Cuando Luz entro en el gran departamento de los Blight se sorprendió por las fotografías en las paredes, Amity jamás le había hablado sobre tener otra hermana y mucho menos de que sus padres parecían ese tipo de adulto serio y arrogante que salían en las películas malas.
—¿Estas bien nutria?— cuestiona Luca tomando el hombro de la morena quien niega —¿Quieres hablar de eso?
—Después de la cena— comenta Luz con la voz triste lo que hace que inmediatamente su hermano mayor se preocupe.
En la cocina Alador despeina el cabello de Amity, las últimas semanas ha llegado muy tarde a casa por lo que ha preferido no despertar a sus hijos e ir directo a su recamara lo cual no le había permitido ver a su pequeña.
—¿Qué tal la escuela?— cuestiona el castaño con una sonrisa sincera –Escuche que dejaste el equipo de atletismo y Rugby.
—Tuve problemas con Boscha— miente Amity robando un poco de lasaña de un recipiente –Ella suele ser un verdadero dolor de cabeza.
—Pensé que eran amigas, aún recuerdo como venía todas las tardes, creí que le gustabas— comenta Alador con curiosidad mirando detenidamente a su hija —¿Amity porque estas vestida así?
El hombre se queda atónito, si bien Alador era el tipo de padre relajado con la vestimenta de sus hijos lo que usaba Amity era algo que asustaría a cualquier padre. La menor de los Blight vestía con una blusa de tirantes corta casi transparente que no dejaba nada a la imaginación junto con una falda muy corta para el gusto de Alador sin mencionar que era claro el maquillaje en sus brazos, cuello y vientre.
—¿Qué está pasando Amity?— cuestiona Alador agachándose a la altura de su hija que retrocede –Princesa, puedes confiar en mí, soy tu padre y te protegeré
Alador extiende su mano a Amity quien está a punto de tomarla cuando Odalia entra a la cocina, la mujer mira a su hija menor con asombro pero pronto esa emoción se convierte en cólera.
—¡Ve a cambiarte jovencita!— grita con fuerza la mujer y Amity se aleja de su padre —¡No es escuchaste ve a cambiarte!
Amity no lo duda y corre a su habitación bajo la mirada de todos los adolescentes en la sala, rápidamente un grito histérico de Odalia hacia Alador resuena en todo el departamento.
—¡Es una niña Odalia!— grita Alador quitándose el delantal y tirándolo al suelo —¡Nuestra hija nos necesita! ¡Es claro que Amity no está bien!
—¡Solo está pasando por una etapa de rebeldía!— asegura Odalia con seriedad —¡Quiere atención Alador! ¡Es una mocosa malcriada!
La menor de los Blight se recarga en la puerta de su habitación compartida con Amber, comienza a llorar mientras los gritos están de fondo, mira su cama y recuerda la primera vez que tuvo relaciones con Lucia.
Recuerda como "ella" entro por la ventana mientras nadie estaba en casa, recuerda como comenzó a besarla, recuerda la sensación asquerosa de sus manos abriendo sus piernas con fuerza, recuerda los forcejeos, recuerda como le suplico a Lucia que se detuviera porque dolía mucho.
"—Vamos Am, se una niña buena— pide Lucia embistiendo a Amity quien trata de alejarla —¡Deja de pelear!
—¡Basta! Me duele— suplica la Blight tratando de alejar a la alfa –Duele.
—Mírame princesa— susurra Lucia tomando el rostro de la chica entre sus manos –Todo está bien, es la primera vez por eso duele, pero se sentirá bien después lo prometo."
La Blight se abraza a sí misma, el recuerdo es tan vivido que desea morir, dolió mucho, no pudo caminar bien aquel día y mancho sus sabanas de sangre. Pero aquello fue su culpa, si ella no hubiera invitado a Lucia a su casa o si tan solo no hubiera forcejeado. Es verdad, todo es culpa de Amity porque Lucia la ama, Lucia jamás la lastimaría, Lucia solo quería amarla y Amity no lo entendió.
"—Te amo— susurra la mayor besando tiernamente a la Blight"
La peliverde toma su celular mientras escribe un mensaje desesperado a Lucia con las palabras "Por favor ven por mí" que inmediatamente es respondido "Sal por la ventana, estoy afuera", Amity no puede evitar sonreír mientras abre la venta y encuentra a Lucia esperando como prometió por lo que no duda ni un momento en bajar por la enredadera.
Mientras tanto los gemelos van a su habitación y regresan con una mochila junto con la sudadera de Amber quien la toma con pesimismo. Luca por su parte mira a Luz quien esta tan incómoda como él.
