Es Solo Una Niña.

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El grupo puso rumbo a Fort Benning cuando lo del CDC no funcionó, llevaban días en la carretera dejando atrás alguno de los vehículos cuando el combustible empezó a escasear, ahora Taylor y James se encontraban viajando en la casa rodante de Dale igual que Andrea, Shane, T-dog y Glenn. Rick y su familia viajaba junto a Carol y su hija mientras que Daryl había dejado atrás su camioneta y ahora usaba la motocicleta de Merle.
La caravana  se vió obligada a detenerse cuando se encontraron con la carretera llena de vehículos abandonados, impidiendo que pudieran pasar, así como el hecho de que la casa rodante había vuelto a fallar.

- Al menos podremos estirar las piernas - Dijo Taylor bajando el libro que Dale le había prestado y que llevaba leyendo toda la mañana.

- Por fin - le respondió su hermano suspirando frustrado pues llevaban demasiado tiempo en aquel diminuto vehículo sentados y su hermana solo leía. Todos bajaron y Taylor sonrió cuando Glenn le ofreció su mano para ayudarla.

- Gracias - le dijo sintiendo sus mejillas enrojecer a lo que James puso los ojos en blanco, aunque no era el único porque Daryl se había acercado y trataba de ignorar el hecho de que ellos parecían llevarse cada vez mejor desde que se vieron obligados a viajar juntos.

- De nada - le respondió Glenn igual de rojo que ella. Taylor caminó hasta el frente de la casa rodante y James se quedó mirando como los dos hombres recorrían su cuerpo con los ojos pues la chica usaba unos shorts de jean y una camiseta con delgados tirantes. Se acercó a ella quitándose su camisa para colgarla en sus hombros y aunque hacía calor, la chica le agradeció porque soplaba una brisa fresca que le generaba escalofríos. James volteó con toda la intención de que Daryl y Glenn se dieran cuenta que debían dejar de mirar a su hermanita pero aunque el coreano parecía avergonzado por haber sido descubierto, el cazador simplemente sonrió de lado y volvió la atención a su motocicleta.

- Es un cementerio, no me siento cómoda con esto - Le dijo Lori a todos cuando sugirieron que buscaran entre los vehículos algo que les sirviera mientras Dale reparaba la casa rodante.
Taylor miró a su hermano y se encogió de hombros comenzando a caminar entre los autos, era evidente que aunque no les gustara, debían revisar así que la chica dejó de lado sus sentimientos y comenzó a mirar que podía encontrar. James la seguía de cerca porque no estaba armada y aunque Daryl y T-dog estaban cerca, siempre sería su responsabilidad cuidarla.
Taylor se metió dentro de un auto al ver un pequeño botiquín que podría servirles y sonrió al encontrar unos cigarrillos, ella no fumaba casi nunca pero le gustaba hacerlo cuando estaba demasiado ansiosa o no podía dormir y últimamente eso pasaba más seguido de lo que le gustaría admitir. Cuando se incorporó saliendo del auto, su sonrisa desapareció al ver la horda que se acercaba a ellos, se agachó con rapidez para no ser vista y miró a su alrededor tratando de encontrar a los demás para advertirles pero no podía verlos. Una mano se aferró a su cintura y otra cubrió su boca para impedir que hiciera ruido.

- Tu hermano está ayudando a T-dog, debemos ocultarnos - le susurró Daryl al oído - No hagas ruido y sígueme ¿Entiendes? - ella solo asintió lentamente y él la soltó tomando su mano para tirar de ella hasta que ambos quedaron debajo de un auto. Taylor sentía su corazón a mil por horas latir en su pecho y se aferró al brazo de Daryl cuando los pies de los caminantes empezaron a pasar junto a ellos. El cazador pasó un brazo por su espalda y la atrajo más cerca cubriendo su boca con la mano de nuevo. - Terminará pronto - le susurró al oído tan bajo como pudo mientras ella cerraba los ojos tratando de normalizar su respiración. Daryl en cambio trataba de no pensar en nada, cuando vió que la horda se acercaba podía correr en dirección a T-dog o Taylor, ambos estaban igual de cerca en direcciones opuestas y no tuvo que pensarlo mucho cuando vió a James cerca de T-dog, su único pensamiento era poner a salvo a Taylor y sabía que James podía hacerlo pero quería ser él aunque no entendiera porque. Tenerla tan cerca lo confundía, sentir como ella se apretaba más a él, hacía que su corazón se acelerara y trataba de convencerse de que era por la situación en la que estaban, que era la adrenalina que corría por sus venas pero sabía que tenía todo que ver con la chica a su lado. - Vamos - volvió a susurrarle cuando estuvo seguro de que el peligro había pasado, la ayudó a ponerse de pie y lo que menos esperaba era que ella lo abrazara pero lo hizo.

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