30 Redención

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—¿Qué deberíamos hacer?— preguntó Michael.

—Debemos regresar y reportar esto a padre.— contestó Gabriel.

—¿Adam convertido en pecador? ¿Y asesinado por Lucifer?— se cuestionó incrédulo Leroy.

—Sin duda serán castigados.—aseguró Azrael.

Los príncipes se encontraban reunidos a unos metros por encima del hotel. Veían y escuchaban todo gracias a Leroy. Azrael estaba furioso cuando escuchó que Adam había muerto, la actuación de Lucifer en la embajada no pasó desapercibida para ninguno, de esto se enteraría Dios. Ignorando activamente la pregunta que se abría paso en su cabeza, ¿que hacía Adam en el infierno en primer lugar?

Michael por el contrario estaba sorprendido, ¿Lucifer y Lilith habían tenido una hija? De qué otro modo explicaría que la chica se autonombró Princesa para detener a ese pecador. Y sin embargo no pudo evitar pensar que le habría gustado conocer a la Princesa años atrás.

Gabriel y Leroy sólo podían pensar en cómo actuar ahora. Siendo entonces Gabriel el que habló.

—Regresemos, Padre debe querer respuestas, debemos reunirnos con Cassius, Galim y Joel.— Mirando esta vez a Leroy hablo. —Quedate, estoy seguro que Dios querrá ver esto por sí mismo.— asintiendo los Angeles batieron sus alas y regresaron al cielo.

Si los demonios habían atacado a Adam, a un ángel y habían destruido la embajada del cielo no había forma de salvarse de esto, a los ojos de los príncipes era una clara señal de guerra. Dios no estaría nada contento con esto.









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Nadie sabía exactamente cómo reaccionar, todos saltaron por instinto hacia atrás viendo como Charlie era tacleada por su padre y ella lograba soltarse del agarre con un golpe del mango de su tridente a su costado, dirigiéndose de nueva cuenta a la mujer que se miraba furiosa, sus ojos pintados de rojo.

Alastor se mantenía a la distancia observando con una sonrisa orgullosa como Charlie se defendía de los ataques de su padre y cada otra oportunidad atacaba a la reina, que ahora en su mayor apogeo como demonio al igual que Lucifer y Charlie, empezaba a defenderse y atacar.

—¡CHARLIE QUE MIERDA!

Sin evitarlo más Angel repitió, a su lado Husk había sujetado a Niffty evitando que saliera corriendo hacía donde los 3 demonios superiores peleaban. La mirada del ex-overlord cayó en Alastor completamente indiferente a lo que sucedía y supo que tenía algo que ver en eso, y que ellos dos no podían hacer nada para intentar pararlo sin sufrir las consecuencias de su dueño.

Cherry estaba al otro lado de Angel estática. Engell y Erdnuss detrás de estos asegurándose de mantener a Stern detrás de ellas. Y Vaggie estaba frente al grupo, sus alas extendidas cubriendolos miserablemente ya con su lanza en mano. Ella no tenía idea de porque Charlie decidió atacar de la nada a su madre, no sabía que estaba ocurriendo pero la vista de su novia luchando, y en clara desventaja, contra los soberanos del infierno hicieron que cualquier duda muriera.

La Princesa del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora