Familia y Paz

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Con el pasar de los días, todo se volvía tranquilo y la vida en Alexandria comenzaba a acomodarse en una lenta rutina. Limpiaron las calles y enterraron a los muertos, pusieron en pie los muros de nuevo y aprovecharon para terminar la expansión. No fue fácil pero ahora que lo peor había pasado, solo quedaba un problema. Los cultivos no crecían, no daban fruto sin importar cuanto los cuidara Maggie y los recursos comenzaban a escasear.
Las expediciones volvieron a ser necesarias y quiénes más salían eran Daryl y Rick, que había asumido el liderazgo de la comunidad después de la muerte de Deanna el día que cayeron los muros.

- Buenos días - Glenn y Taylor despertaron casi al mismo tiempo y la chica le sonrió a su esposo al escucharlo darle los buenos días.

- Hola - le susurró ella acomodándose entre sus brazos, era una fría mañana y todo parecía indicar que el otoño ya se acercaba.

- Deberíamos...

- No - lo interrumpió la chica levantando el rostro para besarlo - No pienso levantarme temprano sin un buen motivo - Glenn rió al escucharla y volvió a besarla, estaban en su mejor momento porque aún con las preocupaciones por el futuro, estaba más unidos que nunca.

- Rick saldrá y hay mucho para...

- No, no quiero - volvió a interrumpirlo Taylor capturando sus labios mientras él los giraba en la cama hasta quedar sobre ella. No había mejor manera de empezar un día tranquilo para ambos que entregarse al amor que ambos sentían, tenían todo el tiempo a su disposición y lo aprovechaban al máximo.

- Podría quedarme asi para siempre - le dijo Glenn cuando ambos recuperaron la normalidad en sus respiraciones, ella mantenía los ojos cerrados pero sonreía al sentir las caricias de su esposo en su espalda desnuda.

- Podemos hacerlo - le contestó ella descansando su mano sobre el pecho de Glenn para sentir el rítmico latido de su corazón. - Aquí solo estamos los dos y es todo lo que necesito.

Cómo dije, la vida se había vuelto tranquila y aunque todos tenían sus obligaciones, de vez en cuando decidían olvidarse de todo solo para disfrutar de esos momentos que hacían que sus vidas parecieran un sueño. No fue hasta el día siguiente dónde Taylor se enteró que Daryl y Rick habían vuelto de la expedición trayendo con ellos a un hombre desmayado que había querido robarles un camión lleno de provisiones que terminó en el fondo de un lago. Ahora algunos de ellos se encontraban en la casa de Rick para hablar con el sujeto que se hacía llamar Jesús y había logrado escapar de la casa de seguridad burlando la vigilancia de Daryl para sorpresa de todos. Jesús decía venir de una comunidad muy parecida a Alexandria y les propuso ir al lugar para conocer a su líder y poder trabajar juntos. Al parecer, tenían todo lo que Alexandria no podía lograr y Alexandria a su vez tenía todo lo que a ellos les faltaba como armas y personas que supieran lo que había que hacer fuera de la seguridad de los muros, así que Rick decidió que irían.

- No es necesario que vengas con nosotros Taylor - la chica se encontraba revisando la carga de su arma cuando su esposo habló a su espalda.

- Es cierto, pero voy a ir de todas formas.

- No quiero que lo hagas Taylor... puede ser peligroso. - Insistió él tomando la mochila que la pelirroja preparaba solo para que ella lo mirara a la cara - Quiero que te quedes, que estés a salvo.

- Yo podría decir lo mismo ¿no? Y sin embargo acepto que a veces tenemos que hacer cosas que no queremos por el bien común. - ella estaba calmada porque sabía que si empezaban a discutir no terminaría bien.

- ¿No crees que es mí trabajo cuidar se ti?

- ¿Cuidar de mí? - ella arqueó una ceja y se cruzó de brazos comenzando a enojarse - Yo no necesito que cuides de mí Glenn. Se lo que hago...

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