08 Escondidas

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🎶- La Seine

—¿Me concedes este baile, amor?

—Por supuesto que sí.

Dicho eso Charlie tomó la mano de su pareja y su cintura y comenzó a bailar, sin despegar su mirada sonrieron felices. Todo a su alrededor dejó de existir para ellas, ni siquiera tomaron en cuenta a las parejas que se unían con ellas en la pista.

—Te amo como no tienes idea, Charlie.

Charlie escuchó a su novia con una sonrisa, el brillo rojo no desaparecía de sus ojos al igual que los cuernos y la cola. Había algo en esa mirada que provocó en Vaggie un escalofrío excitante y emocionante. Charlie sonrió mostrando sus colmillos susurrando al oído de su pareja.

—Yo mataría por ti... — un beso en su mandíbula casi derriba a Vaggie. —...Yo moriría por ti...— mordió levemente el lóbulo de su oreja provocando un gemido corto de su pareja perdiendo el ritmo en el baile. —...De cualquier forma sería una dicha. — sonrió complacida de sentir a Vaggie abrazarse más a su cuerpo apoyándose en su pecho. —Te amo y te anhelo a cada paso.

—Maldita sea Charlie.— Vaggie se quejó entre dientes sacudiendo sus caderas involuntariamente, escuchando la risa ahogada de su pareja. Cuando la canción se detuvo Vaggie tomó la mano de su pareja y la jalo con ella hacía algún lugar apartado. —Ahora hazte responsable de tus acciones.

Charlie rió complacida viendo con superioridad a algunos demonios que las miraban curiosos y asustados aún por la demostración de poder anterior. Escuchó un grito bromista de Angel que ignoró y una sonrisa divertida tanto en su padre, como tíos y las overlords.

La noche aún era joven y estaba más que emocionada de pasarla con Vaggie.

¿Qué sorpresas les espera la gala?

{...}

No es un secreto que antes de todo esto Vaggie era la que por lo general dominaba cuando intimaban, aunque ambas sin duda son versátiles. El mismo año en que el hotel estuvo terminado, y que su padre había dejado de vigilarla, conoció a la pecadora en aquel callejón, tirada junto a un contenedor no pudo evitar ayudarla.

Desde ese momento sabía lo que quería hacer, redimir demonios. Por ello en cuanto el último ángel regresó al cielo Charlie salió en la limusina en compañía de Razzel y Dazzel en busca de algún demonio al que ayudar, pero no hubo ni uno solo, solo cuerpos y demonios con el símbolo de Carmine que recogían las armas celestiales.

Cuando encontró a la 'pecadora' herida no dudó en ayudarla. La princesa hablaba pero Vaggie no lograba escuchar, su cuerpo dolía y su cabeza palpitaba. Charlie extendió su mano esperando a que la tomara y la desgraciada ángel lo hizo con el pensamiento de "sí no me mato ya, tal vez sea seguro confiar" apenas se levantó su cuerpo se desplomó, Charlie cargo a la chica al estilo nupcial hacia su limusina con toda la intención de llevarla al hotel.

Vaggie se convirtió en el primer residente del hotel.

Durante semanas Charlie se encargó de la recuperación de Vaggie, procurando que se sintiera bienvenida en el infierno. Con los meses que pasaron se fue creando una amistad, para cuando llegó la siguiente exterminación Charlie estaba inquieta, odiando lo que los ángeles le hacían a su gente, el miedo inundó a Vaggie temerosa de que Charlie la odiara si se enteraba, sobre todo porque sentía más por Charlie que una amistad.

Ella quería más de Charlie.

Cuando el exterminio terminó ambas chicas hablaron de sus sentimientos, y formalizaron una relación de bella manera que terminó por sellar sus corazones en unión. Al iniciar el año Charlie comenzó con el proyecto pero ¿cómo hacerlo? Creía saber cómo pero estaba preocupada por el resultado.

La Princesa del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora