Broken Wings

Media Naranja.

— Nuestro plan es el mismo. Llevamos a la horda lejos. — les dijo Gabriel a todos los reunidos — Solo que no de Oceanside como habíamos planeado. Cuando se hayan ido, iremos al punto de encuentro B. Luke ¿Estás listo?  

— Si, técnicamente. Estas son las últimas piezas que debemos conectar al carro. Pero, para que tenga el efecto flautista, hay que hacerlo desde el acantilado. Debemos llegar de A a B y yo debo conectarlos. Debería funcionar. 

— El carro está del otro lado de la horda — intervino Magna. 

— Alguien tiene que atravesarla, hay susurradores entre ellos. — les dijo Jerry y Taylor intercambio una mirada preocupada con Daryl, sabía que él no dudaría en ofrecerse y le aterraba que saliera para cruzar en medio de esas cosas. 

— Cuatro grupos de dos. Uno lleva la carga, el otro lo protege. — Gabriel estaba pensando con la mente fría sin darles tiempo a dudar y la pelirroja entendió porque lo habían puesto a la cabeza del consejo en Alexandria. — Es crucial que todo el equipo llegue al carro. 

— Podemos lograrlo, yo ayudare. — se ofreció Lydia, las mujeres de Oceanside intercambiaron una mirada antes de que una de ellas respondiera. 

— Nosotras podemos ir, pero no si va ella. 

— Sabemos que se gano su confianza pero, Oceanside no esta listo. No para esto. — la apoyo la ahora líder de la comunidad de la costa. 

— Esta bien, pero resulta que Lydia esta con nosotros. — Le respondió Gabriel pero Taylor estaba mas preocupada por como Daryl la miraba y la fuerza con la que se aferraba a su mano que por lo que pasaba a su alrededor. 

— No todos lo lograremos — comenzó a decir el cazador desviando la mirada de su esposa —pero esta es la única forma. 

— Si Daryl va, yo tambien. — Lo apoyo Kelly y Taylor le sonrió agradecida. Nadie dijo nada mas y se dispusieron a prepararse para lo que vendría, la parte mas importante y la que los haría ganar o perder todo lo que habían logrado en esos años. Quienes iban a salir se cubrieron con grandes sacos que llenaron de tripas y podredumbre de algunos caminantes que atraparon, una táctica de camuflaje que les había servido incontables veces. Daryl se acerco a Taylor antes de ensuciarse porque era consciente de que en su estado apenas soportaba estar en aquel lugar que olía tan mal. La tomo de la mano y se la llevo a un apartado rincón donde pudieran hablar tranquilos. 

— ¿Estas enojada? — le pregunto abrazándola. 

— Estoy enojada porque no puedo ir contigo pero... se que tienes que hacer esto, cielo, se que no hay nadie mejor que tu para guiarlos allá afuera y por mucho que me aterre... lo entiendo. 

— Todo saldrá bien, muñeca... un ultimo esfuerzo y todo terminara. 

— ¿Lo prometes?

— No puedo hacerlo... quisiera decirte que sí pero...

— Debes prometerlo Daryl, debes decirme que todo terminara pronto y seremos una familia después o no seré capaz de dejarte ir... miénteme si quieres pero necesito escucharlo... necesito que me digas que pelearas por volver con nosotros porque.... porque no puedo vivir sin ti — le suplicó tratando inútilmente de contener las lagrimas que caían inevitablemente sobre su pecho. 

— Te prometo que luchare para volver a ustedes, no mas peleas muñeca... solo espera por mi y luego tu y yo tendremos la vida que merecemos y haremos que nuestro hijo crezca en un mundo más seguro. 

— Te amo Daryl Dixon, eres el amor de mi vida... me tomó mucho tiempo aceptar que siempre estuvo destinado a suceder de esta manera... así que no puedes morir ahora ¿entendido?