Capitulo 10

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Ella estaba llorando. Lloraba mientras se abrazaba a sí misma, sus caderas dolían mucho, su estómago mantenía la sensación de miedo, su cabeza parecía explotar y los rayos de sol que golpeaban su rostro lograban marearla. Amity se sentía tan mal que deseaba morir con tanta sinceridad que le asustaba.

—Tranquila— susurro Lucia entrando en la habitación con una bandeja llena de comida y un par de pastillas—. Las primeras veces duele como la mierda.

La castaña dejo cuidadosamente la bandeja en la mesa de noche y se recostó a lado de la Blight quien seguía llorando, la tomo entre sus brazos dejando que descansara sobre su pecho mientras limpiaba sus lágrimas con una delicadeza que tranquilizo demasiado a la pequeña.

—Las dr0g4s pesadas duelen como la mi3rda princesa —susurró acariciando el cabello de Amity—. Más cuando tu cuerpo las rechaza.

—Quédate conmigo hoy —pide la Blight con la voz rota.

—Princesa yo me quedare contigo toda la vida —aseguró Lucia besando suavemente los labios de la Blight.

Amity cree en las palabras de Lucia, se deja llevar por el dolor mientras el sonido de los latidos de Lucia se escuchan de fondo. La Blight se mantiene densa, como si estuviera en la habitación y al mismo tiempo no lo estuviera, recuerda que le había prometido a Luz la noche anterior regresar juntas a casa después de la escuela, que habían charlado sobre series de televisión extrañas y sobre todo que habían vuelto a escuchar canciones suaves.

Amity realmente comienza a extrañar el chocolate.

(...)

Amber miraba con aburrimiento su celular, sus padres estaban nuevamente discutiendo en la cocina sobre la empresa mientras Edric y Emira estudiaban en la sala. Los señores Blight ni siquiera notan la nula presencia de Amity, de hecho parece que incluso ignoran que el resto de sus hijos están presentes.

—¡Alador escúchame! —grita Odalia cuando el hombre toma su saco —¡Puedes dejar de actuar como un niño! ¡Eres un adulto!

—¡También soy padre Odalia!— explota el castaño sorprendiendo a todos —¡Y estoy harto de que todo el tiempo quieras culparme de todo!

—¡Si fueras mejor padre ella seguiría aquí!— reclama la mujer con dolor —¡Ella era perfecta! ¡Ella debería estar aquí!

—¡Pero ella no lo está!— sentencia Alador con la mirada cansada –Amelia no volverá Odalia, no importa cuando trates de evitar pensar en ella... No volverá...

Los hermanos Blight se quedan en silencio, pueden escuchar el como Alador comienza a llorar mientras Odalia camina haciendo ruido hasta su dormitorio. El primero en hacer algo es Edric quien camina hasta su padre y lo abraza tratando de consolarlo de alguna forma, Emira camina a la cocina y recoge los pedazos rotos del jarrón que Amity le regalo a Odalia ese año en el día de las madres. Era un hermoso jarrón.

—Lo siento tanto— susurra Alador con un tono tan cansado que es lastimero –No creo que mamá pueda cocinar algo, les daré dinero para que compren pizza o lo que quieran.

Amber asiente tomando la cartera café de su padre, ella es consciente de que Alador los ama con todo su corazón, son sus hijos después de todo pero también entiende que a pesar de que su padre discuta todo el tiempo con su madre la ama. Alador ama a Odalia desde que son niños, desde que se conocieron en un absurdo viaje escolar, pero perder a una hija no es fácil.

—Comprare pizza en el centro— avisa Amber y sus hermanos asienten –Regreso pronto.

Luca por su parte está en el estacionamiento practicando algunos trucos, todo el día ha tratado de encontrar señales de Amity pero simplemente parece que la niña se refugia en el departamento de Lucia cuando tiene malos días.

—¿Tu nunca dejas de patinar?— cuestiona Amber mirando al chico –O solo te gusta alardear.

—Me gusta que chicas lindas me vean patinar— bromea Luca caminando a lado de la chica —¿Cuál es la misión de esta noche?

—Comprar Pizza para que nadie en mi familia muera de hambre— comenta la Blight con una sonrisa de lado.

—Misión de vida o muerte genial— exclama Luca con una sonrisa –No tengo nada mejor que hacer en viernes por la noche, me apunto.

Amber sonríe sinceramente y Luca tiene que controlarse a sí mismo para no hacer una escena digna de un Oscar, porque siendo honesto es la primera vez que ve una sonrisa tan hermosa, es la primera vez que escucha la risa de la Blight y entiende totalmente por qué Luz parece tan feliz cuando esta con Amity porque él se siente de la misma forma con Amber.

(...)

Es muy tarde. Lucia se pone de pie buscando el cuerpo de Amity a su lado pero no la encuentra por lo que a regañadientes se pone de pie y da un vistazo en la habitación. Todo está jodidamente oscuro pero la puerta del baño de su habitación está abierta.

—¿Qué mierda pasa?— cuestiona al abrir la puerta del baño pero se queda helada al mirar el piso cubierto de sangre.

Lucia mira la bañera encontrando el cuerpo inerte de una peliverde, sus muñecas están cortadas y pequeñas pastillas azules están tiradas por el suelo. La castaña rápidamente toma el cuerpo entre sus manos y se aferra a él como si de esa forma pudiera hacer algo.

—Lo siento— solloza con la voz rota –Mierda de verdad lo siento.

No quiere creerlo, no puede estar volviendo a pasar. No puede perderla de nuevo, no puede perder a "Amelia" de nuevo, pero su cuerpo helado esta entre sus manos. No escucha sus latidos y la idea de no volver a hacerlo duele tanto.

—Lo siento— susurra tocando el rostro de la chica –Por favor no me dejes, Amelia te necesito.

No hay respuesta a su suplica, solo el dolor de tener a quien considero el amor de su vida muerta entre su brazos. Es como una maldita pesadilla.

—¡Despierta!— grita Luz cayendo sobre el estómago de Lucia quien inevitablemente abre los ojos —¡Amity quiere ver Disney dame la contraseña!

Lucia gruñe pero escribe la contraseña en un papel que le entrega a Luz quien inmediatamente sale del cuarto. La alfa agradece porque su hermana menor sea la persona más despistada del mundo pero también no puede evitar sentir ese vacío persistente en su pecho.

Un vacío con el nombre de Amelia Blight y la culpa que durante un tiempo no la le dejo dormí. Pero siendo sinceros quien podría dormir sabiendo que las drogas que vendiste mataron a la persona que amabas y a tu mejor amiga.

Pero no importaba realmente. Amelia estaba muerta y jamás volvería, aunque era doloroso Lucia había aprendido a dejar ir a la chica pero fue entonces cuando la pequeña Amity apareció, con una sonrisa amable y rogando que alguien la amara, y claramente ella decidió amarla. La amaría por siempre.

Favorite Crime - Lumity (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora