41 Hambre

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Habían pasado algunos días desde que La Reina del Infierno finalmente se recuperó a la perfección. Debido a que tanto Charlie como Lucifer se encontraban débiles fue que las reparaciones del hotel se hicieron a la antigua, a mano y pala, el trabajo prometía ser exhausto pero cuando Carmilla apareció con todos los diablillos, sabuesos y pecadores que trabajan para ella con toda la intención de ayudar a reparar el hotel es que terminaron mucho antes de lo previsto, Rosie incluso se había ofrecido a prepararles de comer pero con una sonrisa rechazaron la propuesta, no estaban realmente acostumbrados a la comida humana. Aunque Engell sin duda aceptó gustosa la sangre que Rosie le daba para que se hidratara.

Finalmente después de días agotadores, y de recibir la última carta de Emily es que descubrieron lo que había ocurrido en el cielo. La muerte de Sera, que los príncipes y Dios ya sabían de lo que hacían, la redención, incluso un saludo formal de Dios hacia Erdnuss los tomó por sorpresa, aunque fuera tan simple como un "Una nueva vida te espera".

También se enteraron de que Lute, al parecer había desaparecido del cielo, nadie la encontraba así que estaban atentos de que ella viniera al infierno a intentar algo, también aseguró que Sir. Pentius había sido "ascendido". La foto de un Sir. Pentius con seis alas dándole la mano a Dios y una mirada nerviosa cuyo pie de foto decía "El subdelegado de Emily en el Cuarto Cielo, Sir. Pentius, el primer serafín redimido" los dejó a todos helados en sus lugares, incluso pareciera que pasaron horas solo quitándose la foto de una mano en otra para verla bien sin poder creerlo.

—Mierda viejo, ese idiota sin duda lo logro.— expresó Ángel las palabras que todos compartían.

También se resolvió y explicó brevemente a todos que el cielo se divide en siete, que las exterminadoras ya no eran un problema y que, Dios ansiaba reunirse con Lilith, Lucifer y Charlie cuando arreglaran sus problemas. Esa tarde fue abrumante en más de un sentido, mucha información que procesar, pero al final nada salió tan mal.
Finalmente, una semana después desde el regreso de Lilith y las reparaciones del hotel, de que todos hablaran y los asuntos del pasado se arreglaran, se encontraban en la sala del salón hablando.

Era de noche, Stern se encontraba en la casa de Carmine haciendo pijamada con sus hijas, todo lo que había pasado las mantuvo distantes y no querían perder más tiempo para volver a conversar. Husk, Angel y Cherry habían salido a festejar el triunfo de Sir. Pentius, y motivando a Cherry a redimirse ya que así podría tener un buen lugar en el cielo junto a Sir. Pentius.

—Si hay dinero allá arriba sin duda tendrás mucho, y así podremos salir a festejar con alguna cosa aburrida como pastel y café.— fue lo que le dijo Ángel a su amiga para que se animara a lo que está solo reía. No era una mala idea.

Engell y Erdnuss se encontraban en el gran salón del hotel, la primera caminando de un lado a otro preocupada, mientras la segunda se mantenía leyendo algunos libros con verdadera atención. Vaggie y Charlie se encontraban en la cocina terminando de lavar los platos, y al verlas se acercaron a preguntar si sucedía algo, la angel ignorando la cola que se apretaba en su pierna por la impaciente de su novia, que también estaba preocupada por sus amigas pero no podía evitar sentirse excitada, había pasado mucho tiempo y quería sentir a Vaggie de nuevo, no podían culparla. Justo entonces bajaron los reyes, se habían quedado un tiempo en el hotel mientras se recuperaban, aun ahora Lucifer seguía débil al igual que Charlie, no era chiste romper un contrato, y menos uno que involucra a la Reina.

—¿Sucede algo?— cuestionó Vaggie siendo arrastrada por Charlie al sofá de una pieza, sentándose en las piernas de su novia.

—¿Que está mal querida?— preguntó preocupada Lilith tomando asiento frente a Erdnuss, Lucifer a su lado.

La Princesa del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora