Este No Es Tu Lugar.

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Taylor abrió los ojos cuando la luz de la mañana se filtró por las cortinas, tuvo que pestañear varias veces para poder acostumbrarse a la luz y sonrió al sentir la mano de Daryl descansar en su vientre. Se giró para mirarlo, aún dormía pero tenía una suave expresión de paz en su rostro como llevaba días sin ver. Acarició su mejilla feliz al saber que a pesar de todo lo que había pasado la noche anterior, había encontrado el momento para acostarse a descansar. Durante la madrugada se dieron cuenta de que Negan no estaba en su celda y a pesar de haberlo buscado por toda la comunidad, no pudieron encontrarlo. Nadie había visto nada, nadie sabía si lo habían ayudado a escapar o si lo hizo solo pero lo querían de vuelta en su celda y muchos lo querían muerto por lo que hizo, aunque solo había pasado por tratar de defender a Lydia de sus atacantes.
Taylor suspiró tratando de olvidarse de todos esos pensamientos y se acurrucó junto a su esposo que al sentirla cerca, la apretó con más fuerza contra su pecho.

— No quería despertarte — le susurró ella dejando un beso en su pecho.

— Hola — le contestó buscando sus labios para besarla.

— Sigue durmiendo, iré a preparar el desayuno. — ella intentó levantarse pero él no la dejó.

— No todavía — Daryl aún no abría los ojos, estaba agotado y solo quería quedarse en la cama con ella abrazándolo, quería pretender que nada malo pasaba y que estaban a salvo. Quería imaginar un feliz futuro a su lado y permitirse olvidar las preocupaciones, solo disfrutar de su pequeña familia.

— Tienes que comer, cielo…y tu hijo tiene que comer — le susurró al oído haciendo que una sonrisa apareciera en los labios del cazador, para luego dejar escapar un suspiro. — ¿Qué pasa?

— No quiero levantarme… quiero quedarme aquí para siempre. Aquí no hay peleas, no hay amenazas y solo estamos nosotros. Es todo lo que necesito, muñeca. Más de esto. — Daryl escondió el rostro en su pecho mientras ella acariciaba su espalda, podía escuchar el cansancio en la voz de su esposo, como también la necesidad de estar solos los dos, tener un poco de normalidad.

— Quédate aquí… iré por algo de comer y volveré. Podemos quedarnos aquí hoy… podemos hacer lo que tú quieras. — él la miró con una media sonrisa.

— ¿Podemos?

— Podemos y lo haremos. — Daryl la besó lentamente, solo eso necesitaba para ser feliz y aunque sabía que no podía escapar de sus responsabilidades, por tenerla a su lado, era capaz de darle la espalda al mundo aunque solo fueran unas horas.

Taylor bajó con una sonrisa que desapareció al ver a Gabriel en su puerta junto a Aaron, había dejado a su esposo durmiendo y planeaba volver a su lado apenas terminara de preparar el desayuno.

— Necesito hablar con Daryl. — le informó el padre con una mueca.

— No. No hoy. Lo que sea que necesites deberá esperar…

— Lydia asumió la culpa por liberar a Negan. — la interrumpió el hombre — está en la celda.

— Daryl necesita descansar, Gabriel.

— Lo sentimos Taylor pero él puede averiguar si lo que dice es cierto. — ella suspiró y miró hacía la escalera que acababa de bajar, no quería preocupar a su esposo porque aunque no quisiera admitirlo estaba agotado física y emocionalmente.

— Yo iré… hablaré con ella ahora. — Taylor tomó su chaqueta y los guió hasta afuera, sabía que debía ocuparse de eso para poder disfrutar junto a Daryl, sabía que si él se enteraba intentaría solucionarlo pero ella necesitaba darle tiempo para que descansara porque siempre cuidaba de todos a veces incluso olvidándose de cuidar de él mismo. Caminó con los dos hombres hasta la celda y les pidió que esperarán afuera, podían escuchar sin necesidad de intervenir.

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