El Poder De La Nada. (LIBRO 1 Y 2)

Prólogo

En un mundo fantástico llamado Aethel, envuelto en la bruma de la magia y el misterio, dos poderosos reinos gobernaban con mano firme y férrea. Por un lado, el Reino de Arcania, por el otro, el Reino de Atheria.

Durante siglos, estos dos reinos habían mantenido un delicado equilibrio, cada uno luchando por imponer su dominio sobre las tierras y sus habitantes. Las fronteras entre ambos eran claras y definidas, y cualquier muestra de afecto entre los miembros de ambos imperios estaba estrictamente prohibida.

Sin embargo, en medio de esta eterna lucha, el destino tejía sus hilos invisibles y unía los corazones de dos jóvenes de reinos opuestos. Una joven del Reino de Atheria, con el fuego de la rebeldía ardiendo en su mirada, y un joven del Reino de Arcania, con la luz de la esperanza iluminando su camino, se encontraron en un encuentro fortuito que cambió sus vidas para siempre.

A pesar de las advertencias y las reglas que los separaban, el amor nació entre ellos como una llama ardiente en medio de la oscuridad. Sus corazones se unieron en un pacto secreto, desafiando a los dioses y desafiando a sus propios reinos.

Una noche, bajo la luz de la luna plateada, decidieron sellar su amor en un acto de valentía y desafío. Juntos, en los confines de un bosque antiguo y sagrado, juraron su lealtad el uno al otro, prometiéndose amor eterno más allá de las barreras impuestas por sus propias familias.

Pero su amor prohibido no pasó desapercibido para los reinos, cuyos ojos y oídos se extendían por todo orbe mágico. La noticia de la unión entre un miembro del Reino de Arcania y otro del Reino de Atheria desencadenó un torbellino de rumores y condenas, amenazando con desatar una guerra que los sumiría en la oscuridad eterna.

Así, en la sombra de la noche y en el silencio de la traición, nació una bebé, envuelta en el misterio de su linaje y el peso de su destino. Y con su llegada, las sombras del mundo se agitaron, anunciando el comienzo de una guerra entre ambos reinos que amenazaba con destruir por completo aquel universo de fantasías.

Un puñal clavado a traición en el pecho de un joven bondadoso, iluminó el suelo de una espesa sangre dorada marcando el final de un tratado que había mantenido a ambos imperios en completa seguridad. El corazón de la joven se desgarró completamente y acabó con la vida de aquel heredero a la corona de su propio reino, quién había arrancado de sus manos la única esperanza de vivir de manera plena en algún momento, y sabiendo que era incapaz de mantenerse viva con ese sentimiento arraigado a su pecho se quitó la vida.

La muerte de los jóvenes de ambos reinos desató el odio mutuo entre los extremos del mundo mágico. El rey oscuro proclamó su aversión hacia aquel hombre que se había vuelto su enemigo a muerte, sin conocimiento alguno de que esa bebé llevada al Reino de Arcania como heredera del joven príncipe, nacida del fruto de un amor prohibido, llevaba la unión de ambos reinos.