Ella odiaba muchas cosas y Luz lo sabía, por ejemplo Amity odiaba la música fuerte por eso se aseguraba de que sus canciones fueran suaves, odiaba el contacto físico por eso Luz la solía abrazar poco pero asegurándose de que ese contacto tan pequeño fuera lo suficiente cálido para hacerla sentir menos sola en el mundo.
Aunque si alguien le preguntara porque se había enamorado de amity ella no sabría que responder y tal vez diría algo como qué es linda o simplemente que su sonrisa fue lo que la cautivo. Pero había sido por mucho más, por la manera en la que sus manos encajaban, por ese absurdo cumplido de que le encantaba el aroma chocolate, por esas canciones que escucharon juntas y sobre todo porque parecían estar destinadas.
Y cómo lo leyó en una pésima comedia romántica a veces para emocionar un corazón frío se debe de hacer algo gigante y precisamente era ese su plan porque Luz había planeado el detalle de amor más grande que cualquier persona podría ver.
—¿Lista para el día de hoy nutria?— cuestionó Luca despeinado el cabello de Luz quien se ponía la mochila.
—Más que lista— aseguro la castaña con emoción —Tengo todo listo, incluso Boscha me ayudara.
—No olvides que tu hermano mayor estará ahí para ti— comento Luca con una sonrisa de lado.
Lucia miro a sus hermanos con fastidio los últimos días había estado llamando a Amity pero no respondía, cada uno de sus mensajes había sido ignorado y sobre todo parecía que sus estúpidos hermanos le estaban escoltando todo el tiempo. Algo que estaba volviendo loca porque estar lejos de la niña se sentía como la maldita abstinencia y lo detestaba.
—¿Qué ocurrirá hoy?— cuestión de Lucía tomando el hombro de Luca quién se tenso rápidamente.
—Pues voy a hacer una decla— exclamo Luz pero fue callada por la mano de Luca quién sonrió con nervios.
Durante los últimos días el chico había estado pensando en todo lo que el policía dijo por lo que sabía que sí Lucía se enteraba del plan de luz podría arruinar todo, claro que todavía se negaba a creer que su hermana pudiera hacerle eso a una niña y con toda su alma deseaba que fuera mentira. Pero más valía prevenir que lamentar.
—Pues luz y yo planeamos una tarde de patinaje solo nosotros dos, ya sabes tiempo de hermanos— aseguro el chico alejandose de la mayor.
—de acuerdo creo que es mi sueño que pasen tiempo juntos chicos, por cierto hoy iré a la escuela necesito revisar cómo va sus notas para enviarlas a mamá— mintió con una sonrisa amable.
Luca tragó saliva, era claro que aquello era una mentira pues el mismo le informaba a Camila de su desempeño académico.
—De acuerdo, entonces nos vemos— se despidió Luz abrazando a su hermana y corriendo a la salida.
—¿Luca todo bien?— cuestionó Lucia mirando al chico con una expresión diferente a la habitual, está era idéntica a la de su padre.
—Si, todo perfecto— mintió el moreno apretando con fuerza sus puños para no perder su actuación —Es solo que me gusta una chica y me encantaría invitarla a salir.
—¿Cuál es su nombre?— pregunto la mayor con una sonrisa relajada mientras tomaba una manzana del frutero.
—Amber Blight— exclamo Luca mirando la reacción de Lucía quien dejó caer la manzana al suelo a la par que lo miraba con asombro —¿Todo bien?
—Si, solo que al parecer Oregon está lleno de Blight— bromea la alfa retomando su actuación —Ve a la escuela, te veré después— sentenció caminando a su habitación.
(...)
Amity caminaba junto a sus hermanos quiénes charlaban, de vez en cuando molestándola ella con luz y extrañamente se sentía muy bien porque después de tanto tiempo finalmente sentía qué era feliz aunque fuera mentira.
Aunque siendo honesta comenzaba extrañar a Lucía, los últimos días sus hermanos le habían quitado su teléfono y la computadora por lo que no había contactado con su novia en mucho tiempo eso es lo hacía sentir insegura porque conocí a Lucía quién seguramente ya hubiera conseguido alguien más.
Alguien que no llorar todo el tiempo, que pudiera hacer las cosas que ella no podía, alguien más linda, con mejor cuerpo y esa idea la estaba matando. Porque Lucía era su primer amor y quería verla aunque doliera.
—¡Hey!— grito Luz desde atrás de los Blight quiénes se detuvieron a ver.
—¡ho no Edric! ¡Invasión de Dominicanos!— bromeó Emira recargando su mano en el pecho de su hermano quien fingió miedo.
—Rapido vámonos antes de que aparezcan más— apoyo el chico comenzando a correr junto con Emira.
Amber rodo los ojos diversión y camino hasta Luca quién la miro con una sonrisa sincera mientras acomodaba su cabello castaño hacia atrás.
Luz miro con curiosidad la actitud de Amity por lo que sin dudarlo saco el ramo pequeño de rosas hecho de papel y lo extendió a la peliverde que lo miro con asombro.
—Es para ti— aclaro la dominicana con alegría —Se que no te gusta que la gente corte plantas, es algo que Willow me contó, entonces pensé que te gustarían rosas hechas de esta forma.
—Son muy lindas— exclamo la Blight con el rostro tan rojo como las rosas en sus manos —Gracias Luz.
—No es nada— aseguro acomodando un mechón rebelde del cabello de Amity —Me gusta hacerte feliz.
—Las rosas huelen a chocolate— comento la peliverde con una sonrisa brillante.
—Lo sé, pensé que haría mejor el regalo— confiesa Luz rascando su nuca con nervios.
—Lo hizo perfecto— asegura la Blight besando la mejilla de la castaña quien se ruboriza rápidamente.
Amber mira esa pequeña interacción con alegría, le encanta poder ver a su hermana pequeña feliz sin llorar y sobre todo teniendo un enamoramiento claro hacia Luz.
—Asi se siente el amor— susurro Amber cuando paso a lado de Amity quien abrió los ojos con asombro —Nos vemos en la escuela enanas.
—¡Hasta el partido!— grito Luz despidiéndose de Amber quien asintió caminando con Luca.
Amity por su parte miro las rosas, el aroma a chocolate era dulce y cálido, sin mencionar que su corazón no dejaba de latir al pensar que Luz le había obsequiado aquello, se sentía muy feliz.
—¿Puedo tomarte de la mano?— pregunto Luz desviando la mirada y Amity no pudo evitar ponerse nerviosa.
—Si... Creo que estaría bien— respondió la chica entrelazando sus manos y sintiendo la corriente eléctrica atravesar su cuerpo por el tacto.
Ambas se sentían como un libro de romance, caminando a la escuela mientras charlaban de cosas absurdas con sus manos entrelazadas, con sus rostros llenos de rojo y sobre todo deseando que aquel camino durará por siempre.
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Favorite Crime - Lumity (Omegaverse)
RomanceLa odiaba. Odiaba la música fuerte que parecía gritarle que era una idiota. Odiaba el sabor de la marihuana en sus labios. Odiaba la amargura en su paladar cada que la cerveza bajaba por su garganta. Odiaba marearse entre el humo, el alcohol y las l...