La aurora tocó los cielos y los seres pertenecientes a las Islas y al reino opuesto comenzaron a llegar. Todos nos encontrábamos en el jardín recibiendo a cada uno de los seres que estarían presentes en la celebración de mi matrimonio. Ford yacía con la espalda recta y la mirada imposible mientras los herederos de la Isla Ígnea comenzaron con los saludos.
Tía Lyanna los recibía con una dulce sonrisa que adornaba sus labios y a su lado, Iris, hacia exactamente lo mismo. Nolan permanecía a mi lado con su brazo derecho abrazando mi cintura y yo solo intentaba mantener la compostura mientras sentía la incomodidad y la culpa abrazando mi pecho.
Los seres pertenecientes a Atheria comenzaron a llegar y en cuanto su mirada chocó contra la mía el anillo que tenía en el dedo anular empezó a pesarme de sobremanera.
Adler, Mallory y Zayn se acercaron despacio pero imponentes hacia donde nos encontrábamos y disimuladamente escondí mi mano izquierda, en donde tenía el anillo, detrás de mí.
La gemela de Iris miró a mi prima con el entusiasmo brillando en su mirada, sin embargo, la futura reina de Arcania no le dirigió la mirada ni tan siquiera un segundo. A Mallory, como era de esperarse, aquello le había parecido raro, sin embargo, mantuvo la compostura y comenzó con los saludos.
En cuanto su aroma penetró mis fosas nasales y el violeta de sus orbes impactó contra los míos, mi corazón sintió la desesperación en cada latido. Nolan apretó mi cintura y me acercó a su cuerpo en tanto Zayn dibujaba una sonrisa ladina en sus labios, esos mismos que habían sido mi perdición en algún momento y que silenciosamente me pedían acercarme.
No sabía que estaba sucediendo conmigo, mi cabeza parecía volar por los cielos como si no fuese capaz de comprender que yo estaba comprometida y que él era mi enemigo. Tendió su mano derecha en una clara invitación a tomar la mía y entonces no tuve remedio alguno más que tenderle mi palma izquierda.
En cuanto los dorados rayos del cálido sol acariciaron con firmeza el zafiro que adornaba el anillo que había en mi mano, todas las miradas se dirigieron a ese lugar. Zayn no hizo más que posar sus ojos sobre los míos pidiéndome en silencio explicaciones que no le debía, sin embargo, sentía que debía darle.
Todo a nuestro alrededor desapareció y el mundo se resumió a nuestro intercambio de miradas. El tiempo se detuvo y mi corazón me rogaba con desespero sentirlo más cerca, y si no hubiera sido por el leve apretón de Nolan en mi cintura, quizás habría cometido un terrible error.
Zayn depositó un suave beso en mi mano y enseguida se alejó de mí. Miré a Nolan y le sonreí como si de alguna manera esa fuera mi forma de pedirle perdón por sentir lo que no debía hacia alguien más.
-Traje un vestido para ti, -comenzó diciendo mi prometido. -quizás podrías usarlo para esta noche.
-Me encantaría. -nuevamente dibujé una sonrisa en mis labios.
Para mi suerte, todos los invitados ya habían entrado en el palacete, por lo que sin permitirme perder el tiempo, me dirigí hacia el mismo lugar. Una vez adentro, las jóvenes de servicio comenzaron a indicarle a los seres recién llegados la habitación en la que permanecerían durante la larga semana que pasarían en Arcania.
Nolan quiso pasar el día conmigo, sin embargo, le aseguré que estaría ocupada con las preparaciones de la fiesta, por lo que depósito un beso en mi mejilla y se perdió en el mar de invitados. Sin perder el tiempo, subí deprisa hacia mis aposentos, pues llevaba demasiado tiempo sin leer sobre anónimo y necesitaba terminar por descubrir aquel misterio.
En cuanto estuve dentro de mi habitación y me aseguré de que la puerta estaba cerrada, comencé a rebuscar en mi armario hasta que lo encontré. Tomé el diario entre mis manos y me senté sobre el suave colchón para comenzar a leer.
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El Poder De La Nada. (LIBRO 1 Y 2)
Fantasy"En un mundo de magia y misterios, el amor puede ser un refugio... o la tormenta que desata la guerra. La sangre dorada en el suelo es solo el comienzo; en Aethel, cada lágrima derramada forjará el futuro de una tierra mágica."