, rápidamente apartó los ojos y se sonrojó.

-General, puede estar tranquilo. Nunca traicionaré a Qing Yan y solo tendré a Qing Yan como mi mujer. —Ye Ling prometió palabra por palabra, con ojos serios y firmes.

-Jaja. —se rió alegremente el anciano.— En ese caso, adoptaré a la chica como mi nieta y la casaré contigo.

Al escuchar sus palabras, Qing Yan se sonrojó nuevamente. Mirando a Ye Ling parada cerca de ella, tomó una decisión y se volvió hacia Yun Luo: 

-General Yun, como aún no nos hemos vengado de nuestros enemigos, no quiero casarme todavía.

Incluso si la familia Mu fuera a colapsar, aquellos que lastimaron a Yun Qingya todavía estaban prófugos. Entonces, ¿cómo podría dejar esas cosas a un lado y casarse? ¡No se casaría con Ye Ling a menos que la Familia Yun se hubiera vengado de todos sus enemigos!

Al mirar a la leal chica, Yun Luo se conmovió mucho. Suspiró y dijo: 

-Si no quieres casarte ahora, puedes comprometerte con el Tercer Príncipe y casarte con él más tarde.

Al escuchar las palabras del anciano, Ye Ling, que estaba un poco decepcionado en ese momento, se puso muy feliz y rápidamente cayó de rodillas: 

-¡Gracias, general! Trataré bien a Qing Yan y nunca dejaré que sufra ningún agravio.

Sorprendido por el movimiento de Ye Ling, Yun Luo rápidamente intentó leventarlo, frotándose las manos avergonzado. 

-Tercer Príncipe, estás siendo demasiado educado. Levántate por favor. No es necesario que te arrodilles ante mí.

Al ver que Yun Luo iba a sostener a Ye Ling, Yun Luofeng se rió entre dientes y dijo: 

-Abuelo, está bien. Él puede arrodillarse ante ti.

-Maldita niña —Yun Luo miró fijamente a Yun Luofeng—, él es el Tercer Príncipe del Reino Liujin. Aunque ahora se va a casar con Qing Yan, no necesita inclinarse ante mí.

Yun Luofeng se encogió de hombros. 

-Olvidé decirte que Ye Ling es mi subordinado. No es un problema si se arrodilla ante ti. No te enojes porque él hizo eso.

Aunque Yun Luofeng le había dicho a su abuelo que fue al Reino Liujin en busca de venganza, ella no le contó los detalles, por lo que no sabía que Ye Ling ahora era su subordinado.