La mayoría de tiempo Amity se encontraba perdida en sus pensamientos, añorando que alguno de sus padres la abrazara con fuerza y prometiera protegerla o que Amelia reviviera y le trenzara el cabello mientras le repetía lo valiosa que era. Solo quería amor. Pero la realidad era que lo único que tenía era Lucia. Lo cual era igual a salir con el diablo, pero al menos el dolor era algo.
—¿Puedes correr Blight? —cuestionó el entrenador mirando con preocupación a la chica que con trabajos podía ponerse de pie.
—Si puedo —respondió Amity fingiendo una sonrisa y el profesor negó.
—Descansa Blight, hablaré con tus hermanos después —comentó el hombre alejándose de la chica quien se dejó caer con tanto dolor que quiso llorar.
Amber por su parte se sentó a lado de su hermana, quien se tensó al sentirla cerca como si fuera un animal herido y que ocasionó culpa en la mayor, quien notaba aun el aroma a sangre de su hermana. Lo que sea que Noceda le hizo la había jodido mucho.
—¿Por qué lo haces si duele? —cuestionó Amber dejando un jugo a lado de la menor—. No tienes que hacer cosas que te lastiman, el amor no debería sentirse así.
—¿Cómo se debería sentir ser amada? —preguntó Amity con brillo en los ojos lo que termino por romper a Amber.
—No debería doler, debería ser cálido, deberías ser feliz, emocionarte, no vomitar y llorar —respondió la mayor con rabia.
—Lucia me ama —aseguró Amity con una sonrisa pequeña en los labios y las mejillas sonrojadas—. De verdad lo hace.
—¡Si ella te amara no te haría esto! —explotó Amber poniéndose de pie— ¡Alguien que te ama no te obligaría a hacer eso!
—¡Ella me ama! ¡Me quiere! ¡Me cuida! ¡Me protege! ¡¿Por qué no lo entiendes?! —grita la última de los Blight llorando un poco—. ¡Tú eres quien no me quiere! ¡Tú fuste quien me alejó!
Amber está apunto de replicar cuando Amity sale corriendo de las gradas, algunos espectadores se cuestionan seriamente que acaba de pasar pero no le dan importancia como los idiotas que están acostumbrados a ser.
Amity por su parte sigue corriendo pero el aire escapa de sus pulmones, como si se ahogara en la tierra, el mundo se vuelve pesado y el ruido desaparece.
Luz quien mira todo corre hasta la chica y la toma entre sus brazos antes de que su cuerpo caiga al suelo, la Blight resuelta ser más liviana de lo que imaginó lo que es totalmente aterrador porque se siente como si cargara a alguien sin vida.
—Estúpida Luz, no pienses en eso— se regaña en un susurro mientras corre a la enfermería.
(...)
Lucia detestaba la universidad hasta el punto de querer vomitar, odiaba estar rodeada de adultos pretenciosos que creían ser mejores que el resto pero aun así asistía a cada clase por mucho que lo odiara.
—¿Cómo está la nena Blight? —cuestionó Scarlette sentándose a su lado en las gradas.
—No podía caminar esta mañana —suelta la dominicana con una sonrisa arrogante—. Pero aun así tuvimos relaciones, la hice jadear tanto, debiste ver cómo me pedía que parara... fue tan caliente.
—Eres repugnante —escupe con asco la tecladista.
—Nadie es perfecto en este mundo —sentencia Lucia encendiendo un cigarrillo entre sus labios—. El infierno está vacío y Dios le permitió caminar entre nosotros.
Scarlette no responde, se limita a mirar a los demás estudiantes caminar en el campo y algunos atletas correr en la pista. Es un lindo día y sería mejor si el demonio en persona no estuviera a su lado, sería mejor si simplemente Lucia Noceda desapareciera de la existencia.
—Tocaremos en un bar, no lleves a Amity, deja que descanse al menos una noche —pide Scarlette poniéndose de píe y sin mirar a Lucía.
—¿Desde cuando eres tan moralista? —cuestiona la castaña apagando su cigarrillo.
—Desde que comenzaste a cogerla —reclama apretando los puños con fuerza.
—Solo es se-x0 Scarlette, no es como que la esté forzando... Ella me importa —confiesa Lucia cerrando los ojos—. No espero que lo entiendas...
—No quiero entenderlo, es asqueroso —sentencia la tecladista alejándose del lugar.
La mayor de los Noceda se queda en soledad, está realmente cansada de tener que explicarles a las personas lo que Amity significa, el cómo realmente no es un juego enfermo o alguna mierda turbia como todos imaginan. No lo es. Ella nunca le haría daño.
Como podría hacerle daño a alguien que la salva de la oscuridad todo el tiempo, como podría abrazarla con tanto amor si no la quisiera. Claro que podía lastimarla al tener se-x0 pero era normal y tampoco era como que la Blight se resistiera o se negara.
—Joder es irritante —gruñó tomando su mochila dispuesta a regresar a casa y prepararse para el concierto.
(...)
Luz miraba con preocupación a Amity quien insistía en que podía regresar a su casa sola, la peliverde estaba realmente pálida y helada algo que no le daba la seguridad a Luz de dejarla volver sola.
—Te acompañaré —exclamó la morena quitando la mochila rosada de las manos de Amity—. No puedes negarte.
—Eres una molestia —gruñe Amity tratando de recuperar su mochila y fracasando.
—Esta molestia no te dejara volver sola a casa —exclamó Luz con una brillante sonrisa—. Mi madre crio a una persona obsesionada con la fantasía no a una cobarde.
—Eres tan rara —bromeyo Amity sonriendo por primera vez—. Muy rara.
—Gracias, es mi especialidad —finalizó Luz, agachándose para que la omega se subiera en su espalda.
Amity miro con duda a Luz, subió torpemente en su espalda logrando que el rostro de la castaña se volverá totalmente rojo por la cercanía, una vez que Amity se sintió segura Luz comenzó a caminar sin prisa y con cuidado de no lastimar más a la chica que se quedó dormida rápidamente.
Para Luz era tierno como Amity actuaba ruda y al final terminaba siendo de las personas más dulce que alguien podía conocer, era algo que se veía a simple vista con el brillo de sus ojos, la forma en la que acomodaba su cabello o como jugaba con sus manos. Ella era adorable.
Lucia por su parte se deja caer en el sofá, el departamento está en total silencio lo que es incómodo. Está acostumbrada a estar con Amity y el estúpido ruido de sus caricaturas de fondo mientras penetra a la chica, está acostumbrada a tenerla en su pecho, a sentir su cuerpo temblar y tratar de recuperar el aliento mientras ella la cuida.
Era casi cómico el cómo era dependiente de Amity a estas alturas. Ella quien siempre tuvo todo lo que quiso en el mundo ahora estaba babeando por alguien que ni siquiera había tenido su primer celo, pero era mejor que terminar como Amelia Blight y Winona Park, muertas por una sobredosis hace dos años. Todo era mejor que esa mierda.
No se olviden de seguirme, es gratis y me ayudaría mucho para seguir trayendoles historias como estas ;)
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Favorite Crime - Lumity (Omegaverse)
RomanceLa odiaba. Odiaba la música fuerte que parecía gritarle que era una idiota. Odiaba el sabor de la marihuana en sus labios. Odiaba la amargura en su paladar cada que la cerveza bajaba por su garganta. Odiaba marearse entre el humo, el alcohol y las l...