—Aunque no lo crean es lo primera vez que pasaban tanto sin discutir— comenta Edric con una sonrisa –Vamos a ir a nuestro escondite ¿Quieren ir?
—¿Y Amity?— cuestiona Luz recibiendo una mirada triste de Emira.
—Ya se fue, al parecer salió por la ventana— confiesa la chica con una sonrisa de lado.
(...)
Lucia besa con cuidado la espalda desnuda de la pequeña Amity quien esta recostada a su lado en su habitación, acaban de tener relaciones por lo que la Blight se siente cansada y mareada sin mencionar que lo único que quiere es dormir y tal vez con un poco de suerte no despertaría.
—¿Quieres salir?— cuestiona Lucia mirando la pantalla en su teléfono –Scarlette tiene una fiesta.
—Podemos quedarnos en casa— pide Amity mirando a la alfa quien parece muy interesada en su teléfono.
Lucia mira a Amity con fastidio, está molesta porque Luz está enamorada de la Blight, porque Amity le sonríe a Luz como si nada pasara, quiere lastimar a la omega, quiere darle una lección para que jamás en su vida vuelva a pensar en alguien que no sea ella.
—Vamos Amity no seas aburrida— exclama la castaña poniéndose de pie –Puedes quedarte, yo iré a la fiesta, ¿recuerdas a la chica española?— pregunta y Amity asiente con dolor –Pues está en la ciudad y me está rogando por salir con ella.
—Lucia por favor— suplica la Blight sentándose en la orilla de la cama –No vayas.
—Pensé que no te importaba— exclama la morena tomando el mentón de la chica –Como mi novia no quiere ir pensé que tampoco le importaría si me acuesto con alguien más— provoca logrando que la omega suelte pequeñas lagrimas –No te gusta la idea Amity porque para mí es perfecto.
—Por favor— la voz rota de la Blight suena como un susurro—
—¡Por favor!— grita Lucia tomando el cuello de la pequeña con fuerza –Me pides por favor mientras tú vas por ahí ofreciéndote a mi hermanita, ¡Te gusta Amity! ¡Te gusta ser una maldita perra!
La Blight comienza a llorar desconsoladamente a la par que Lucia se aleja con dirección a su closet, la alfa saca un pantalón negro y una playera blanca que lanza a Amity quien sigue destrozada sobre la cama.
—Vete— ordena Lucia mirando con odio a la Blight —¡Te dije que te fueras!— grita dándole una bofetada a la niña —¡No me sirves Amity! ¡Y todo es tu culpa por ser una zorra!
—Basta— la pequeña trata de alejar a la alfa –No digas eso, no es verdad.
Lucia toma las muñecas de la Blight, mira a la pequeña con furia y decide lastimarla. La alfa abre las piernas de Amity y baja su bóxer mostrando su erección, sin esperar consentimiento alguno Lucia se acomoda entre las piernas de la niña.
—Nunca lo hemos hecho por aquí verdad— se burla presionando su miembro en el ano de la Blight –Es un buen día para intentarlo.
Amity niega, empuja el cuerpo de Lucia, rasguña sus brazos pero nada funciona cuando la alfa comienza a penetrarla, golpeado su interior con tanta fuerza y sin delicadeza alguna. En un punto la penetración se vuelve más fácil para Lucia pues Amity está sangrando.
—Detente— suplica entre llantos –Duele mucho, por favor para.
Lucia ignora a Amity y continúa, la cama rechina, las sabanas comienzan a mancharse de sangre y los sollozos de la peliverde se comienzan a volver una molestia por lo que cubre su boca mientras continúa penetrándola. La pequeña Amity empuja con fuerza ala alfa quien gruñe con fastidio y le da una bofetada.
—¡Deja de luchar Amelia!— grita Lucia tomando con fuerza el rostro de Amity y notando su error – Lo siento princesa, todo terminara pronto, te amo Amity, de verdad te amo por favor olvida lo que dije— suplica limpiando las lagrimas de la omega quien parece devastada —Tu también me amas ¿verdad?
—Te amo— exclama Amity en un sollozo.
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Favorite Crime - Lumity (Omegaverse)
Storie d'amoreLa odiaba. Odiaba la música fuerte que parecía gritarle que era una idiota. Odiaba el sabor de la marihuana en sus labios. Odiaba la amargura en su paladar cada que la cerveza bajaba por su garganta. Odiaba marearse entre el humo, el alcohol y las l...