Broken Wings

Cola y Cuernos.

— ¿Daryl? — Taylor se levantó de la cama lentamente al encontrarse sola y bajó las escaleras en busca de su esposo, sabia que había vuelto tarde el dia anterior y por eso le sorprendía no encontrarlo a su lado. Lo vio sentado en la cocina perdido en sus pensamientos — ¿Cielo? 

— Hola muñeca — la saludo con una debil sonrisa que pretendía ocultar lo preocupado que se sentia — ¿Como amanecieron? — habían pasado seis meses desde que terminaron con la horda de Alfa y las comunidades habían trabajado incansablemente para volver a poner de pie tanto Alexandria como Hilltop y por fin podían verse los frutos de su esfuerzo, justo a tiempo para disfrutar los ultimos meses del embarazo de Taylor y por mucho que ella quisiera permitirse pensar que por fin vivirían en paz, sabia que a su esposo algo llevaba varios dias molestándole.

— Todo está bien, aunque me sentiría mejor si hubiese despertado contigo a mi lado... ¿Vas a decirme que es lo que ocurre o tendré que preguntarle a Jamie? 

— No es nada... Solo estoy estresado por todo lo que hay que hacer todavía. 

— Dixon, te conozco demasiado bien para esta mierda — le respondió molesta — si no quieres contarme esta bien pero no me trates como a una niña o como si fuera idiota. 

— No es nada Taylor, solo...

— Si, ya te oí. Estás estresado. — Lo interrumpió mirándolo a los ojos y la alarmó al descubrir que él no le sostenía la mirada — ¿Quieres desayunar? 

— No, de hecho tengo que salir — le contestó poniéndose de pie — Volveré por la noche, tenemos mucho que hacer todavía. 

— Bien — le dijo ella suspirando mientras calentaba el agua para prepararse un té. Estaba preocupada, asi habia sido su relación en las últimas semanas y no entendía cómo era posible que las cosas se pusieran tan mal después de todo lo que lograron sobrevivir. Lo peor era que cada vez que ella intentaba hablar con él, las cosas se volvian más tensas y no quería preguntarle a su hermano si algo estaba pasando porque no lo quería preocupar o que terminara volviendo todo más complicado con Daryl y muy en el fondo tambien tenia miedo de lo que podía descubrir.  

Daryl la miro unos segundos y terminó por ponerse de pie para dejar un beso en su frente y salir de la casa sin decir ni una palabra. Ella solo suspiro al sentir la puerta cerrarse y sus ojos se llenaron de lágrimas por la impotencia que le generaba no saber como solucionar la palpable distancia que había entre ellos. Acarició su vientre y se tomó unos minutos para tranquilizarse antes de pensar siquiera en desayunar para poder salir de la casa, debía llevar a los niños a la escuela que volvieron a construir en la iglesia y luego ir al almacén donde estaba ayudando a organizar todo porque no podía hacer mucho más en su estado. Unos golpes en su puerta la devolvieron a la realidad, interrumpiendo sus pensamientos. 

— Hola jefa, lamento molestar tan temprano pero creí que te gustaría saber que el molino ya esta en funcionamiento de nuevo — le dijo Negan cuando abrió la puerta y la chica solo le dio una leve sonrisa — ¿Todo está bien? ¿Te sientes mal? 

— Si... no, es decir todo está bien y no, no me siento mal. Solo estoy algo distraída. ¿Te? — le pregunto abriendo la puerta para que pasara al interior de la casa. Era tan raro verlos llevarse bien pero la chica había decidido darle una oportunidad de redimirse y en los últimos meses, Negan había sido uno de los que mas duros había trabajado para que la comunidad volviera a ser lo que alguna vez había sido, incluso mucho mejor que antes. 

— Disculpa que lo diga asi pero ¿segura que estas bien? Realmente luces... algo enferma. 

— Es un horrible comentario para hacerle a una mujer embarazada — le contesto ella sirviendo te en una taza para pasarla al hombre después, sentándose de nuevo en su lugar   — Solo estoy cansada, supongo que es por el embarazo.