Sálvalo.

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Taylor sintió como si la golpearan y dejaran sin aire al escuchar las palabras de Rick.

- Sálvalo - le dijo a Siddiq que no dudo en obedecer haciendo que algo dentro de ella se rompiera.

- ¡No! - gritó tratando de impedirlo pero fue atrapada entre los brazos de Michonne - ¡No! ¡Mató a Glenn! ¡Tiene que morir! ¡Tiene que terminar! - lloraba la pelirroja cayendo al suelo, no podía creerlo. Siempre había apoyado a Rick en cada decisión, había peleado a su lado aún si no estaba de acuerdo y ahora su amigo, su líder decidía salvar la vida de la persona que le había roto las alas, de la persona que destruyó cada sueño y esperanza de un mundo mejor junto a Glenn.
Miró con incredulidad como James y Daryl simplemente bajaban la mirada ante esa orden y se quedaban en su lugar. Después de tanto pelear en los últimos días, después de cada plan, de perder Alexandría luego de que fuera incendiada por los Salvadores. Después de que Carl muriera tratando de salvar la vida de Siddiq, un médico desconocido que había encontrado en medio de todo el caos, jamás pensó que al final Rick le perdonaría la vida a Negan. Sentía la rabia crecer en su interior porque no había una sola persona que le pudiera hacer creer que eso era justo, que Negan viviera en un mundo donde Glenn ya no lo hacía y por primera vez en su vida, se sintió traicionada. No importaban las palabras que Rick estuviera diciendo en esos momentos, no importaba si el resto se rendía y cambiaba, ella solo podía pensar que el hombre que le había arrebatado todo viviría para ver otro dia y supo en ese instante que ella, no sería capaz de vivir en aquel lugar de nuevo. Maggie y James se acercaron pero ella se puso de pie molesta y se alejó, incluso ignoró el llamado de Daryl que gritaba su nombre, solo siguió caminando.

- Taylor espera - a pesar de todo, Jesús la había seguido sabiendo lo molesta que debía sentirse - habla conmigo.

- No tengo nada que decir - le contestó sin dejar de caminar - Él tomó su decisión y yo la mía.

- ¿De que hablas? - Jesús la tomó del brazo para obligarla a detener su paso

- Olvídalo - le respondió secando sus lágrimas.

- No, no voy a hacerlo. Puedes pelear conmigo, gritarme ¿Recuerdas? Soy yo, y no voy a dejarte sola.

- No hay forma de que viva bajo el mismo techo que ese hombre, no hay lugar en el mundo para los dos. - ella suspiró y miró a Jesús directo a los ojos - Si todos están de acuerdo con eso está bien, pero yo... no puedo perdonar, no puedo olvidar.

- ¿Que harás entonces?

- No lo sé... quizá sea por fin hora de ver el mundo. - Jesús la miró a los ojos unos segundos antes de entender que nada la haría cambiar de opinión y dejó salir el aire lentamente antes de que ambos comenzaran a caminar para volver a Hilltop - ¿Podrías no decirle a nadie? No quiero... no quiero irme así... hay cosas que necesito hacer aún.

- Podría acompañarte - le ofreció Jesús y ella negó con la cabeza.

- Jamás podría pedirte algo así, encontraste tu lugar al fin... supongo que es tiempo de que haga lo mismo.

- ¿Y si tu lugar es aquí?

- Supongo que lo descubriré con el tiempo.- le contestó ella encogiéndose de hombros llevando la mano a una cadenita que había colgado en su cuello dónde ahora descansaba su anillo de casamiento con Glenn.

Unos días después Taylor caminó alejándose de la camioneta que usaría para salir con Daryl para llevar a Dwight lejos de Hilltop y sonrió al ver cómo la gente trabajaba a su alrededor. Se sentó en uno de los bancos disfrutando del paisaje que tenía frente a ella, no había más guerra, no más comunidades individuales. Todos trabajaban por un mismo fin, crear un mundo mejor.

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